Entreacto III, Destino

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Eter: Pero el Ángel Oscuro no es más que una farsa... -Exclamaba Eter desesparanzado.

Sirio: ¿Entonces yo también, lo soy, la voluntad de la gente de nuestra Yoru también lo es, las estrellas carmesís, la misma Lucía?

Eter: ...

Sirio: Te necesitamos Ángel Oscuro... -Sirio agarró la cara de Eter para mirarlo más de cerca.

Sirio: Necesitamos una bendición...

Hubo un silencio entre ambos, Eter se quedó mirando a Sirio con un ápice de inseguridad en su rostro, pero luego de un rato Eter cambia su mirada a una más segura y se separa de los brazos de Sirio, yéndose de dónde estaba.

Sirio: Ese es mi Eter... -Exclamaba Sirio sonriendo.

Eter se dirigió a una habitación especial que tenía en la base, activando un mecanismo que abría una puerta secreta e ingresando a lo que parecía ser, su armero personal.

Eter lo primero que hizo fue buscar un traje táctico que resguardaba en su habitación, hecho a partir de su esencia sintetizada, tenía placas de blindaje ligero con tonos oscuros para el camuflaje, junto con una bufanda que cubría tanto su boca cómo su nariz con una protección nasal igual a la de una máscara de gas; con varios compartimientos para municiones, armas, granadas y cuchillos; Eter se quedó un rato mirándolo, a sabiendas de que tal vez ésta sea la última vez que trabaja como el Ángel Oscuro, pero luego de un rato toma el traje y procede a ponérselo.

Eter se dirige a su armero y se equipa granadas cegadoras, de humo, algunas armas de fuerza no letal, dos cuchillos normales y uno balístico que guardó en un compartimiento de su traje cerca de su mano derecha.

Eter termina de alistarse y antes de salir ve el peluche que Lucía le había dado junto con una foto de sus queridos amigos fallecidos, guardados en aquella habitación puesto que él ya anticipaba que algo sucediera, recordando el motivo por el que lucha cada noche.

Eter: Lucía... Aki, Ari... -Exclamaba Eter con tristeza.

...Si no vuelvo, buscaré estar en sus brazos desde el más allá...

Sirio ve cómo Eter vuelve, sorprendiéndose de cómo estaba equipado e incluso teniendo un poco de miedo, Eter se veía más imponente que de costumbre y sus ojos estaban brillando.

Sirio: Eter...

Eter: Sirio. -Hubo un silencio por parte de ambos.

Eter: Quiero que sepas que ha sido un placer conocerte, sin duda alguna, más allá de todo lo que nos une nuestro doloroso destino, realmente disfruto de tu compañía y estoy muy orgulloso, de lo que eres ahora, sin ti, no tendría la voluntad de fuerza de hacer, lo que estoy a punto de hacer.

Eter: Si fallo yo... Serás un buen reemplazo para mi jubilación...

Sirio: ¡No lo digas cómo si fuese una despedida, tonto...! -Sirio estaba sollozando un poco ante las palabras de Eter.

Eter: Jeje, tranquila, voy a dar todo de mí... Ésta vez, haré algo en vez de lamentarme. -Eter acarició la cabeza de Sirio.

Eter: Gracias por estar ahí...

Sirio: Eter...

Eter mira el lugar dónde se estaba sintetizando la esencia de Sirio, faltando media hora para terminar.

Eter: La esencia todavía no está lista... Pero poco se puede hacer ya.

Eter: Volveré Sirio, ésta vez, necesito tu bendición...

Eter: Adiós. -Eter soltó la cabeza de Sirio y se fue del lugar saliendo de la base, teletransportándose consecutivamente con dirección a Yoru.

Sirio: ...

The Story - EterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora