Capítulo 12: Entre dilemas y problemas

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Capítulo 12: Entre dilemas y problemas

— Al menos nos salvamos. Itsuki estuvo a punto de descubrir tu secreto —dijo Fumiko. El chico estudioso de actitud arrogante y a su vez sería asiente.

— Dirás nuestro secreto, también te incluye a ti esto —dijo Fuutarou.

La chica asiente siendo ella quien reside en el cuerpo en ese momento. La noche se apodero de Japón, todos descansando, al menos solo la familia Uesugui —excepto el padre, Isanari, puesto que tenía aún que trabajar—. Fuutarou vaga por la mente de Fumiko, como una figura etérea que no tiene forma en particular y, que aunque se acerque e intente tomar su mano, jamás sera tocado.

— ¿Crees que sospecha algo? —cuestiona Fumiko. Fuutarou lo pensó un poco, tal vez si, tal vez no, la verdad era que para al menos su poco entendimiento de Itsuki, ella podría ser impredecible. Creyó sus mentiras, puede que está vez también.

— No lo sé, esperemos que no — expreso Fuutarou.

Fumiko suspira, estiró un poco sus brazos y cerró los ojos. El sueño había llegado a ella abrazándola con fuerza. Fuutarou para la sorpresa propia de el, no sentía hambre ni sueño, tampoco podía sentir.

— Mañana será otro día. Buenas noches Fuutarou —dijo Fumiko. El chico responde:

— Si, buenas noches —dijo Fuutarou. La chica durmió profundamente pasados los primeros minutos —unos cinco minutos para ser exactos—, Fuutarou se mantuvo pensativo en ese lapso de tiempo.

"¿Esto se siente ser tu? ¿Acaso este es tu sufrimiento? Si es así, me entristece pensar que has estado así por los últimos años en que está maldición llegó a mí" se cuestiona mentalmente.

"No siento ni una pizca de sueño, tampoco puedo sentir mi propio cuerpo, es como ser yo, pero a su vez, tampoco lo soy. Pienso y hablo, pero los demás no pueden verme. Se siente tan solo aquí, como una cueva en lo profundo del bosque. Solo el eco de mi propia voz resuena por mi mente, solo tu me escuchas". Pensó el azabache.

"Tal vez debí ser más amable contigo, creo que esto no es bueno para ti, para nadie lo es". Pensó de nueva cuenta Fuutarou. Mientras Fumiko dormía, el se mantuvo despierto toda la noche, sin sueño, tan solo lanzando preguntas sin sentido. Estar en la misma posición que Fumiko, de alguna forma, se sentía tan solo.

"Hoy mi hermano estuvo raro". Pensó Raiha. Recordo un poco la actitud de Futarou hoy, además de también las palabras de Itsuki. No dejo de pensar en eso toda la noche... En algún lado de una carretera de Japón, Itsuki la quinta hermana, miro por la ventana del taxi en un momento de reflexión.

"¿Será que ellos dos están peleados?" Pensó Itsuki. Al menos en las fotos no era visible un amor juvenil como el que ella imagina.

De hecho, no recuerda un solo momento en el que ambos estuvieron juntos.

Tal vez una pelea de novios, o incluso dilemas sentimentales entre ellos dos. Tal vez Futarou trabaja demasiado que no tiene tiempo para estar con Fumiko, y de ser así, entonces tal vez ella pueda ayudar. Le gusta ayudar, su madre solía decirle que, si tiene la oportunidad de ayudar a alguien con su vida; entonces debería hacerlo.

"Creo que podría ser de ayuda, tal vez pueda preguntarle a Fumiko un poco más de su relación con Fuutarou." Pensó Itsuki. El conductor se detuvo a lo que ella se bajo del taxi, además de que  sonríe mirando al cielo, aprieta el puño y se da animos en su mente.

"¡Se que puedo ayudar! Tu tranquila Fumiko-Chan, tu amiga Itsuki te ayudará a que mejore tu noviazgo con Uesugui-Kun". Pensó Itsuki. Y sin saberlo, en lugar de ayudar causaría más problemas, entre dilemas y problemas, la vida de Fuutarou siempre está cambiando. Siempre surgen nuevos problemas para el chico, el autor de su vida parece no ayudarlo en absoluto.

Tomo aquella nota pegada a la paleta del pupitre donde solía sentarse. Futarou siendo el chico más desinteresado ante estos problemas dejaría la nota donde la encontró sin leerla, sin embargo; Fumiko era distinta a el. Con emoción leyó la nota sin prestar atención ante un Futarou molesto cuestionando su decisión.

— Te espero en la azotea terminando las clases —leyó Fumiko. La curiosidad le invadió en ese momento, se pregunto mil veces quien podría haber escrito aquella nota que le provoca dudas ante la sorpresa y curiosidad que sentía —aunque estando Futarou acostumbrado a los halagos dirigidos a Fumiko— ella sonrió mientras sus mejillas se tornan de un color rojizo tenue.

— ¿Quién habra escrito tan hermosa carta? —se pregunta Fumiko. Fuutarou cortante le responde:

— Fue Itsuki — le responde Fuutarou, con un tono serio y frío. Fumiko pensó:

"¿Por qué lo dices?" Pregunta Fumiko. Fuutarou siendo el chico más serio del mundo, o al menos de su escuela le responde:

"He visto bien la letra de cada una de esas idiotas, y créeme que se muy bien que es ella por su letra". Pensó Futarou, con un tono molesto. La chica de incomparable belleza y figura endeble de la cual todos los hombres piensas proteger se sentó molesta en el pupitre. Infló sus mejillas un tanto molesta formando un puchero con sus mejillas.

"Siempre arruinas las sorpresas". Pensó Fumiko. El chico adicto a los estudios le responde cortante.

"Tan solo busco lógica". Le respondió mentalmente Futarou. La chica no le prestó atención y, en cambio, miro al frente. Futarou suspiro ante la ignorancia de la chica de nombre Fumiko, siendo ella una total niña para el, o al menos por momentos juraba que su forma de actuar y hablar era la de una niña.

Una niña que no pudo vivir como quería.

— Con eso terminamos la clase de hoy. Pueden irse jóvenes —afirmo el maestro.

Los estudiantes frustrados ante tanta tarea que habían dejado abandonaron el salón en cuanto pudieron. Nadie quería estar en la escuela (Excepto el comelibros Fuutarou). Mientras Fumiko guarda sus cosas en la mochila lanzo una pregunta a Fuutarou.

"¿Crees que debería ir?" Pensó Fumiko. El chico lo pensó un poco, tal vez podrá sacar de esto algo bueno, incluso podría ganar ventaja con Itsuki y así enseñarle un poco en las tutorías. Aunque aún cabía la posibilidad de que fuera un llamado idiota sin sentido.

"Está vez te lo dejo a tu criterio, no quiero pensar mucho por ahora". Pensó Fuutarou. Fumiko asiente y partió a la azotea de la escuela. Llegando ahí se poso frente a Itsuki quien la miraba sería.

— Me alegra que vinieras, Fumiko-Chan —dijo Itsuki. Fumiko asiente sin saber que hacer o decir, los nervios la invaden, pero también la curiosidad le carcome. Itsuki abrió la boca y susurro unas palabras...

— Fumiko... —susurro Itsuki, y así, el autor termina el capítulo dejando al lector como un idiota.

Continuara...

Fuutarou ½Donde viven las historias. Descúbrelo ahora