Llegamos a una Range Rover negra y Harry me abrió la puerta del copiloto como todo un caballero británico. No quería pensar en el hecho de que yo realmente me estaba montanto en el carro de alguien a quien a penas había conocido el día anterior.
No sé porque, pero si me hubieran preguntado qué carro consideraría para él, yo hubiera dicho que una Range Rover igual a esa. Siento que va con su personalidad.
Rodeó el carro y se introdujo en éste. Me sentía nerviosa, eso realmente parecía una cita aunque hubiera sido solo una salida improvisada.
Harry encendió el carro y prendió el aire.
- ¿Desayunaste? -preguntó antes de arrancar. Solo atiné a negar con la cabeza. Tenía mucha hambre -yo tampoco. ¿Sabes de algún lugar bueno?
-Sí, todos los domingos voy con Abby y Brad a La Choza Escondida, tienen unos wafles riquísimos, los mejores -dije, algo emocionada. Él arrancó.
-Bien. Serás mi GPS por ahora. -rió. -¿Por dónde queda? -preguntó, sin mirarme.
Le di las indicaciones más o menos entendibles, porque yo no sirvo para recordar calles o rutas, solo le decía por dónde ir.
- ¡Aquí es!
Aparcó en el estacionamiento casi vacío, se bajó y me abrió la puerta. De nuevo como un caballero.
Nos acercamos juntos a la hermosa casita de madera, escondida entre dos robles enormes. La vista era hermosa.
- ¿Es un restaurante? -preguntó Harry confundido.
La primera vez yo también había preguntado eso.
-Sí. Es una choza y está escondida. Ven, entremos -lo tomé del antebrazo y lo jalé hasta llegar a la reja, donde nos abrió un chico muy lindo que me reconoció.
-Buenos días -nos dijimos al mismo tiempo el chico y yo.
Solté el brazo de Harry un poco, apenada por tocarlo tanto y abrí la puerta de madera blanca.
Lo que más me gustaba de La choza Escondida era la decoración. Bueno, además de los wafles y la comida. Habían solo como diez mesitas de madera blanca esparcidas por el pequeño espacio, las paredes tenían un tapiz de flores tipo vintage que amaba, y colgaban cuadros de tonos rosa. El piso blanco y, como siempre, reluciente.
La gente que iba era casi siempre la misma y ya lograba reconocerlos, por lo que le sonreí a la mayoría de la gente.
Nos sentamos en una mesa pegada a la pared. Harry no dejaba de recorrer todo el lugar con la mirada.
- ¡Qué lindo lugar!-exclamó posando su intensa mirada en mis ojos. -es tan... Hogareño y cálido.
-Lo sé, es el mejor lugar que podrás encontrar para desayunar-le dije.
La señora Gaby se acerco a nosotros rápidamente con una tierna sonrisa. Era la anciana más dulce que conocía. Tenía ojos azules pequeños y brillantes y una sonrisa hermosa que te hacía confiar en ella. A pesar de sus 72 años, estaba muy conservada.
-Linda, cariño -me saludó y se acerco a mí para besar mis dos mejillas-que alegría de verte.
-Igualmente -le respondí- él es mi amigo Harry, lo traje para que conociera sus estupendos wafles.
-Ella dice que no hay lugar mejor que este y tiene razón, es hermoso -dijo Harry con una dulce sonrisa.
-Oh, muchas gracias, ángel. Soy Gaby -se acercó a él y besó sus mejillas - un placer conocerte, cariño. ¿Eres inglés?
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The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)
Fanfic~Adap. Cr: Naomi~ Es sorprendente lo ciego que fui, el tiempo que perdí pensando que lo inevitable jamás pasaría. Pero me equivoqué, y ese fue el peor error de mi vida...