Cap 4

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-Podrías hacerlo, en serio. ¿Por qué no sólo lo haces?

-Es que no me atrevo. Mi hermano se moriría del enojo y... Solo no podría hacer nada de eso por mí misma. Y la única persona que sé que me apoyaría, es la novia de mi hermano.

-Bueno... ¿Qué tal si yo te acompaño a hacer tu primera travesura? -me miró con una sonrisa pícara. Mi estomago dio un vuelco.

- ¿Cuál?

-Hacerte un tatuaje -contestó emocionado. Yo dudé- conozco un lugar de confianza, mi primo es el que tatúa. A mí me hizo dos tatuajes.

- ¿Tienes tatuajes? ¿Dónde? -le pregunté emocionada.

-Uno en la cadera y uno en las costillas. Te los enseñaría pero una pareja de ancianos nos está viendo y me da vergüenza -admitió.

Reí y lo empujé suavemente.

- ¿Estás seguro de que no dolerá mucho? -pregunté mordiendo mi labio nerviosamente.

-Bueno... Digamos que solo sentirás una punzada.

-Si me duele te golpearé -le advertí.

Mi celular vibró en mi short y lo saqué rápidamente.

-Diga -contesté sin mirar quién era.

-¡Linda! ¡¿Dónde rayos estás?! -gritó Brad al otro lado del teléfono.

Podía escuchar la voz de Abby a lo lejos diciéndole que no gritara.

-Tranquilo, Brad, solo salí a dar una vuelta.

-De acuerdo. Llega temprano. ¿Con quién estás? -preguntó preocupado.

-Con un amigo -contesté virando los ojos.

Me estaba fastidiando su repentina preocupación.

- ¿Qué amigo?

- ¡Que te importa! ¡Déjame en paz, Brad, volveré a la casa cuando se me dé la gana!-le grité enojada y colgué antes de que me dijera algo.

No me gustaba gritarle a Brad ni me gustaba pelearme con él; pero cuando se ponía en su papel de hermano protector en verdad me cansaba.

- ¿Todo bien? -preguntó Harry.

-Mi hermano se está comportando como un idiota -la voz se me empezaba a cortar y los ojos a inundar de lágrimas.

No llores, Linda. No. Llores. Te tomará por loca desquiciada.

-No podré hacer nada, simplemente no me atrevería a hacer nada por mi sola, me odio por ser tan cobarde, Harry. No puedo hacer nada sin pensar primero en qué pensará mi hermano, en si se enojará conmigo o si no le gustará mi actitud. O pensar en si Abby me apoyará o irá corriendo a decírselo a él, ¡y me moriré sin haber hecho una sola cosa de esta estúpida lista! -reproché con voz de vil desquiciada histérica casi ahogándome con mis propias lagrimas.

Harry me abrazó de nuevo y me recosté en sus brazos.

-Linda, ve por lo que sea que te haga feliz. Al carajo lo que ellos piensen, preocúpate solo por ti misma -aconsejó mientras acariciaba mi brazo despreocupadamente.

Y él tenía toda la razón, tenía que hacer lo que yo quisiera, no lo que ellos quisieran que hiciera.

Suspiré y me acurruqué más contra el atractivo chico a mi lado.

Se sentía tan bien estar entre sus brazos, tan confortable que ni siquiera me importaba que no supiera nada de él más que su nombre.

-Tienes razón -le dije y me alejé de su cuerpo para darle una sonrisa y que supiera que ya estaba bien. Pasó sus dedos por mis mejillas y sonrío.

-Eres muy tierna -soltó de repente, y yo me sonrojé al instante- ¿Qué te parece si hacemos ahora mismo algo de esa lista tuya?

- ¡Sí! -exclamé contenta, tomé mi diario y lo abrí -eh... Lo primero no, definitivamente.

- ¿Qué es lo primero? -preguntó curioso.

-No te diré, de todos modos no me atreveré a hacerlo.

-Anda, solo dime qué es -rogó.

-Es subir a una montaña rusa -puse los ojos en blanco- pero no, me dan pavor, jamás me he subido a una, creo que me daría un paro cardíaco.

- ¿En serio? No sabes de lo que te pierdes, ¡Te encantará!

-Mmm, no lo creo -lo corté rápido. Él estaba emocionado y se veía lindo, pero jamás me subiría a una montaña rusa.

-De acuerdo -se cruzó de brazos - ¿Me acompañas al parque de diversiones?

-Harry, ya te dije -lo miré con los ojos entrecerrados- no me...

-Yo me subiré, tú solo me verás, ¿qué dices?

A final de cuentas asentí.

Se levantó casi inmediatamente y me tendió su mano. La tomé y me paré.

Su mano era tan cálida, grande y suave que me dieron ganas de no soltarla jamás, pero lo hice. Porque quizás le daría un poco de miedo que le tomara la mano y que no se la soltara, y a lo mejor él se estaba volviendo loco porque no lo soltaba.

Aunque me acababa de invitar a una cita... No, definitivamente no era una cita.

Pero me gustaría que fuera una.

- ¿Vamos por Lili? -pregunté, ilusionada de ver a la niña de nuevo.

-No. Necesito que se quede sola con mi tía, ya sabes, para que se acostumbre a estar con ella -me explicó.

Y era mejor estar solos, porque así parecía más una cita.

De acuerdo, quizás no era una cita, pero cualquiera que nos viera pensaría que era una. ¿No creen?

Verían a una chica a punto de morir y a un galán de Londres y dirían: "miren que lindos ¡Están en una cita!" aunque no fuera una.

O quizás estoy muy desesperada y Harry es muy guapo.

Sí, eso suena más convincente.

The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora