capitulo 29

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Los días no pasaron desapercibidos para Bill.
Había frecuentado a Tom de la misma manera: lo había dejado entrar a su casa, dormir en su
cama; le había acompañado a presentar su tesis y también había ido a cenar con su familia y
festejar con sus amigos. Pero evitó beber, evitó ser más cariñoso de lo regular y, también,
trató de no hablar mucho sobre sus vidas. Quería enfriar un poco su relación, no confiar
ciegamente en él.

Y así de rápido pasaron dos meses, en los que fue bajando la guardia y creyó que su relación
con Tom era ya igual a la de antes, donde sus mimos eran recíprocos e igual de intensos, en
los que compartían cama y departamento como si fueran un par de casados. Y se sentía bien.
Quiso continuar con el estarse conociendo para culminar en una relación, pero, si lo pensaba,
realmente ya estaban en una, sólo faltaba formalizar, y eso no era necesario para ninguno de
los dos; de todas formas, no eran de salir con muchas personas en plan ligue. De alguna
manera, se eran exclusivos.

Fue cuando pasaron esos meses, que empezó a sentir que su vida estaba volviendo a ser
tranquila. Había hecho gran amistad con Emma, y era raro el día que no se veían; a veces
Tom le decía que la miraba más a ella que a él, pero es que nunca había congeniado con nadie
como con ella; y después su relación con Gustav también fue un gran éxito, de pronto
empezaron a salir los tres, separándose un poco de los demás, lo cual, para Tom, empezó a
dejar estragos de lo muy desplazable que era para Bill.

- Auum... niñito, ¿qué haces aquí solito? - Le abrazó por la espalda, pegando sus labios a su
mejilla y besando por lo menos cuatro veces.

- Necesitaba un poquito de aire. - Explicó. Bill se sentó a su lado, echando un vistazo a la
ciudad que se veía desde el balcón.
El aire estaba frío, pero se sentía bien acariciando su piel. Dio un pequeño sobresalto cuando
Bill subió una de sus piernas en la suya, y lo miró, esperando verle una sonrisa, pero estaba
de ojos cerrados, dejando que la noche le empapara la cara.
Acarició su pierna, desde la rodilla huesuda hasta el pequeño muslo, de arriba abajo, logrando
que Bill sacara un gemidito gustoso y se acomodara mejor. Tom sonrió, analizando su nariz
enrojecida, su cabello medio despeinado, su maquillaje apenas corrido por la parte del rabillo.

- ¿Ya estás borrachito? - Preguntó bajito. Bill abrió los ojos para mirarle.

- Poquito... - Se rió. - Se me ha subido muy pronto...
Tom apretó su muslo, cerca de la ingle, y luego subió un poco a la rodilla, también apretando
con los dedos.

Hacía meses que no bebías, es normal. - Se rió también, mirando los ojos enrojecidos de
Bill y su gesto realmente ebrio. - ¿ya te quieres ir?
- Nooo, acabamos de llegar... sólo estaba buscándote. - Tragó saliva, y luego hipó un poquito.

- Te quería invitar a bailar...
Tom sonrió.

La verdad era que estaba de poco humor para ir a una fiesta, de hecho, habían venido aquí
porque Bill se lo pidió. Mañana tenía que ir a sacar los papeles de su titulación y después ir a
una junta de trabajo, por eso no quería ponerse muy borracho y mucho menos desvelarse de
más.

Pero también hacía mucho que no pasaba tiempo así con Bill, así que no quería más que
ceder.

Y lo hizo:

- Venga, vamos... - Bill lo miró, sonriente.

- ¡Vamos!

Se levantaron rápidamente y bajaron al salón, donde la música estaba alta, y sus amigos
bailaban y gritaban.

- ¡Biiiiiill, ven, te he preparado algo! - El aludido cogió de la mano a Tom para llevarlo con
Emma, que sonreía, tendiéndole un vaso con alcohol. - Mira, es mi especialidad...

𝑹𝒐𝒕𝒐 🥀. "𝐿𝑖𝑎𝑛𝑠𝑎𝑣𝑖𝑜𝑟" 𝒕𝒐𝒍𝒍 .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora