No sabía en qué estaba pensando, es que todo le resultaba una locura estúpida. ¿Había enloquecido ya? ¿Se había vuelto senil de repente? ¿Le habían pegado de pequeño? (Bueno, eso era obvio).
- ¿Para qué quieres saber eso, Max? – el ojiverde se cruzó de brazos, mientras alzaba la mirada y su barbilla, brindándole un aire de superioridad que parecía desafiante. Yo sé algo que tú no – hasta donde yo sé, dijiste que no te importaba Checho y que tampoco te gustaba...
- Yo... – Max no había podido terminar su frase cuando sintió en su mente y en su corazón un sentimiento de calidez al recordar ese nombre y ese rostro formándose con vívida nitidez en su mente, sonrió un poco. El monegasco sólo rio – es que sólo quiero saber, por pura curiosidad...
- Claro – el ojiverde extendió aún más esa "a", como no creyéndole ni una sola palabra de lo que estaba diciendo. Si no conociera a Max, diría que efectivamente sólo estaba lleno de curiosidad, pero sabía que Max no era de interesarse por las vidas de sus empleados, le importaba una mierda qué hicieran en sus vidas personales, así que esto era especial.
- ¿Me dirás o no? – Max se sentía impaciente, sentía que esta conversación no estaba llegando a ninguna parte y más bien sentía un ligero tono de burla en como el pelinegro se refería y hacía alusión a todo esto, pero hasta a él mismo le parecía estúpido seguirle mintiendo cuando, al borde del llanto, se había desahogado con su mejor amigo, ya no necesitaba seguir fingiendo y menos cuando necesitaba la ayuda.
- Hasta que no confieses tus verdaderas intenciones, Emiliano – sí, el monegasco había aprendido o asumido que "Emiliano" era el equivalente de "Emilian" en español y no había dejado de molestar nada más se enteró de eso – no quiero que nadie le haga daño a Checo, y con nadie me refiero a ti – alzó un dedo y lo señaló como apuntándole amenazadoramente, Max sabía que no tenía nada qué temer, pero se lo tomó en serio – y no me importa si eres mi jefe, mi amigo, o mi compadre, pero si tengo que defender a Checo de ti... – fijó sus ojos verdes angelicales hacia sus azules congelantes – lo haré – Max levantó las manos en señal de venir en son de paz.
- Mira... yo... – Max se quedó en plena oración, una cosa era que tu mejor amigo lo descubriera y lo intuyera y no necesitara de las palabras para expresarle su sentir, pero ahora sabía que el monegasco no se conformaría con una clara insinuación, ni con un "creo", "tal vez" ... no, tendría que ser franco con el mencionado y aún más con él mismo, el momento de la verdad había llegado, necesitaba la ayuda. Suspiró y se preparó mentalmente para decir eso que tenía atorado en el corazón y no lo dejaba ser libre – Sergio... él... – Charles le observaba con una medio sonrisa, y con una mirada que no podía denotar un apoyo inmenso en que al fin soltara eso que no lo dejaba ser libre – me gusta.
Por primera vez en su vida sintió que algo se había dejado caer de sus hombros, ya no era el Max Emilian Verstappen frío y distante que fingía indiferencia y le importaba poco las relaciones interpersonales ni forjar relaciones románticas con nadie, no diría que no lo había intentado, es sólo que no funcionaban y eso estaba bien. Al menos para él lo era. Pero ahora, con la verdad volando libre sobre su cabeza sin deseos de detenerse a descansar en ningún lugar, se sintió liviano.
- Vaya... hasta que al fin lo dijiste – el ojiverde extendió una mano y se acercó a su espalda, mientras le soltaba un par de palmadas en la espalda y le daba un cierto confort, ya no se sentía solo y tampoco enjaulado, ahora sus dos amigos sabían de su situación – te tomó tiempo, pero al fin pudiste ser sincero con tus sentimientos – Charles le brindó una de esas sonrisas que solía darle para hacerle sentir que todo estaba bien, cuando Charles veía que el mundo de Max se caía a pedazos, siempre podía contar con esos ojos angelicales y esa sonrisa traviesa que le indicaba que todo estaba bien – bueno, entonces, ¿qué quieres saber? – Charles se reincorporó en su silla, se cruzó de piernas y de brazos mientras alzaba una ceja en señal de espera.
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Pobre Secretario || Chestappen
FanfictionBasado brevemente en Pobre Secretaria, canción de Daniela Romo. Supercliché porque, ¿quién no ama un buen cliché? Capítulos de media o larga duración. Es mi primera fic Chestappen, so be gentle. Escritor al fin deja su bloqueo del 2020.