Acto III (Nacimiento del Destino) Parte 1

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Pasaron tres días desde el incidente de los hermanos, rápidamente la policía de Yoru se puso en marcha para investigar la tan rara y gran explosión que hubo muy cerca de Yoru, sin embargo no pudieron concluir en nada, solo habían un montón de escombros y lastimosamente, solo tres cuerpos sin vida: Aki, Ari y su madre. Cerraron el caso cómo un misterio sin resolver, por un momento creyeron que fue KFT otra vez, pero a falta de pistas no podían juzgar nada, igual no había nada que se pudiera hacer para remediar lo que ya sucedió.

Debido a esto, minoría de las personas de Yoru comenzaron a especular sobre el accidente y que tan peligroso fue, algunos incluso dudando de la integridad del Ángel Oscuro o de su fidelidad a proteger la ciudad, la policía de Yoru no sabía cómo dar las explicaciones correctas, simplemente se lamentaban por esta tragedia.

Por un lado con Eter, no cambia mucho la situación, aquella noche en la cordillera Yoru fue su recordatorio de que no podía ser libre, y éste sentimiento lo carcomió desde aquel entonces, se llevo los cuerpos de Ari y Aki y los hizo cenizas, en su cara se notaba la melancolía y dolor al hacer esto, y luego se llevó las cenizas de sus amigos y fue hacía lucia a la mañana siguiente, hubo un silencio inquietante cuando lucia vió a Eter con los frascos de cenizas en sus manos; lucia nunca había visto a Eter tan derrotado antes, tan triste, su única reacción fue ir lentamente hacía él y abrazarlo en su consuelo; Eter ante esto solamente agarró con fuerza los frascos y rompió a llanto incontrolable en el pecho de lucia, durante unos largos minutos.

Cementerio de Yoru.

Eter se encontraba en silencio mirando las tumbas de los hermanos que él mismo hizo para ellos, junto con lucia.

Lucia: Hiciste lo que podías mi niño... Estoy segura que ellos están orgullosos de ti... — Exclama lucia acariciando de una manera reconfortante el hombro de Eter.

Eter: Si yo... Si ellos no... — Eter no es capaz de terminar sus sentencias, pero su mente estaba inundada de culpa y arrepentimiento.

Lucia: Shhh... ¿Cambiará algo buscar al culpable...? ¿Siquiera lo hay...? — Lucia abraza a Eter, éste aún mirando las tumbas, llora un poco en silencio.

Lucia: Aunque lo hubieras querido... Ellos hubieran decidido seguir a tu lado... No importa que... — Exclama lucia consolando a Eter.

Eter: Aki...

Lucia: Shh... 

Lucia: El sueño de Aki reside en ti ahora... Y el entusiasmo de Ari también...

Lucia: Mantenlos vivos... En ti... — Exclama lucia para luego hacerse presente un momento de silencio en aquel lugar.

Lucia: Vamos... Tenemos que regresar... — Exclama lucia tomando ligeramente la mano de Eter para irse con él lentamente, éste mismo aún mirando con arrepentimiento las tumbas de sus amigos.

En el negocio de lucia.

Lucia le había preparado un almuerzo a Eter, sin embargo, éste no tenía ninguna emoción al comer, incluso si venía de lucia.

Lucia: Hey... — Exclama lucia tomando la mano de Eter preocupada.

Lucia: Tienes que comer algo... ¿Si...?

Eter: Si... Perdón lucia... — Exclama Eter obedeciendo a lucia, a pesar de toda su tristeza no puede dejar de hacerle caso a su madre y a la única persona que le queda en la vida.

Lucia: Ah... Eres muy tonto ¿Lo sabías...?

Eter: ¿Uh...? — Exclama Eter confuso mirando a lucia, quién agarró sus cubiertos y recogió un pedazo del almuerzo, acercándosela a Eter.

The Story - EterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora