Desde siempre fuimos

7. Fútbol y mujeres

Antes de comenzar el capítulo quiero utilizar este pequeño espacio para lo que de verdad importa.

Formas de ayudar a las víctimas de Valencia:

- Donaciones de agua, alimentos, ropa, productos de limpieza... en puntos de recogida en las diferentes ciudades de España. Existe una cuenta de Instagram (@puntosporladana) donde hay más información al respecto.

- Recaudación de fondos monetarios. En GoFundMe se puede participar en la donación de dinero. Existen varios usuarios que están llevado a cabo este proyecto. Podéis escoger al que queráis, pero aseguraros de que el dinero irá destinado a la causa. Yo recomiendo al organizado por Violeta Ferrer (ponéis en el buscador AYUDA DAMNIFICADOS POR EL DANA EN VALENCIA y ya os aparece).

- Difusión de información. Una forma fácil y rápida de ayudar es difundir información sobre cómo donar y/o recaudar fondos. Cuánta más gente sepa de la situación, mayor será la posibilidad de prestar ayuda.

Desde aquí mando toda mi fuerza, ánimo y cariño a las personas afectadas por esta trágica catástrofe. Estamos con vosotros.
❤️

Sábado, 7 de octubre, 23:55
(Tres días más tarde)

Lucas

—Dale un trago —Alberto me ofrece la botella de tequila.

Hemos venido a celebrar mi cumpleaños a una discoteca de confianza. Me gusta este sitio. Ponen buena música y tiene una zona con mesas y sofás para los que, al igual que nosotros, no les va mucho eso de estar en medio de la pista de baile.

—Sabes que no bebo.

—Menudo aguafiestas —Se salta mi vaso y sirve alcohol al resto de mis amigos.

«Es que no estoy seguro de lo que puedo llegar a decir si me emborracho».

Raúl es el primero en cumplir el ritual; lamer la sal, tomar el tequila de un golpe y chupar de inmediato una rodaja de limón. Diego y Alberto le siguen el ritmo. El último en beber es Jorge.

Los cuatro carraspean y se preparan para una nueva ronda. Yo mientras tanto llevo la vista al fondo del local y la busco.

Froto las palmas de las manos en mis rodillas cuando encuentro a Sara pasándoselo bien junto a Elisa. Me gustaría poder acercarme, darle un beso en el hombro y animarla a seguir bailando hasta el amanecer.

—¿Alguna chica que te llame la atención? —Diego me da un codazo.

Me acomodo en el sofá y niego con la cabeza.

—Solo miraba en general —le explico—. Esta noche hay buen ambiente.

—Y pivones a manos llenas. Esa morena. —Señala un punto entre la multitud—. Tiene un culo espectacular.

—Está mejor la rubia de al lado —rebate Jorge.

—No, la morena.

—Oye, hablando de tías —interviene Raúl—. ¿Hoy no está como más guapa de lo normal Sara? Sigue siendo tan poca cosa como siempre, pero es que con esa camiseta parece que tiene tetas y todo.

El ruido se detiene. Lo único que soy capaz de escuchar es el chirrido que provocan las suelas de mis zapatillas contra las baldosas pegajosas del suelo.

—Con Sara ni una —le advierte Alberto—. Esos comentarios te los tragas.

—Pero si he dicho la verdad... ¿O no, Lucas?