El interior de la fortaleza era un laberinto sombrío, sus paredes parecían absorber la luz y el calor, sumiendo a Boruto y Mitsuki en una penumbra absoluta. Cada paso que daban, cada rincón que atravesaban, estaba impregnado de una sensación de amenaza. Las sombras parecían moverse con vida propia, como si tuvieran la intención de retenerlos en aquel lugar.
Boruto sentía cómo una inquietud profunda se apoderaba de él mientras avanzaban. El silencio a su alrededor era abrumador, roto solo por el sonido de sus respiraciones y el crujido leve de sus pisadas sobre el suelo irregular.
El aire era denso, como si estuviera cargado de un poder antiguo y oscuro que buscaba sofocar cualquier atisbo de esperanza. Boruto no dejaba de pensar en Kawaki y en su padre, ambos prisioneros en algún lugar de aquella fortaleza.
De repente, un sonido sordo resonó en el aire, y Mitsuki, quien caminaba a su lado, fue capturado por una raíz negra que emergió del suelo como si hubiera estado aguardando ese momento.
Antes de que pudiera reaccionar, Mitsuki quedó atrapado contra un árbol oscuro, sus ramas retorcidas y ásperas se envolvían a su alrededor, impidiéndole moverse. La energía de Mitsuki comenzó a drenarse lentamente, y cada segundo que pasaba, su fuerza vital disminuía.
-¡Mitsuki! -exclamó Boruto, su voz cargada de desesperación.
Desde su prisión, Mitsuki comenzó a emitir sonidos de dolor, sus susurros eran como un eco que rebotaba en las paredes de la sala. A pesar de su resistencia, su energía seguía escapando, absorbida por aquel árbol, que parecía tener vida propia.
Antes de que Boruto pudiera reaccionar, otra figura emergió de la penumbra. Era Mitsuki, o al menos, una versión distorsionada de él. Esta figura tenía una expresión dura y fría, su mirada reflejaba una crueldad desconocida en el verdadero Mitsuki. En vez de la calma y la amistad que Boruto reconocía, vio una intención hostil que le heló la sangre.
Entonces, la voz de Ada resonó en la sala, como un eco burlón que se deslizaba por el aire.
-Bienvenido, Boruto Uzumaki. Te enfrentas a una decisión, una prueba. Puedes atacar a este reflejo oscuro de tu amigo y con ello liberar a Kawaki... o, puedes permitir que él te derrote, y así Mitsuki y Kawaki quedarán libres. La elección es tuya.
Las palabras de Ada cayeron como una losa sobre Boruto. La brutalidad de la decisión lo dejó paralizado. Sabía que todo aquello formaba parte de la manipulación de Ada, que era otra de sus trampas, un intento de quebrarlo, pero aun así, la duda lo llenaba de confusión. Miró al reflejo oscuro de Mitsuki, y el peso de la decisión le oprimió el pecho.
El reflejo de Mitsuki se lanzó hacia Boruto con velocidad y una violencia que era ajena al verdadero Mitsuki. Boruto reaccionó por instinto, moviéndose rápidamente para evitar el ataque. Mientras esquivaba el golpe, escuchó la voz débil de Mitsuki desde su prisión, como un susurro que atravesaba el aire espeso de la sala.
-Boruto... no... no le hagas caso... tienes que resistir...
A pesar de sus palabras, Boruto no podía evitar sentirse atrapado en aquella prueba. La idea de lastimar, aunque fuera un reflejo oscuro de su amigo, le resultaba imposible de soportar. Cada movimiento que hacía era una mezcla de defensa y resistencia, mientras en su mente se debatía entre la lealtad que sentía y la urgencia de liberar a Kawaki y salvar a su padre.
Mientras Boruto continuaba defendiéndose, en otra parte de la fortaleza, Kawaki observaba la escena, su mirada fija en Boruto, su mente atrapada en una lucha constante por recuperar el control.
Sentía una frustración profunda al ver a Boruto atrapado en una situación tan desesperada, enfrentando una prueba que parecía diseñada para destruirlo emocionalmente.
Aunque su propio cuerpo estaba controlado, en lo profundo de su ser, Kawaki luchaba, buscando una forma de liberarse y ayudar a su amigo.
Respiraba con dificultad, cada intento de resistencia le costaba un gran esfuerzo. Sin embargo, esos instantes de libertad le permitían conectar con sus propios pensamientos, alejarse del control opresivo y concentrarse en la esperanza que Boruto representaba.
-Boruto... estoy aquí... - pensó, sus palabras perdiéndose en el silencio, como un llamado silencioso de ayuda.
El tiempo que Kawaki lograba resistir era breve, pero suficiente para aferrarse a la idea de que, mientras Boruto siguiera luchando, él también podía hacerlo. Aunque la oscuridad volvía a apoderarse de su mente, esos momentos de lucidez le recordaban que su voluntad aún estaba viva, que no todo estaba perdido.
En la sala de la prueba, Boruto seguía esquivando los ataques del reflejo oscuro de Mitsuki. Cada golpe que bloqueaba, cada movimiento defensivo, reflejaba su conflicto interno.
Podía sentir la desesperación en cada fibra de su ser, pero también la determinación de no caer en la manipulación de Ada. Sabía que atacar no era la respuesta, y aunque la presión aumentaba, su resistencia se mantenía firme.
Entonces, en medio de su batalla interna, escuchó una voz en su mente. Era una voz cálida y familiar, una voz que lo había guiado y protegido desde siempre. La voz de su padre, Naruto.
-Hijo... estás dejando que Ada dicte tus acciones. ¿Dónde está el muchacho centrado y fuerte que Sasuke entrenó? Tú puedes superar esto.
Esas palabras penetraron en el corazón de Boruto, como un rayo de luz que atravesaba la oscuridad. La calma y la confianza que le transmitían le dieron una claridad que no había sentido hasta entonces.
Supo en ese momento que no estaba solo, que su padre lo apoyaba incluso en esa situación, y que la verdadera fuerza no estaba en la violencia, sino en su capacidad de mantenerse fiel a sí mismo.
Respiró hondo, y sintió cómo la calma lo envolvía. La confusión y el miedo comenzaron a disiparse, y en su lugar, una determinación renovada se apoderó de él. Activó su Jogan, y la luz de su ojo iluminó la sala, proyectando una claridad que parecía atravesar el aire oscuro y despejar las sombras que lo rodeaban.
Con su Jogan activado, Boruto percibió la verdadera naturaleza de la prueba. Comprendió que todo aquello era una ilusión, un intento de Ada por desviar su enfoque y minar su voluntad.
Ahora, con el control recuperado, estaba listo para enfrentar la prueba de una forma diferente, sin dejarse llevar por la manipulación.
Observó al reflejo oscuro de Mitsuki y se preparó para lo que vendría, seguro de que, con la ayuda de su padre y la conexión que compartía con Kawaki, podía superar cualquier trampa que Ada intentara imponerle.
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El Cinturón De La Discordia ~KawaBoru ~
FanfictionBoruto Uzumaki y Kawaki han construido un vínculo poderoso que trasciende lo fraternal, desatando sentimientos profundos y confusos entre ambos. Sin embargo, ese amor es puesto a prueba cuando Ada, una hechicera llena de rencor, irrumpe en sus vida...