04: Relación

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La noche había caído en la pequeña finca de los Bakugo, y el silencio reinaba en la casa

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La noche había caído en la pequeña finca de los Bakugo, y el silencio reinaba en la casa. Hanami se despertó de repente, sintiendo un ligero revuelo en su estómago. La oscuridad envolvía la habitación, y por un momento, no supo qué había interrumpido su sueño. Pero en cuanto su mente se aclaró, se dio cuenta de lo que la había despertado: un antojo incontrolable de chocolate.

Miró a su lado, donde Bakugo dormía plácidamente, su rostro tranquilo iluminado débilmente por la luz que se colaba por la ventana. Hanami sonrió al verlo, pero su anhelo de chocolate no la dejaba en paz. Con cuidado, se levantó de la cama y, sin querer interrumpir el sueño de su esposo, se dirigió hacia la cocina.

El crujido de las tablas del piso la acompañaba mientras se movía en la penumbra. Abrió la despensa, su corazón se aceleró al ver que había algunas barras de chocolate que había comprado hace unos días. Con una sonrisa, tomó una de las barras y se la llevó a la boca, pero algo la detuvo. No quería comérsela sola.

Así que, tras un momento de reflexión, decidió llamar a Bakugo.

─Bakugo ─susurró, inclinándose hacia él. No estaba segura de si lo había despertado, así que repitió su nombre un poco más fuerte. ─Bakugo…

Finalmente, él se movió, abriendo los ojos lentamente.

─¿Qué pasa? ─preguntó, su voz somnolienta pero con una nota de preocupación.

Hanami sonrió, aunque un poco avergonzada.

─Tengo antojo de chocolate… ¿quieres compartirlo conmigo? ─dijo, levantando la barra de chocolate como si fuera un tesoro.

Bakugo se sentó, rascándose la cabeza mientras trataba de despejarse.

─¿En medio de la noche? ─preguntó, divertido. ─¿No puedes esperar hasta la mañana?

Hanami hizo una mueca, sabiendo que el antojo no podía esperar.

─Por favor, es solo chocolate ─suplicó, haciendo un puchero.

Bakugo soltó un suspiro, pero no pudo evitar sonreír al verla así.

─Está bien, está bien ─dijo, levantándose de la cama. ─Voy a buscarte un vaso de leche para acompañarlo. No quiero que te atragantes solo con el chocolate.

Con una sonrisa de agradecimiento, Hanami lo siguió a la cocina. Mientras él preparaba el vaso de leche, ella comenzó a abrir la barra de chocolate, sintiendo la emoción recorrerla. La envoltura crujió mientras la abría, y el aroma dulce y tentador llenó el aire.

Bakugo miró hacia ella, viendo cómo disfrutaba del simple momento.

─¿Cuánto chocolate necesitas para que se te pase el antojo? ─bromeó, sirviendo la leche en un vaso.

─No tengo idea, pero necesito suficiente para sentirme satisfecha ─respondió, sonriendo de oreja a oreja.

Bakugo terminó de servir la leche y se acercó, entregándole el vaso.

𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐨 [𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora