Capítulo 23: ¿Primos?

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Capítulo 23 Temporada 2: ¿Primos?

—¿Fuutarou, Fumiko? —pregunta Takebayashi. Sin embargo, estos no respondían para nada.

Suspiró ella, molesta. Al parecer, se había desmayado.

"Aun así, me lo sabrosearé", fue a buscar agua caliente.

Se dirigió al baño, tomando uno de los vasos de ahí y llenándolo con agua caliente para acercarse al chico. Sin embargo, escuchó cómo tocaban la puerta, maldiciendo por eso.

"¡Malditos, hijos de pu...!" gritó en su mente.

—¿Quién es? —pregunta Takebayashi.

—Soy yo, Itsuki. Quería hablar con Fumiko sobre algo... de Fuutarou.

—Ah, pues él está dormido —responde sin recordar el género en el que está.

—¿Él? —cuestionó Itsuki, extrañada, forzando la entrada.

"Demonios, y yo que quería..." ignoró eso y abrió la puerta.

—Sabes, estaba hablando con Fuutarou por teléfono, pero ya le ganó el sueño. Recuerda, son las 11:30, y en el caso de Fumiko, cayó dormida hace más de veinte minutos —justificó ella, riendo.

—Ya veo, pero me extraña bastante eso. ¿De qué hablaban? —pregunta Itsuki.

—Chismosa, eso es secreto, pero te lo diré: la verdad es que estoy enamorada de él —dijo Takebayashi, riendo.

—¡¿Pero sabes que él está comprometido?! —pregunta Itsuki, alterada.

—¿Comprometido? —se extrañó Takebayashi y recordó lo que había dicho la otra vez.

"Entonces fue cuando me vi obligado a mentirle a la castrosa", recordó Takebayashi lo que dijo Fuutarou el día de su reencuentro.

—Así que esa fue la mentira —murmura Takebayashi, aunque era audible para la pelirroja.

—¿Mintió? —Se sorprendió la chica.

—Ah, eso... bueno, depende. Esta lindura de aquí no está comprometida con él, al contrario, son primos, muy, muy cercanos —mintió la azabache.

[Autor: ¿Norteño?]

—Ya no entiendo nada. ¿Todo está bien entre estos dos? — pregunto Itsuki.

—Detalles, a Fumiko le gusta molestar a Fuutarou con eso de la relación, tan norteña. —Siguió con la mentira.

—Vaya... Ehm, eso explica muchas cosas —dijo aliviada, por alguna extraña razón.

—No me digas que tú también estás enamorada de Fuutarou. —Se sorprendería esta.

—Él no me gusta —dijo con seriedad.

—¿Ah? Pero si te alegras de que no estén comprometidos... —dijo Takebayashi.

Si dos más dos son cinco.

...

Veinticinco y veinticinco dan ciento cinco.

Entonces...

—Bueno, es que...

Ella estaba roja de la vergüenza.

—Oh... —Miró a Fumiko, y Itsuki solo dio la vuelta para huir— ¡Vuelve acá, Kirby!

—¡No me atraparás con vida!

—¡Get over here! —gritó Mizaki.

—¡Señoritas, ¿por qué hacen tanto ruido?! —Vino a salvar a Itsuki la maestra, que regañó a las dos por el escándalo.

—Perdónenos, maestra —dijeron al unísono.

—No dejan dormir. —Suspira con cansancio—. Bien, veo que Fumiko se quedó dormida con su ropa normal... ¿trae algo de ropa para dormir?

—Sí, él... la trae una pijama, creo —responde Takebayashi, riendo.

—Bueno, despiértala para que se la ponga.

Indicación rara por parte de la maestra, ¿No?

—Claro, lo haré. —Era un premio para Takebayashi, sabía que él no despertaría.

—En tu caso, señorita Nakano, regrese a su habitación.

—Bien —reprochó Itsuki, pero estaba molesta de no ver a Fumiko.

—Seguido de esto, espero que mañana despierten temprano y no se duerman a la una de la mañana —Se retiró la maestra.

[Autor: Damn *viendo la hora en su reloj* 1:51 am]

Pasado un tiempo, Takebayashi solo sonrió, cerró la puerta con seguro y comenzó a desvestir a Fuutarou tras haberle echado agua caliente.

Aunque quería hacer muchas cosas, el hecho de que Fuutarou estuviera dormido/inconsciente no ayudaba nada, ya que ninguna reacción en su cuerpo aparecía.

—Ni con la técnica suprema de Alya Rusa pasé —Se refiere a la patada que esta tipa mete, no otra cosa.

Takebayashi miraba a Fumiko, profundamente dormida en el suelo, considerando lo graciosa que se veía en esa posición tan vulnerable. Aprovechando el momento, le lanzó un poco de agua caliente en el rostro, intentando despertarla. Pero al ver que Fuutarou volvía y solo se movía ligeramente sin abrir los ojos, Takebayashi sonrió para sí misma.

"Esto va a ser interesante...", pensó, acercándose un poco más y susurrando en tono burlón.

—¿Qué pasa, Fumiko? ¿Te cansaste de molestar a Fuutarou? —preguntó coqueta.

Sin embargo, solo un leve gemido salió de los labios de Fuutarou. Al notar que la situación se volvía menos divertida y que el cansancio empezaba a afectarla, Takebayashi decidió echarle agua fría y dejarla tranquila para así ella acomodarse para dormir.

Al día siguiente...

Los primeros rayos de luz iluminaban la habitación cuando el despertador de Takebayashi sonó, sacándola del sueño. Se desperezó y notó que Fumiko ya se había levantado y estaba mirando las prendas de ropa de mujer que llevaba.

—Bueno, volví, pensé que quedaría inconsciente para siempre.

—¿Qué cosa? —preguntó Takebayashi.

—Bueno, algo que luego te explicaré y que me pasa por esto de mi doble personalidad —hablaría Fuutarou.

Así que no quedó más que arreglarse para dirigirse al comedor y desayunar algo. Una vez que tenían la barriga llena (Itsuki tardó hora y media en llenarse), para que el autobús los llevara al campamento sanos y salvos.

Las tres atracciones del día: esquiar, escalar o pescar. Entre nuestros jóvenes, pensaron que sería buena idea. Fumiko quiso ir a pescar, pero la mandaron por un tubo. Para rematar, se equivocó de medida. Las demás chicas estaban comenzando a reunirse, listas para el primer día en las pistas de esquí.

Fumiko se acercó a Takebayashi con una sonrisa medio burlona y un tono relajado.

—Parece que hoy alguien tendrá que intentar esquiar y sobrevivir sin caerse... ¿Lista? —Sonrió la chica. Takebayashi rodó los ojos, sin querer admitir que los deportes de invierno no eran precisamente su fuerte.

—Si sobrevivo a este día sin romperme algo, será un milagro —respondió, con una mezcla de sarcasmo y nerviosismo.

Ambas salieron a reunirse con las demás en el vestíbulo, donde una animada Itsuki ya las esperaba.

—¡Vamos! —dijo Yotsuba entusiasmada—. ¡Esquiar es muy fácil! Solo tienes que mantener el equilibrio... y no mirar hacia abajo.

Takebayashi tragó saliva al escuchar eso, pero trató de mantener la compostura. Las chicas se prepararon para salir al área de esquí, equipadas con sus trajes y el equipo necesario, listas para enfrentar el reto.

—Tranquila, tampoco lo entendí a la primera —dijo Yotsuba.

Vaya día, pero la noche sería peor.

Fin del Capítulo 3 de la temporada 2.

Fuutarou ½Donde viven las historias. Descúbrelo ahora