capitulo 32

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El comienzo del año fue bueno para todos; Emma se había graduado de la universidad al
mismo tiempo que Georg y Gustav. Tom había metido una petición de beca para estudiar una
maestría en Inglaterra, y sólo estaba en espera de que se le fuera aceptada o negada. Bill y
Dorah habían conseguido llevar lo del modelaje a otras ciudades, pero, sobre todo,empezaron en la creación de fábricas, lo cual les quitaba muchas horas de su día, pero era
igual de divertido y era lo que querían.

Bill había dado de alta los ansiolíticos, había dejado de ir a terapia psiquiátrica, sólo una vez
a la semana a la psicológica y seguía tomando antidepresivos.
Si era sincero, podía decir que se sentía mucho mejor, con los demás, pero también consigo
mismo; le gustaba verse al espejo, mimarse más, darse más horas de cariño. Y también en su
relación con Tom, que ya habían puesto las cosas un poco más serias; por lo menos ya eran
novios oficialmente, y aunque no compartían todos los días, la mayor parte de ellos estaban
juntos.

- Por fin estamos en casita... - Se echó en el sofá, suspirando fuerte. Bill se le subió encima,
dándole besitos en el cuello.

- Hmmm... nos estamos haciendo viejos muy jóvenes. - Los dos se rieron quedito. Tom le
pasó los brazos por el torso, apretándolo.

- No veo la hora de jubilarnos...
Pasaban casi todo el tiempo en casa de Bill, era prácticamente de los dos. Tom dejaba sus
cosas allí; incluso Bill había desalojado uno de sus cajones para que pudiera llevar alguna
ropa para las veces que se quedaba casi toda la semana a dormir en casa.
Parecía que ya eran una pareja de casados, pero el factor de que no le pusieran esa etiqueta,
los hacía sentir tan enamorados como el año pasado.

- Nos vamos a mudar a una cabaña lejos de todos... - Bill levantó una de sus piernas, para
abrazarse al cuerpo de Tom y sonreír, levantando un poco el torso para verlo.

- ¿Vamos a ser viejitos juntos?
- Humjum... - Asintió, levantando su mano para acariciarle su cabello azabache. - Nos vamos
a casar, ¿no?

- Sí... - Contestó enseguida. - Y nos vamos a ir de Alemania, ¿vale?
- Adonde tú quieras. - Bill sonrió, bajando la cabeza para recargarla en el pecho de Tom,
quien le acarició la espalda. - Te amo.

Yo te amo más... me muero por ti... - Le beso el cuello, gimiendo gustoso de poder tenerlo
tan cerquita. Tom sonrió ampliamente, sintiéndose jodidamente enamorado.
- Humm... te adoro, mi flaquito...
Se levantó de encima de Tom, para verlo desde su altura y sonreírle.
- ¿Hacemos de cenar juntos? - Habló con una voz aniñada, misma voz que hacíaúltimamente, que era mucho más seguro de sí mismo, y también mucho más mimoso.

- ¿Me voy a quedar a dormir contigo?
- Obviamente. - Se inclinó para besarle los labios, casto, y luego se levantó del sofá para ir
directo a la cocina.

Empezó a sacar algunos ingredientes del frigorífico y la pequeña alacena. Puso todo sobre el
mesón y se quedó mirando, pensando en qué cocinar. Tom se levantó del sofá y caminó
detrás de él, apoyándose en la estufa para mirarle.

- ...Estamos escasos... - Se rieron. - Aum... ¿unos emparedados con tocino?

- Suena bien.
Se pusieron a cocinar, y luego cenaron en silencio en la sala. Bill había puesto la música
apenas perceptible para sus oídos; y es que no era muy fanático de mirar la televisión o de sermuy escandaloso, en cambio, le gustaba ver y escuchar a Tom, que siempre tenía temas deconversación tan amplios que las horas pasaban y él podía seguir hablando sin tener que
recargar las pilas.

Una vez terminaron de cenar, Tom lavó los trastos y Bill se puso a ordenar la habitación para
poder ir a dormir, o por lo menos a acurrucarse hasta que empezara a darles sueño. Tom llegó
unos minutos después, y fue directo al baño a cepillarse los dientes; después se desvistió ypuso el pijama, echándose a la cama para abrazar a un Bill que ya estaba listo para meterse enlas cobijas.

𝑹𝒐𝒕𝒐 🥀. "𝐿𝑖𝑎𝑛𝑠𝑎𝑣𝑖𝑜𝑟" 𝒕𝒐𝒍𝒍 .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora