Estaba yo mirando mi reflejo en el espejo, aún nervioso luego de mi gran accidente en la alfombra, cuando...
—Okey...
—Vamos, señor Tom.
*¡GRUBBP!* *¡FWAFF!*
... colocando sus manos debajo de mis axilas, Juliette y Sandra me levantaron rápidamente y del suelo y me cargaron entre las dos, llevándome a la mesita de cambio.
Ahí:
—Okey... parece que él ya está listo para unos como estos —dijo Sandra, abriendo su morral y sacando algo.
"¿Mmh?", me dije, bastante curioso, volteando a ver qué era.
Se trataba de una extraña clase de pañal de color azulado, solo que mucho menos grueso y más parecido en su forma a una prenda tipo ropa interior.
—¡Calzoncitos entrenadores! —dijo Sandra, al darse cuenta de que yo me les quedaba viendo; y sonriendo con todos los dientes, levantó el paquete hasta colocarlo junto a su cara, como si modelara para un comercial.
—Okey, vamos a ponérselos —Juliette puso de inmediato manos a la obra.
—Venga acá, señor Greer —dijo Sandra, levantándome por la cadera hasta despegar mis pies descalzos del suelo.
Mientras, Juliette me subió el "pañal entrenador" por las piernas, hasta que...
*CLAP*
... la prenda cómodamente se ajustó a mi cintura.
"Ohhh...", suspiré aliviado, mirando hacia abajo, al encontrarme por fin vestido y listo.
Estar desnudo frente a mis alumnas era bastante vergonzoso, así que, por vergonzoso que de cualquier modo fuera usar un "calzoncito entrenador" esto me hacía sentir más tranquilo. Y también me reconfortó que esta vez no hubieran tenido que "cambiarme el pañal" en forma... nada de talco o crema de bebé aplicadas sobre mis pompitas.
—Muy bien. ¡Ahora vámonos para la sala! —Juliette proclamó.
Y mis dos alumnas, agachándose ligeramente, me llevaron de la mano –una de cada lado– a través de la sala, guiando mi torpe caminar.
"¡!", al comenzar a andar, no pude evitar ser embargado por una nueva y rara, al principio incómoda, sensación.
Caminar con esa inusual ropa interior –más gruesa que una trusa pero más delgada que un pañal; forrada de plástico por afuera y de algodón por dentro– era extraño, haciéndome experimentar con cada paso, con una sensación tibia y tersa.
Pero además...
*CCRRK* *KRRSHH...*
... ese extraño sonido de crujidos que hacía cada vez que movía las piernas... no se sentía como un pañal pero tampoco exactamente como ropa interior, sino la que quizás era la más inquietante mezcla de sensaciones que hubiera tenido, sin duda.
No sabía si sentirme más seguro o más atemorizado de perder el control de mi orina mientras llevaba puesto eso.
Pero en fin...
Apenas era mediodía y a mis ex alumnas y a mí aún nos esperaba una gran travesía.
Por suerte, durante aquella mañana pude relajarme por un par de horas. Mientras mi 'mami' Juliette estaba ocupada con algunos trámites estudiantiles, pasé un rato con Sandra. Sabía que ella era rara y hippy, pero aún no había descubierto lo divertida que podía ser.
Mientras era mi alumna, ella había sido miembro de los clubes de teatro y de danza, y era normal verla por ahí recorriendo la escuela en atuendos extraños, ensayando poses y pasos de baile de lo más estrafalario (algunos clásicos, algunos de moda, otros más inventados por ella misma).
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En brazos de mi alumna
RomanceThomas Greer es un joven profesor universitario y toda su vida ha estado solo, pero el entrar en relación con una de sus ex alumnas cambiará su vida para siempre...