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Los días pasaron hasta volverse meses y completar un año entero, ese fue el tiempo en el que el Chavo estuvo fuera de la vecindad...

Era Lunes por la mañana, el Chavo mirada a través de la ventana, anhelaba estar nuevamente en la vecindad, quería volver a jugar con sus amigos, con Quico especialmente..

Llegando a su destino, doña Nieves, Chilindrina y el Chavo saludaron a el señor Barriga, el cual les dió la bienvenida a la vecindad.

Doña Clotilde que había salió a tender su ropa, les dió la bienvenida pero poco después preguntó por don Ramón.

Ch: Mi papi se quedó para atender algunos asuntos así que yo y el Chavo estamos al cuidado de mi abuela.

C: Eso eso eso. -moviendo su dedo-

Doña N: Si nos disculpa, llevaré a los niños adentro, de seguro tienen hambre, no?

Los niños responden brincando de emoción ya que van a desayunar. No había nada en la casa pero por suerte doña Nieves había guardado algunos alimentos en su equipaje.

Limpiaron antes de comer lo que la señora mayor estaba preparando. Una vez desayunado, la Chilindrina invitó a jugar al Chavo, éste no quiso porque recién habían comido pero al final terminó aceptando.

En el transcurso del juego, Chavo se tropezó y para evitar golpearse con el piso, agarró una sábana que había en el tendedero pero eso no le sirvió, igualmente estancó su cara en el suelo.

Doña F: Mira lo que haces! Qué no vez? -pregunta molesta-

C: Fue sin querer queriendo.. -frotando uno de sus tirantes-

La mujer habría los ojos como platos al ver a aquel niño pero después su expresión cambió a una de odio debido a que aún no olvidaba lo que había pasado un año atrás.

Doña F: Tú que haces aquí? Qué no te habías ido? Por qué regresaste?

C: Yo.. eh.. -sin saber que decir-

Doña F: Nadie te pidió que vuelvas así que no veo la necesidad de que estés aquí.

Doña N: Esa no es manera de tratar un niño. -comenta molesta ante la actitud de Florinda-

Doña F: Qué tiene de niño ese? -refiriéndose al Chavo- A todo esto, quién es usted?

Doña N: Soy Doña Nieves Frías Viuda de Limón Aguado y no permitiré que se dirija al chavo de esa manera.

Doña F: Escuche anciana. -sobando su frente- Ese niño al que usted está defendiendo, abusó de Mi Hijo, sabía eso?

Doña N: Lo se, él me lo confesó pero no es manera de tratarlo.

Doña F: Cómo se trata a alguien que viola el espacio íntimo?

Doña N: De la misma forma que el resto, es de humanos equivocarse y cometer errores de eso se aprende. Admito que lo que hizo él estuvo mal, no le voy a dar la contraria pero no fue de la manera que usted lo resalta.

Doña F: Entonces?

Doña N: Ell-.

Ch: Bisabuela, vamos adentro, no me cae bien esa señora. -comenta refiriéndose a Florinda- Esa es la bruja que golpeaba a mi papito. -agregó-

Doña F: Así tu eres la hija de don Ramón? Entonces si tú estás aquí... Tú también debe estar. -se quejó- Volvimos a lo mismo.

Después de decir eso, doña Florinda entró a su casa.

Ch: Vieja chancluda. -ofende molesta-

Doña N: Chilindrina. -mirando a la mencionada-

Ch: Perdón es que era verdad, tu sabes lo que papá pasó con esa mujer.

Doña N: Sí pero no ganamos tratándola de la misma manera, qué decía tu padre al respecto?

Ch: Que la venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena.. -responde-

Cuando ambas voltearon a ver al Chavo, éste ya no estaba allí, tal parece que salió de la vecindad una vez que doña Florinda le dijo que se fuera.

Él ahora se encontraba en el parque, estaba sentado en una banca evitando llorar por lo de hace, jugaba con sus dedos para no pensar en ello pero una familiar voz le habló.

R: Hola Chavito. -saluda amablemente-

C: Rosita! -menciona para poco después abrazarla- Cuanto tiempo sin verte, qué te trae por aquí? -pregunta separándose de ella-

R: Nada más pasaba a visitar a un buen amigo. -refiriéndose al Chavo- De echo.. siento que no estás bien, te pasa algo?

C: No es nada de lo que debas preocuparte... -responde al instante-

R: Claro que debo! Soy tu amiga. -responde casi a grito-

C: No lo enteras...

R: Eso es lo que tu crees. -suspirando- Se qué estás así por lo que pasó esa noche..

C: L..lo sabes? Cómo lo sabes?! -pregunta exigiendo una respuesta-

R: Digamos que.. un pajarito me lo dijo.. -responde mientras frotaba su cuello-

Chavo colocó sus manos para cubrir su rostro, cualquiera diría que era por qué estaba avergonzado pero no fue así ya que empezó a llorar. Él estaba consiente de que lo que hizo con Quico estuvo mal pero no quiere tocar ese tema, no quiere ser juzgado ni ser recordado por ello.

Rosita lo abrazó mientras le daba palmaditas para tratar de calmarlo. Ella entendía a la perfección como se sentía su amigo y por eso le brindó su compañía.

C: Solo queríamos estar juntos... snif* (Pi, pi, pi, pi, pi, pi...., Pi, pi, pi, pi, pi, pi, pi...)

R: Lo se.. -dice sin terminar el abrazo-

Comenzar De Nuevo (Chavo×Quico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora