Cap 37

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{Harry}

Y de repente yo era el cretino de la historia, un idiota, el que mata animales tiernos, el que viola niñas, el peor hombre del mundo ¿cierto? ¿y ella qué? Oh, sí, ella es tan linda y perfecta besando chicos por ahí como si nada. ¿Cree que puede hacer lo que le dé la gana conmigo? Primero me besa y... ¿Y ahora me sale con que no quiere que la vuelva a besar? Já, suerte con eso.

No sé qué mierda pasó, en verdad no lo entiendo, todo fue muy rápido; dije e hice cosas estúpidas y después preferí salir de ahí antes de que metiera la pata aún más profundo. Estaba más furioso que nunca por cosas que no me habían pasado desde hace tiempo, por sentimientos que hasta hace poco estaban escondidos, por razones obvias, y necesitaba golpear algo con urgencia o gritar por lo menos.

No podía soportar tanto sin explotar de coraje y todo por culpa de esa... De esa chica bonita que de repente entró a mi vida y se volvió muy importante, quizás mucho más de lo que debía. Y... ¡Demonios! Estaba tan tranquila, como si le importara un cuerno lo que pasó. ¿Es que no siente nada por mí? ¿Ni siquiera un poquito de... no sé, amor? Y yo no puedo ser más imbécil, de verdad, ella me estaba rechazando, y justo en ese momento, después de todos los momentos que pasamos perfectos para hablar y que por imbécil no dije nada, ahí en el peor momento del mundo se me ocurrió decirle lo que sentía. Sólo se me ocurrió, gracias a Dios, y no lo dije. Sería demasiada la humillación y luego... ¡Aggh! Demonios, ella estaba sintiendo cosas por Niall, ni siquiera podía ser otro idiota al que le pudiera romper la cara con mucho gusto.

¿Qué carajo tiene él que no tenga yo? ¡Yo he pasado muchas cosas con ella! ¡Le ayudé con la jodida lista más extraña que la mierda! ¿Acaso no la trato bien? ¿No le doy cariño? ¡Al idiota de Niall apenas lo conoce, por Dios! La he besado varias veces, demasiadas, ¿no pudo empezar a sentir algo por mí?

Pateé una botella de vidrio que estaba tirada por la banqueta, voló por la calle y se estrelló con un estrepitoso sonido en el suelo. Me senté en una banca que estaba cerca, me había alejado un poco del apartamento, porque sólo quería estar alejado de ella, de su cara que me desconcertaba. Y por más que quise no pude enojarme con Linda, en realidad me era algo imposible, porque para empezar, ella ni siquiera tenía la culpa.

Pasé mis manos por mi cabello mientras suspiraba, y de repente era dolor lo que sentía, de repente me sentí patéticamente perdido por no tenerla de la manera que yo quería, porque mis celos eran sin sentido y yo no tenía ningún derecho de ponerme así. Como ella había dicho: no era mía. Y siendo honestos, jamás lo sería. ¿Para qué engañarme a mí mismo? Era obvio que no pasaría nada más entre nosotros. Ella no tenía la culpa por no sentir nada por mí, tampoco la podía culpar por sus sentimientos hacia Niall.

Linda me quiere y confía en mí como su mejor amigo, sólo eso, y no la puedo abandonar ni dejarla sola por esta tontería.

No podía estar más jodida mi vida.

De tantas chicas que conocía, lindas, simpáticas y totalmente alcanzables, ¿por qué diablos me tuve que enamorar de Linda? No era como si no fuera linda, ella era preciosa, la mujer más preciosa que yo hubiera visto. No era sólo simpática, ella era la alegría, simpatía y ternura en persona, nadie que la conocía lo podía negar, era imposible no contagiarse con su risa rara o que no te saliera una sonrisa al contemplar la suya; pero no era alcanzable, todo lo contrario, era la única mujer completamente inalcanzable, no sentía nada por mí y... Tampoco le quedaba mucho tiempo, como para poder cambiar sus sentimientos.

Había veces que lo olvidaba, solamente bloqueaba mis pensamientos para no tener que asimilar la verdad, para no crear más líos en mi mente y tratar de pasar el tiempo que me quedaba con ella como si nada pasara, como si nada fuera a pasar nunca, y como si nosotros fuésemos a estar juntos siempre. Así de maricón y cursi como sonaba, tal cual.

Ese día empezó tan perfectamente estupendo, todo estaba saliendo a las mil maravillas; cuando estábamos acostados en la cama fue genial, en verdad no hubiera podido estar con otra persona de esa manera, me hubiera aburrido y cansado de estar hablando de cualquier cosa, pero eso fue especial. Hubo momentos en los que ni siquiera decíamos nada, pero ella me miraba a los ojos y yo sentía como si me estuviera diciendo mil cosas. Después la besé, y me dejé llevar. Demasiado.

Cuando por fin la tuve de esa manera, fue tan irreal que hice todo asquerosamente mal; en lugar de hacerlo calmado, enseñarle que podía ser especial y lindo, como ella seguramente soñaba, me puse peor que un toro excitado y me apresuré mucho con la situación, deseoso de seguir; pero la espanté y la toqué de más. Ella estaba asustada y era obvio que nunca había hecho algo así en su vida. A lo mejor hasta le dejé un trauma. Y cuando se fue, aunque ella dijo que no estaba enojada y que todo estaba bien, yo aún seguía pateando mi propio trasero mentalmente por ser tan estúpido. Y entonces llamó Adaime, yo aún estaba caliente y le dije que fuera a mi casa, en ese momento no pensé mucho en cómo Linda se iba a sentir si sabía que ella había ido.

El caso es que fue muy idiota e irrespetuoso dejar que Adaime fuera al apartamento, y más aún coger con ella, pero no me arrepentía. ¿Por qué iba a hacerlo? Linda no se notaba muy dolida cuando le estaba chupando la lengua a MÍ mejor amigo. ¿Y Niall qué demonios pensaba? No era muy de "amigos" lo que había hecho, y él lo sabía, se estaba muriendo cuando los descubrí, porque nunca antes habíamos tenido un problema por chicas, nunca antes nos gustó la misma y mucho menos nos llegamos a pelear por alguna, pero claro, tenía que llegar Linda a poner todo de cabeza, como si fuera la única mujer del mundo. Aún así, se sentía como si entre Linda y yo nos hubiésemos engañado. Yo con Adaime y ella con Niall.

Al final me quedé como una hora sentado en la banca pensando en cosas estúpidas que terminaron por hacerme sentir mal, muy mal, casi triste; hasta que decidí volver de una vez, porque algún día iba a tener que hacerlo. No sabía qué iba a decir, no sabía cómo pedirle perdón a Linda, aparte de llamarla zorra, tratarla mal, casi violarla, le dije que no me importaba, cuando en verdad en ese momento era lo más importante para mí. Me levanté y caminé de nuevo con paso lento hacia el apartamento, pensando en cómo le iba a pedir disculpas por mis idioteces. Ideando el discurso perfecto para soltárselo en cuanto la viera. Saqué la llave de mi pantalón al momento en que salía del ascensor y tomé aire dramáticamente, dándome ánimos para ir a disculparme, cosa que nunca me gustó hacer, porque siempre he sido demasiado orgulloso.

Entré con cautela y sin hacer nada de ruido, esperando que ella estuviera... Ni siquiera sabía cómo debería de estar, si como si nada hubiera pasado o... enojada; de todos modos le tenía que pedir perdón.

Linda estaba tumbada en el sillón con su pijama puesta, su pijama de verdad, el pantalón y la camisa, ni siquiera se había puesto mis bóxers como las noches anteriores, y no estaba acostada en la cama, las cuales eran malas señales. Cerré la puerta y suspiré, por lo menos tendría más tiempo para planear bien lo que diría. Caminé hacia la cocina y mis entrañas se retorcieron de dolor cuando vi en la mesa un plato con comida; ella lo dijo antes de salir, estaba haciendo la cena, y yo salí diciendo que no me importaba, pero sí lo hacía, y mucho.

No era la cena, era el significado de ésta, era todo lo que implicaba. Mi mamá siempre cocinaba para mí, para ella y para mi papá, ponía tres platos en la mesa y lo esperábamos un rato, comíamos cuando estábamos seguros de que no llegaría y su plato se quedaba ahí para cuando él llegaba de ver a alguna de sus amantes. Lo cual era siempre en la madrugada.

Cuando yo me iba a dormir con alguno de mis amigos, o con mis tíos -lo cual era muy seguido- ella se quedaba ahí sola y seguía cocinando para él. Comía sola, pensando en todo lo que le lastimaba estar con un hombre así. Y yo lo sabía aunque ella me dijera lo contrario.

Linda comió sola, ella cocinó para mí y yo sólo me fui de ahí, gritándole.

Era un poco tonto ponerse a pensar en eso, pero era algo importante para mí, algo que no podía simplemente ignorar. Yo siempre quise ser un hombre bueno, atento o no sé, me conformaba con no ser como mi padre, no quería ser ni un poco parecido a él. Pero conforme iba creciendo, cada vez hacía más tonterías que me estaban llevando a la misma forma de vida que él.

The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora