Jisung nunca planeó quedar embarazado y mucho menos del jefe de la mafia más peligrosa del país Lee Minho. Ahora atrapado en un mundo de sombras y violencia Jisung no solo debe protegerse a sí mismo sino también al los bebés que lleva dentro. Mientr...
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Minho subió al último escalón, ajustando con calma el cuello de su camisa, asegurándose de que no quedara ni un rastro de sangre. Al entrar en la sala su mirada se posó de inmediato en Jisung, quien lo esperaba cómodamente sentado, envuelto en un conjunto que resaltaba su elegancia natural. Bajo la tela suave la pequeña curva de su vientre se notaba.
Al verlo Jisung le dedicó una sonrisa tranquila, esa que parecía disolver cualquier tensión. Minho avanzó hasta él y se inclinó suavemente, dejando que su mano recorriera la tela sobre su vientre en una caricia delicada, mientras el aroma de las feromonas de Jisung llenaba el espacio, envolviéndolos en una atmósfera de calma íntima y familiaridad.
— ¿Por qué no venías? — preguntó Jisung alzando una ceja con un ligero tono de reproche en su voz.
— Estaba atendiendo un asunto — respondió con calma acercándose para rodear su cintura con las manos, disfrutando del contacto.
— ¿Qué asunto? Y... ¿por qué no llevas la misma ropa que traías en la mañana? — preguntó Jisung con una sonrisa inquisitiva mientras lo recorría con la mirada de pies a cabeza.
Minho mantuvo su expresión serena pero había algo que quería sacar del pecho.
— Tengo una pregunta para ti — dijo con un tono más serio.
— Dime — respondió Jisung un poco curioso.
— Sabes que mi trabajo muchas veces implica tomar decisiones que... llevan a la muerte de personas — comenzó Minho, queriendo abordar el tema con cuidado.
Jisung asintió suavemente con su mirada fija en los ojos de Minho.
— ¿No te molesta eso? — preguntó Minho con cuidado, temiendo la respuesta pero necesitando saberlo.
Jisung suspiró y se enderezó en el sillón tomando un momento para elegir sus palabras con calma.
— Desde el primer momento en que me dijiste que liderabas una mafia lo supuse — respondió haciendo una pausa mientras su mano acariciaba suavemente su vientre — Jamás te he juzgado por lo que haces o lo que llegarás a hacer y no planeo que cambies por mí.
Minho lo observaba en silencio, cada palabra de Jisung era un alivio a las dudas que había cargado. Jisung notando la intensidad en su mirada sonrió ligeramente antes de continuar.
— Tu vida es esto y yo solo puedo pedirte que siempre nos protejas a mí y a nuestros hijos — añadió inclinándose hacia Minho, sus ojos brillando con sinceridad — Sé que asesinas a personas y seguirás haciéndolo pero no quiero involucrarme en tu trabajo.
Hizo una pausa llevando su mano a la de Minho, entrelazando sus dedos con los de él.
— Naciste para ser un líder y mi lugar es apoyarte cuando lo necesites, sin juzgarte — concluyó su voz más suave ahora, antes de apretar la mano de Minho — Pero sobre todo amarte por lo que eres no por lo que haces.