Cap 20

440 20 0
                                    

Me había despertado ese día de la mejor manera posible, con los largos y fuertes brazos de Harry abrazándome con ternura y apretándome contra su cuerpo. Podía sentir su respiración calmada en el cuello, y en mi espalda el pecho de él subiendo y bajando a medida que respiraba. Nuestras piernas estaban entrelazadas y su otra mano estaba enredada en mi cabello.

Y en ese momento más que nunca deseé poder dar la vuelta y besarlo sin ningún miedo, despertarlo con un te amo, que él me sonriera y me besara más y más. Nunca pensé, cuando lo conocí, que terminaríamos siendo tan amigos, sólo amigos y claramente nunca más que sólo eso.

La verdad aunque lo apreciaba muchísimo, muchísimo como amigo, no quería que nuestra "relación" -si se podía llamar así- fuera simplemente eso: dos amigos muy unidos que se quieren mucho, al poco tiempo la chica muere y nada pasó entre ellos. Por lo menos quería llegar a ser su novia o... Algo por el estilo.

Lo amaba tanto, tanto, que realmente me asustaba un poco. Tenía "desesperada y no correspondida" tatuado con letras grandes en la frente. Quería despertarme todos los días entre sus brazos, quería ser su única mujer y que él fuera mi único hombre, quería pasar toda una vida con él, poder casarnos y tener muchos hijos bonitos. Pero por más que quisiera, que lo deseara con todo el corazón, nada de eso pasaría. Si, es estúpido, ridículo e infantil, y no debería estar pensando en matrimonio y en hijos a mis -casi- 17 años, pero estando con Harry lo único coherente que podía procesar mi mente era que quería amarlo y que él me amara por el resto de nuestras vidas.

Suspiré y traté suavemente de quitar el fuerte y sexy brazo de Harry que aprisionaba mi cintura, pero en el momento en que lo levanté el chico gruñó y me abrazó mas fuerte, haciendo que en mi estómago hubiera una revolución de mariposas enojadas.

Moví de nuevo su brazo, ahora con más fuerza, y logré salir de la cama para levantar la persiana y dejar el cuarto completamente iluminado. Harry no sintió nada, verdaderamente dormía como tronco. Me acerqué y me quedé parada sólo observando su rostro precioso.

En ocasiones Harry era el hombre más dulce, y otras veces era un estúpido insensible que no tenía idea de nada, era como un niño pequeño, haciendo bromas todo el tiempo, riéndose por todo, pero al mismo tiempo como un hombre maduro y amargado, preocupado e histérico.

Él era la combinación perfecta, ni mucho ni poco.

Su rostro era tan hermoso que no pude evitar rodear la cama, levantar una mano y acariciar ese lunar que estaba cerca de sus labios entre abiertos, los cuales parecían una invitación, la mejor de todas. Miré sus lindas pestañas castañas, largas y rizadas, acaricié el cabello que le caía en la frente y, sin querer, sin intenciones ocultas, de pura casualidad, mi mirada descendió a su cuerpo. Lo único que tenía tapado era una pierna, todo su cuerpo estaba al descubierto.

Miré a todos lados, apenada, sintiéndome peor que una pervertida y devolví mi mirada al perfectamente masculino y deseable cuerpo de Harry. Admiré su brazo estirado que hacía tan solo unos minutos me sostenía con fuerza. Me encantaban sus brazos, por Dios. Aunque las venas exaltadas se le veían raras, no podía negar que era la cosa más sensual del universo.

Decir que quería morder sus brazos sonaría aterrador... Pero cierto.

Miré con deseo también su espalda cuadrada, marcada y perfecta. Necesitaba con urgencia decirle que ya no durmiera con bóxers y menos con esos tan transparentes... Porque yo nunca, nunca jamás, había visto el trasero de algún chico como estaba viendo el de Harry -sí, yo era una especie de pervertida y cuando estaba con Abby veíamos traseros de chicos todo el tiempo, pero sólo por diversión, eso era diferente- me sentía diferente, eso era más... ¿Erótico? No, no, no eso, pero algo parecido... No podía dejar de verlo, y mi mano empezó a cobrar vida propia, de verdad: se estiró y tocó el trasero de Harry, pero entonces retomé el control, y terriblemente roja, alejé mi mano de ahí... Mi yo pervertida estaba contenta, pero mi yo santa estaba apenada por lo que acababa de hacer, y por supuesto no quería aceptar que también desearía que se viera "algo mas" del glorioso cuerpo de Harry... Ese algo estaba escondido entre el colchón, gracias a Dios. No quiero saber qué hubieran hecho mis manos inquietas si "ese algo" hubiera estado a la vista.

The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora