"𝑳𝒂 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒎𝒐𝒏𝒕𝒂ñ𝒂 𝒓𝒖𝒔𝒂"

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En la montaña rusa de la vida, dos jóvenes se conocieron,
uno, un Alfa indiferente, con mirada de acero,
el otro, un Omega, con orgullo roto y corazón herido;
sus caminos estaban cruzados en un vaivén de emociones.

El Alfa, altivo, con su indiferencia como escudo,
miraba al Omega sin ver su dolor,
mientras el Omega, con su orgullo hecho añicos,
luchaba por ser visto, por ser comprendido.

Subían y bajaban en la montaña rusa de sus días,
con cada giro, sus diferencias se acentuaban,
el Alfa, en su torre de soledad, se mantenía,
el Omega; en su valle de tristeza, se perdía.

Pero en cada vuelta, en cada caída,
había un momento, un destello de esperanza,
donde el Alfa bajaba su guardia, aunque fuera un instante,
y el Omega, con su corazón abierto, se acercaba.

Así, en la montaña rusa de sus vidas,
aprendieron que la indiferencia y el orgullo
eran solo sombras que ocultaban la verdad,
y que en el fondo, ambos buscaban lo mismo:
ser aceptados, ser amados, ser comprendidos.

𝐿𝑎𝑧𝑜//𝑆𝑎𝑡𝑜𝑆𝑢𝑔𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora