The perfect bucket list » Harry Styles (Terminada)

Cap 21

{Harry}

Desde que la vi dudar en la esquina de la rampa supe que aquello no iba a terminar bien, luego se dejó caer de una manera un poco extraña y cayó de cara. En toda su cara, de una, fuerte.

Me deslicé a su lado lo más rápido que pude, ella seguía boca abajo sin moverse.

- ¿Estás bien? -preguntamos todos al mismo tiempo. Le dimos un minuto para recuperase pero aún después de eso ella no se movía y yo me había empezado a asustar de verdad. La empecé a mover como a una muñeca de trapo.

- ¿Te lastimaste mucho? -le pregunté asustado. La tomé de la cintura y la levanté para ver si se había reventado la boca o algo así, ella quitó mis manos con violencia.

-Déjame, Harry... Acabo de hacer el ridículo más grande de mi vida, me superé a mi misma -murmuró enojada, se volteó arrebatadamente y se sentó de frente a todos con su linda carita roja y el ceño fruncido.

-Pero... ¿Estás bien? -le preguntó Louis preocupado.

¿Por qué tanta preocupación, eh?

-Estoy bien -mintió. Hubo un silencio entre nosotros donde todos la mirábamos a ella, porque nadie se tragó el cuento de que estaba bien. De la nada, sin aviso alguno, Linda soltó una carcajada, rara y fea, como siempre, y empezó a reír fuertemente. Después de eso todos empezamos a reír -caí como enferma.

-Fue gracioso, tú eres graciosa -logró decir Zayn entre risas.

Seguimos riendo un rato, después Linda aceptó que se había lastimado el brazo pero nada grave o fuerte y reímos un poco más. Cada cosa que salía de la boca de Linda tenía gracia, no sé cómo lo hacía, simplemente todo se escuchaba gracioso.

Ella platicaba muy alegremente con Louis y Zayn, quizás demasiado para mi gusto... Por eso justamente no le quería presentar a mis amigos, ella... Ella era muy alegre y muy hermosa y genial y mis amigos se enamorarían de ella seguramente y... No es que esté celoso. Es sólo que no me gustaría que me cambiara por ningún chico y menos por un amigo mío... ¿Qué tal si de pronto ella decide que ya no quiere ni siquiera vivir en mi apartamento y se va a vivir con Louis o con Zayn?

Annie apareció después de un rato y nos saludó a todos. Ella era una chica linda y divertida, de hecho me gustó un tiempo cuando estaba en el colegio. Nada importante, era sólo que parecía chocar con ella en los pasillos todos los días. Era raro y yo como que me interesé en ella un segundo, pero después llegó Adaime.

-Hola, guapa. ¿Viste mi caída? Soy la mejor en esto, debimos haberlo grabado. ¿No crees? -bromeó Linda. Todos reímos.

-Hola y sí, sí la vi y debo admitir que me reí un segundo... ¿Estás bien? -Linda bufó e hizo un movimiento con su mano derecha, como si la pregunta careciera de importancia.

-Claro que sí, sólo hice un ridículo como los que hago todo el tiempo, no es algo nuevo y no es para tanto -se encogió de hombros.

Ella y Linda se alejaron de repente y comenzaron a platicar como a escondidas. Los chicos tomaron sus patinetas y fuimos a las rampas. Luego de un rato las chicas llegaron con nosotros y se quedaron ahí viéndonos patinar.

{❤}

-Y bien... ¿Qué te parecieron mis amigos? -le pregunté. Ella sonrió y dejó el tenedor en su plato.

-Son lindos, supongo -se encogió de brazos- y divertidos... ¿Por qué preguntas?

-Curiosidad, simple curiosidad -y eso era, como ya había dejado claro, no eran celos, era sólo... Un dolor en el estómago como si te lo estuvieran pellizcando y un instinto de boxeador, pero nada realmente grave -en la mañana dijiste algo de que lo siguiente en tu lista era loco.

-Ah... -sonrió y bajó la cara apenada. Demonios, ella es demasiado linda a veces. Bueno, siempre -es... Hacer un grafiti en una pared.

- ¿Qué... es en serio? -Ella asintió- pero... ¿Por qué un grafiti? Es... No lo sé, extraño.

-Lo sé, pero eso quiero. ¿Me vas a ayudar? -preguntó viéndome fijamente con esos ojos chocolate tan profundos.

Y aunque de verdad algunas veces me gustaría decirle "no, estás loca" no iba hacerlo jamás, porque podría estar muy loca pero era MÍ loca y haría cualquier cosa por ella. Aunque fuera ilegal, y eso.

-Claro -contesté en un suspiro.

-Pero no con latas de spray. Me gustaría hacer un mural, no tanto un grafiti -yo la miré un poco confundido- o sea, rayar una pared pero con pintura en lugar de con spray.

-Oh, pues supongo que eso estaría mejor, ¿no? Un poquito menos ilegal -reímos y seguimos comiendo -ehm... ¿Puedo preguntar de qué hablabas con Annie?

-De cosas -contestó bajo y masticó su pasta. ¿De cosas? ¿Qué se supone que significa eso? -cosas de chicas.

-No me vengas con eso -mascullé molesto- ¿De cuándo a acá necesitas hablar cosas de chicas? ¿Y por qué no me quieres decir qué cosas?

-Soy una chica y Annie también, por si no lo habías notado -otra vez con lo mismo de que no noto cosas obvias -son cosas que ni te importan ni entenderías.

- ¿Ahora me tratas de tonto? Seguramente hablaban de tipos guapos -supuse lo último haciendo voz de niña. Era una idea que no me agradaba del todo, pero podía manejarlo... ¿A quién engaño? Sólo suponer que Linda se fijara en otros tipos me daba dolor de cabeza.

-Pues sí, estábamos hablando de tipos guapos. ¿Cuál es el problema? -Me miró con obviedad- de seguro tú hablas de mujeres todo el tiempo con tus amigos, ¿y me ves quejándome? ¡No! Así que no seas machista.

-Oh por Dios, no soy machista. No tiene nada que ver, y además eso es completamente diferente, no es lo mismo -aseguré.

-Como digas, yo puedo hablar de lo que yo quiera con mi amiga.

-Uy, sí, mi amiga -la imité haciendo muecas. Ella trataba de parecer enojada pero una linda sonrisa traviesa se estaba formando en su rostro. Me levanté de mi asiento al frente de ella y me senté a su lado en el sillón. Empecé a pellizcar despacio sus lindas mejillas rojas -mírenme, estoy enojada con el chico más lindo, hermoso y sexy del mundo...

-Presumido -murmuró tratando de contener la risa y me empujó de manera juguetona.

Pasé un brazo por sus hombros y me reí, la abracé contra mi cuerpo y sí, estaba consciente de que esos últimos días había estado como acosador, sobre ella todo el tiempo. Ni siquiera sé por qué. De todos modos, ya que estábamos ahí, empecé a repartir cortos besos en toda su cara bonita. La sentí estremecerse entre mis brazos y unas ganas tremendas de besarla me recorrieron todo el cuerpo, como siempre.