A veces, ser fugitivo del destino, puede cambiar el mismo...
Atención: Ésta historia es larga y muy extensa, ésta historia es el segundo capítulo del universo en la que se compone, por lo cuál éstas historias pasan a formar parte de una saga propia...
Después de tantos años, desde aquel incidente, la fundación Korou dio un paro a sus experimentos, puesto que ya sabían cuál era su objetivo principal, pero no todo logra pasar desapercibido y se supo de que extrañamente, muchos niños habían desaparecido. La policía de Yoru abrió un caso extenuante por esto, pero más allá de especulaciones, no encontraban las pruebas suficientes para dar con el caso, por lo cuál el mismo cesó quedando como misterio.
Sin embargo, Yoru en los últimos años, reduzco en un 90% su índice criminal, desde aquel extraño acontecimiento, puesto que un ícono de justicia se formó en la ciudad, aquella luna solamente representaba el protector de Yoru.
El Ángel Oscuro, así apodaron a aquel niño, cuyo nombre real ahora es Eter, teniendo 18 años y sirviendo como protector leal a su ciudad, Eter tuvo que aprender a aceptar y manejar sus extraños poderes sobrenaturales, lo cuál no le costó mucho, puesto que los conocimientos que implantaron en su consciencia se relacionaban directamente con tácticas militares y una inteligencia dotada.
Apodaron a Eter cómo el Ángel Oscuro, por ser alguien que actuaba por las noches con ropas clandestinas, cómo un tapaboca que cubría su rostro y un suéter con capucha, únicamente podían reconocerlo cómo un Ángel por las noches.
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Eter se refugia en un lugar desolado de la ciudad, muy escondido de ésta, en este refugio tiene un armero completo y está al tanto de lo que pasa en la ciudad, aunque no le guste usar armas.
Hoy era una de esas noches, en la que su trabajo hacía gala.
9 PM, Ciudad Yoru, Centro Estatal.
Radio: Atención, se reportó varios tiroteos en el centro estatal, sospechosos con rifles de asalto y blindaje pesado asaltan el banco estatal, tienen rehenes capturados.
Las autoridades luchan por controlar la situación, sin embargo, los sospechosos están muy bien armados con granadas de humo y cortaron la electricidad del banco.
Policía de Yoru: ¡HQ HQ, manden a las fuerzas especiales ya!
HQ de la Policía de Yoru: Llegarán en 10 minutos aproximadamente.
Policía de Yoru: ¡La situación es grave, no tenemos 10 minutos!
Eter se encontraba en la torre del centro estatal, mirando aquella situación, únicamente equipado con una granada cegadora.
Eter: Veamos... 12 rehenes y 32 sospechosos...
Eter: La verdad se me anda pasando muy por alto las organizaciones criminales últimamente...
Eter: Pero esta noche...
Eter: Volverán a recordar que ésta ciudad está protegida. — Exclama Eter mientras quita el seguro de la granada y cuenta el tiempo necesario para posteriormente lanzarla hacía la entrada del banco, haciendo que ésta detone, cegando tanto a los sospechosos que estaban atrincherados en la entrada cómo a la policía.
Policía de Yoru: ¡Que fue eso, ahhh!
Sospechosos: ¡Joder, no paren de dispar-! — Los sospechosos son interrumpidos cayendo noqueados al instante por Eter, entre la conmoción la policía no se da cuenta de la situación.
Policía de Yoru: Ahhhh... HQ HQ... Nos cegaron... con una granada... Parece que los sospe- — Exclama la policía de Yoru, mientras ven que los sospechosos están inconscientes.
Policía de Yoru: ¿Sospechosos...? — La policía se queda atónita y confusa, puesto que desconocen porque los hostiles tan violentos ahora están neutralizados.
HQ: ¿Unidades? Respondan.
Policía de Yoru: Ah... HQ, los sospechosos están neutralizados, sin embargo no conocemos la situación del interior del banco.
HQ: Entendido.
Policía de Yoru: ¿Será acaso...?
¿El Ángel Oscuro...?
Eter había ingresado al interior sigilosamente, sin que los sospechosos de adentro se dieran cuenta, los mismos tenían apostados a los rehenes contra el suelo.
Sospechoso: Que pasó allá afuera, se oyó una explosión.
Sospechoso: No tengo idea, iré a revis-
Sospechoso: ¡No estúpida, toda la policía de Yoru está allá afuera! Sea lo que sea que haya pasado... no pueden hacer nada mientras tengamos los rehenes acá...
Eter: 8 menos... 24 restantes...
Eter: Bueno... vamos allá... — Exclama Eter mientras va rápidamente hacía un sospechoso y lo neutraliza quitándole su arma haciendo uso del combate cuerpo a cuerpo.
Sospechoso: ¡Mierda, disparen! — Los sospechosos localizan a Eter por un momento por el acto que él hizo, pero luego lo llegan a perder de vista rápidamente ya que Eter se mueve con agilidad, los disparos se vuelven torpes y ansiosos, Eter ante esto neutraliza a los sospechosos consecutivamente para evitar herir a los rehenes.
Aquella escena oscura por la falta de electricidad en el banco se vio envuelta en las luces intermitentes que emitían las armas de fuego al disparar en sinergia con los ojos azules brillantes de Eter.
Al final del acto, Eter desaparece del escenario confirmando la neutralización de todos los hostiles, la policía de Yoru, un tanto insegura decide entrar al banco, ya que no se escuchaba nada más que los gritos de auxilio de los rehenes diciendo que todo estaba bien ahora.
La policía se quedó confusa al principio, pero luego no dudaron en pensar que el Ángel Oscuro había salvado la situación, después de todo, Eter actuaba así para que no se diera a conocer su identidad ni nombre, ni se volviera popular. Eter sobrevivía gracias a que los ciudadanos de Yoru en recompensa por sus actos, dejaban en el centro estatal una bolsa repleta de dinero, solo para él, asegurándose de que nadie la robara, igualmente, Eter la tomaba sin que nadie se diera cuenta, y usaba este dinero para dar a la caridad de manera anónima.
Esa es la vida de Eter, solitaria y sin nadie que lo acompañe, busca consuelo en obras de gran bondad, pero siempre se siente vacío.
Pero un pensamiento, lo atormenta cada noche al irse al dormir, una pregunta que no dejó de recorrer su mente por todos éstos años de soledad...
