05: Boca del lobo

29 6 0
                                    

Hanami se sintió nerviosa mientras caminaba junto a Bakugo hacia la escuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hanami se sintió nerviosa mientras caminaba junto a Bakugo hacia la escuela. Era su primer día de regreso después de haber estado ausente por un tiempo debido a su embarazo, y el ambiente pesado de la escuela media la llenaba de ansiedad. El murmullo de sus compañeros se hacía más evidente a medida que se acercaban a la entrada.

—No te preocupes, no te dejaré sola —dijo Bakugo, notando su inquietud y apretando su mano con la suya mientras entraban al edificio.

Los estudiantes comenzaron a mirarlos, y Hanami sintió las miradas de reojo. Algunos susurraban y se reían, mientras que otros la miraban con una mezcla de sorpresa y curiosidad. Era evidente que la noticia de su embarazo se había esparcido como pólvora, y no podía evitar sentirse expuesta.

—Mira, ahí está la chica que se casó con Bakugo —dijo una voz burlona desde un grupo de chicas, haciendo que Hanami se encogiera un poco.

Bakugo frunció el ceño al escuchar los comentarios, pero mantuvo su mirada fija hacia adelante. No quería darle más razones a Hanami para sentirse mal.

—¿Vas a dejar que te hablen así? —le preguntó, intentando mantener la calma, aunque su tono dejaba entrever su frustración.

—No puedo hacer nada —respondió ella, tratando de hacer caso omiso de las miradas. —No quiero que esto se vuelva un problema mayor.

—Tienes razón, pero no deberían burlarse de ti —dijo Bakugo, su voz firme, mientras los guiaba hacia su casillero.

Cuando llegaron a su casillero, Hanami intentó concentrarse en lo que necesitaba sacar de allí. Sin embargo, las risas y murmullos continuaban, llenándola de inseguridad.

—Mira, no les des la satisfacción de que te afecten —dijo Bakugo, girándose para enfrentarla. —Eres fuerte, ¿verdad? Siempre lo has sido.

Hanami asintió, pero la incertidumbre la invadió. Era más fácil decirlo que hacerlo. Su corazón se aceleró al ver que un grupo de chicos, que antes solían burlarse de ella, la señalaban y reían.

—¿Viste su pancita? —dijo uno de ellos en voz alta. —Seguro que está comiendo como una cerda.

Bakugo apretó los puños, su enojo burbujeando en su interior. Sin pensar, se dio la vuelta y se acercó al grupo.

—¿Qué demonios quieres? —gritó, su voz resonando en el pasillo, haciendo que todos se callaran de inmediato. —Si vuelves a decir algo así, te juro que no sabrás lo que te golpea.

Hanami sintió un alivio al ver que Bakugo estaba dispuesto a defenderla, pero también una parte de ella deseaba que no tuviera que hacerlo. No quería que él se metiera en problemas por su causa.

—Bakugo, no —le dijo, tocándole el brazo para detenerlo. —No vale la pena.

—¡No me importa! —replicó él, su mirada feroz fijada en los chicos que ahora se estaban alejando. —No permitiré que hablen así de ti. Eres mi esposa, y tienes que saber que siempre estaré aquí para protegerte.

𝐌𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐎𝐛𝐥𝐢𝐠𝐚𝐝𝐨 [𝐁𝐚𝐤𝐮𝐠𝐨 𝐱 𝐎𝐜]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora