Hunter y Jake se unieron para ayudar con la logística. Había muchas cosas por hacer: empacar pertenencias, organizar el transporte y asegurarse de que el castillo estuviera listo para recibir a sus nuevos habitantes.
Tom, con una mezcla de nerviosismo y determinación, se dirigió a Miriam para agradecerle por su hospitalidad y explicarle su decisión. -Miriam, gracias por todo lo que has hecho por mí. He decidido mudarme al castillo para intentar reconectar con mis raíces y ayudar a los demás.-
Miriam lo abrazó con cariño. -Entiendo, Tom. Sabes que siempre tendrás un lugar aquí, y estoy orgullosa de que estés tomando este paso.-
Mientras tanto, Aiden, Ally y Riya empacaban sus pertenencias en la caravana de teatro. La emoción de mudarse al castillo y la incertidumbre de lo que les esperaba llenaban el aire.
Jake y Hunter supervisaban los preparativos, asegurándose de que todo estuviera en orden. Aunque había una ligera tensión en el ambiente, ambos sabían que este cambio era necesario para seguir adelante.
Mientras ayudaban con la mudanza, Hunter y Jake encontraron un momento a solas. Hunter, con una expresión seria, se volvió hacia Jake.
-Jake, ¿Tom ya te pidió perdón por lo del brazo?-
Jake negó con la cabeza, su voz tranquila. -No importa, Hunter.
Hunter frunció el ceño, claramente molesto. -¿Cómo que no importa? Te lastimó.-
Jake suspiró, tratando de explicar. -Es nada en comparación con lo que ha pasado Tom. ¿Cómo le dices a alguien que tu padre ha matado a toda su familia?-
La voz de Jake temblaba ligeramente, sus ojos mostrando un pánico que había estado tratando de ocultar. -Es demasiado, Hunter. No sé cómo decirle eso. Tengo miedo de que lo rompa completamente.-
Hunter lo miró con intensidad, luego suavizó su expresión y puso una mano en el hombro de Jake. -Escucha, encontrarás la manera. Tom necesita saber la verdad, y tú eres la persona más fuerte que conozco. No estás solo en esto. Lo tienes a él, y me tienes a mí.-
Jake asintió, tomando aire para calmarse. -Gracias, Hunter.-
Hunter le dio una pequeña sonrisa de apoyo. -Y tú tampoco seas un tonto como yo, que no esperé años para decirle al chico que me gusta que lo amo.-
Jake abrió la boca para responder, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y emoción, pero justo en ese momento fueron interrumpidos por Aiden, que entró apresuradamente en la habitación.
-¡Chicos, necesitamos ayuda con las cajas! - exclamó Aiden, sin darse cuenta de la conversación que acababa de interrumpir.
Hunter y Jake intercambiaron una mirada, sabiendo que tendrían que retomar esa conversación más tarde. Por ahora, había trabajo que hacer.
Riya, aún con la emoción en su rostro, insistió en querer una de las habitaciones reales. -Quiero verlas. Seguro que serán las más impresionantes.-
Ally, tratando de detenerla, buscó una excusa rápida. -Oh, eh, creo que esas habitaciones necesitan un poco de mantenimiento primero...-
Sin prestar atención, Riya comenzó a caminar hacia las escaleras. -¡Vamos, no puede ser tan malo!-
Hunter se interpuso rápidamente, poniéndose frente a ella. -Riya, es peligroso.-
Riya frunció el ceño, confundida. -¿Peligroso? ¿Por qué?-
Hunter, con una mirada seria, hizo un esfuerzo por ser claro. -Realmente no quieres ver lo que hay en esas habitaciones.-
Tom, que había estado observando en silencio, captó la implicación. -Hunter, llévame. Necesito verlas.-
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Aquel Día
RandomQuizá el gran lobo feroz solo estaba solo, confundido y asustado. Quizá la caperuzita no estaba indefensa y el rojo no era de la tela. Quizá el cazador solo estaba enamorado y siendo controlado. Quizá la abuelita era de armas tomar y guardaba más de...