Epílogo

466 19 6
                                    

Mis dedos empezaron a palpitar de una manera extraña y enseguida mi cuerpo comenzó a recibir las mismas sensaciones. Como cuando te palpita un ojo, pero en todo el cuerpo. Súper incómodo.

Después de un rato de temblar así, abrí los ojos terriblemente confundida. Miré el techo y bajé mi vista a las paredes. Todo era blanco y eso me confundió aún más.

¿Estoy en el cielo? ¿Ya me morí?

-¿Linda? -preguntó alguien y tomó mi mano. Pero mi vista estaba borrosa y mi mano, aunque podía sentir que la estaban tomando, estaba entumida. Y yo estaba toda confundida aún.

¿Entonces... así es el cielo?

-¿Linda? -repitieron, pero ahora era otra persona... O ángel. Traté de hablar pero mi garganta estaba reseca. Tosí y parpadeé varias veces para poder ver bien.

-¿Dónde estoy? ¿Quién soy? -pregunté entre susurros, por si las dudas.

-Eres Linda -me contestaron, y aún así como estaba de jodida, puse mis ojos en blanco.

Qué aburrido, vuelvo a ser solo yo.

Levanté la vista para encontrar a Abby, quien me veía con los ojos bien abiertos.

-¿Abby? -pregunté. Luego recordé que otra persona estaba agarrando mi mano y volteé. Era Brad-. ¿Brad? ¿Qué paso? ¿Estoy en el cielo?

-Claro que sí -murmuró Brad y se rió fuertemente. Yo lo miré atentamente. Para ser un ángel, era igualito a mi hermano.

-Entonces... Entonces esto es como el paraíso, ¿cierto? Mi paraíso... ¿Dónde está Harry? -exigí, aún con la voz ronca y baja. Los ángeles rieron.

La puerta blanca se abrió y entro otro ángel, igualito a mi doctor. ¿Qué demonios pasaba en el cielo? ¿Por qué aparecían todos menos Harry?

-¿Cómo te sientes, Linda?

-Confundida y enojada, ángel. ¿Dónde demonios está Harry? -mi voz salió mas fuerte ahora. El ángel doctor frunció el ceño-. Si esto es un paraíso, no luce mucho como uno, me voy a quejar con el gran señor...

-Creo que sigues anestesiada...

-No. Todo está perfecto, así es ella -contestó Brad con una sonrisa, apretando mi mano aún más fuerte.

-No -solté su mano y miré a los tres sin saber qué estaba pasando-. No lo volveré a repetir: ¿dónde. está. Harry? Tráiganmelo, aunque sea un ángel igualito, y si no es mucho pedir, que esté desnu...

-Eh... ¿Nos darían unos minutos a solas? Quisiera... Decirle todo -pidió Abby, interrumpiéndome.

Y de algún modo mi cerebro comenzó a despertar, todo se sentía demasiado real. Ellos asintieron y salieron de la habitación.

-Deja de decir estupideces, ¿de acuerdo? No estás muerta, ni estás en el cielo, ni somos ángeles -puso los ojos en blanco.

Oh, claro que no... ¿Qué demonios pasa conmigo? ¿Cómo se me ocurre algo así? Estoy avergonzada de mis pensamientos.

-Pero... No entiendo... Me pusieron esa inyección...

-No. El doctor solo te anestesió...

-Entonces... ¿No estoy muerta? -pregunté, solo para confirmar. Ella negó su cabeza y yo sonreí-. De acuerdo, ahora explícame qué demonios pasó.

-Un milagro, Linda -suspiró y se sentó de nuevo a mi lado-. Bueno... El día que llegamos aquí, justo después de que te metieran aquí, llegó un niño que acababa de fallecer al hospital. Con los estudios que te habían hecho, descubrieron que necesitabas con urgencia un trasplante de corazón y de pulmones, y descubrieron que el niño era un perfecto donador para ti... El doctor no nos dijo a nosotras porque la madre se negaba a donarlos, pero Brad ya sabía de esto.

-Oh, entonces... -empecé a decir, cerré mi boca ante su mirada matadora.

-Momentos antes de que el doctor te pusiera la inyección, la madre del niño aceptó, y lo que te inyectaron fue solo anestesia. La operación se complicó... Estuviste muerta tres minutos -la miré con la boca abierta-. Pero no sé... No sé qué demonios hicieron, Linda, el caso es que ahora tienes un corazón y unos pulmones nuevos.

-¿Estás bromeando?

-No, fue un maldito milagro. Tanto que te quejas de que nunca te pasa nada de película... Esto fue jodidamente de película. Aunque, bueno, nos tuviste desesperados por una semana. Llevas una semana inconsciente.

-Wow, una semana... ¿O... o sea que ya estoy curada? ¿no tengo ninguna enfermedad? -pregunté toda emocionada.

-Sigues teniendo la misma enfermedad rara que nadie conoce, pero ahora tienes mucha fuerza, ellos tienen mucho más conocimiento y no hay muchas probabilidades de que mueras -me dijo igual de emocionada que yo-. Y... ¿adivina qué?

-¿Qué?

-Oh por Dios, vas a morir -murmuró con una sonrisa gigante-. Bueno, no literalmente.

-¿Qué sucede, Abby?

-Tú -me apuntó con emoción, como si no hubiera entendido lo que "tú" significaba-, y yo... Estamos embarazadas.

-¿Que... qué? -susurré-. Esta vez si estás bromeando, ¿cierto?

-No, para nada. Cuando te estaban haciendo los exámenes para ver cómo seguías, se dieron cuenta de eso... Brad se estaba volviendo loco al principio, pero después lo aceptó -soltó un grito de emoción-. Vamos a ser mamás. ¡Vamos a ser mamás!

-Oh por Dios... ¡OH POR DIOS! -de repente recordé a Harry y todo se quedó paralizado por un segundo. No estoy muerta y Harry escucho esa jodida grabación-. ¡Me quiero morir! ¡oh por Dios! ¡¿por qué no estoy muerta?! ¡Se supone que debería de morir!

-eh, cálmate... ¿Qué te pasa?

-¡La grabación! ¡La jodida grabación que le dejé a Harry! Le dije tantas cosas... Le dije todo... Qué vergüenza, por Dios...

-Espera, espera -puso su mano en mi brazo para tranquilizarme, la máquina a mi lado empezó a sonar acelerada-. Vas a tener un hijo con él, no creo que le moleste saber que estás enamorada...

-¿Estás loca? Yo no voy a volver a Londres, nunca...

{❤}

Solo tengo un mes de embarazo, pero aquí estoy, frente a un espejo, tratando de ver mi panza que aún no está abultada en lo absoluto. No hay noche que no llore de la felicidad por tener un precioso regalo dentro de mí, un regalo de Harry.

Él piensa que estoy muerta y creo que es lo mejor, yo no quiero volver a verlo después de haber admitido todo lo que siento a través de una grabadora.

Mientras acaricio mi vientre, me doy fuerza mentalmente y me digo que no importa que no esté junto a Harry.

Puedo criar a mi hijo yo sola.





The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora