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20/10/2024
"Sabía que Gavi volvería a jugar hoy. Me encantaría verlo, pero hoy también es nuestro partido contra el Levante. Vaya mierda tener que jugar al mismo tiempo que el Barça masculino; quería darle mi apoyo a Gavi, después de todo, era mi mejor amigo.
Pero ese no era el verdadero problema. Lo que realmente me dolía era enterarme por la tele de que Gavi está en una relación. ¿Cómo me entero así, si soy su mejor amiga? Lo sabía, tenía la intuición de que estaba en algo con alguien, pero no sabía exactamente con quién..."
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El despertador sonó temprano, y me levanté con esa mezcla de emoción y tensión que me invade cada día de partido. Hoy jugaríamos contra el Levante, y estaba decidida a dar lo mejor en el campo. Ya en el autobús hacia el estadio, el ambiente estaba cargado de expectativas. Mapi, mi hermana, estaba en su mundo, concentrada como siempre, mientras yo miraba de reojo el móvil, revisando una última vez si Gavi me había escrito. No había mensajes nuevos, y con un suspiro dejé el teléfono a un lado.
Nos cambiamos en el vestuario mientras el entrenador daba las instrucciones. Escuchaba atentamente, pero en el fondo, una parte de mí pensaba en el partido de Gavi. Sacudí la cabeza, tratando de concentrarme. Había entrenado fuerte, y sabía que el equipo necesitaba cada jugadora al 100%. Al menos, no podía fallar.
Minuto 0: Comienza el partido
Salimos al campo, el estadio estaba lleno, y las gradas vibraban con el ánimo de la afición. Al sonar el pitido inicial, mis nervios se desvanecieron. Todo lo que importaba ahora era el balón y mi equipo.
Minuto 13: Gol de V. López
Los primeros minutos fueron tensos, pero pronto logramos dominar. En el minuto 13, logramos la primera anotación. ¡Vicky López! Tras una jugada impecable, consiguió colarse entre la defensa del Levante y definió con precisión, marcando el primer gol. Corrimos a abrazarla; el ánimo en el equipo estaba por los cielos, y sentíamos que el partido estaba a nuestro favor. "¡Vamos, Barça!", gritaba mientras aplaudíamos. Nos miramos todas con la determinación de llevarnos la victoria.
Minuto 23: Autogol de C. Coll
Pero el fútbol puede cambiar en un segundo. Apenas diez minutos después, un centro mal despejado por nuestra defensa chocó en la pierna de nuestra portera, Coll, y... ¡gol en propia puerta! Nos quedamos congeladas un segundo, sin creerlo. Miré a Coll, y asentí, tratando de darle ánimos. "Vamos, que no pasa nada," le dije con una sonrisa. No íbamos a dejarnos caer tan fácilmente.
Minuto 36: Gol de Francisca Nazareth
Ya cerca del final del primer tiempo, intenté hacer una jugada. Con el balón a mis pies, avancé rápidamente hacia el área. Sentí a una defensora del Levante pisándome los talones, pegada a mí. Decidí pasarle el balón a Francisca Nazareth, quien estaba desmarcada y en mejor posición para definir. Apenas le hice el pase, cuando la defensora me empujó fuerte por detrás, y caí al suelo sintiendo un dolor agudo en la pierna derecha.
