CAPÍTULO XXVIII

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2 días después. Era domingo.

- Hija, despierta... Despierta Maraya - dijo la mamá entusiasmada.

- ¿Qué ocurre? -  dijo Maraya con mucho sueño.

- Nos vamos de esta casa.

- ¿Qué? ¿mi abuela nos corrió o qué?

- No, para nada hija. Ella es una persona muy amable, jamás nos haría eso.

- Entonces ¿qué es lo que sucede? ¿por qué estás tan apurada por irte?

- Adivina.

- ¿Qué? dime ya. O quieres que me dé un infarto mamá.

- Recuperaremos nuestra antigua casa.

- ¿En serio? -  dijo Maraya emocionada.

- Así es hija, las cosas volverán a ser como antes.

- ¡Qué bien! Eso era lo que necesitaba.

- Sabía que te alegraría saber ésto y tengo una segunda noticia.

- Dime.

- A tu padre lo ascendieron.

- Eso sí que me contenta, ahora recuperaremos nuestra casa y tendremos muchas cosas más. Tenemos que terminar de pagar la hipoteca, por si acaso ocurre un error con el trabajo de mi padre de nuevo.

- Sí, ya tu padre se está encargando de eso, hemos hablado y hemos decidido comprar esa casa y quedarnos allí por lo menos unos cuantos años.

- La mejor noticia que me han dado hasta ahora, por primera vez en tanto tiempo me siento feliz.

- Me alegra mucho hija. Espero que sigas así.

- Claro, claro. ¿Mamá ahora si me vas a comprar mis perfumes Channel?, los necesito con urgencia. Estos últimos meses he estado sufriendo mucho por ellos.

- Hija no exageres, no es para tanto; mejor anda a recoger tus cosas para irnos a nuestra antigua casa.

- Eso queda pendiente. Pero en estos momentos lo más importante es irnos de aquí.

- Tienes razón. Así que anda y acomoda.

- Ok, voy.

Una hora después aproximadamente.

- Hija ya estamos en tu antigua casa ¿no te gusta? - dijo Caroline.

- Me encanta,  amo esta casa.

- Igual hija, todos la amamos. Anda a tu cuarto, tienes que acomodar todas tus cosas ¿no?

- Mi cuarto... Que bien suena. Me encantó.

- Sí, es hermoso y me imagino que estará hermoso dentro de pocos minutos cuando ya esté todo desocupado.

- Así será - dijo Maraya.

Cuando Maraya entró a su cuarto.

- Antiguo amigo como te extrañé... La vida me alejó de ti, pero ahora estás conmigo otra vez. Que felicidad poder disfrutar de ti. Sé que será un poco difícil poder colocar todas mi cosas otra vez, pero con sólo pensar en la idea de volver a tener mi propio cuarto y propio televisor me hace feliz y me motiva a seguir arreglando.

"Querida Keisy tienes que estar muy feliz por mí. Estoy por primera vez escribiendo desde mi cuarto. Esta es mi antigua habitación. Espero seguir escribiendo por muchos meses más aquí, ya que a mi papá le devolvieron su antiguo empleo y además lo ascendieron. Eso servirá para mejorar los problemas económicos que hemos tenido y así poder quedarme aquí. Todo sería tan perfecto si tuviese ese alguien a quién contarle todo...  Sé que te tengo a ti pero necesito una persona que me de su opinión sobre lo que yo pienso. Esa persona era Patrick, pero ahora ya no está, ahora me ignora y yo no puedo hacer nada".

UNA VIDA NO TAN PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora