Jungeun despertó con un peso encima suya y abrazó de nuevo el cuerpo desnudo de la pelinegra. Recordaba todo lo que hicieron la noche pasada, sonrojándose en el acto. Arropó a Jinsol con las sábanas y se levantó para vestirse. Minutos más tarde recibió el desayuno recién horneado de las enfermeras y lo dejó en la mesa.
Volvió a la cama besando cada contorno de Jinsol, despertándole con los mimos que le hacía. Le llevó una bandeja en su regazo, sonriéndole mientras comía una manzana. Se sentó enfrente suya, aplastando las sábanas con sus piernas. Esto hizo que el pecho de Jinsol fuera descubierto, soltando una risa alcanzó un sujetador para ponérselo. Pero era más que obvio que no se había puesto sus bragas de encaje, lo que hizo la situación un poco más graciosa.
No llegó a coger estas también, siendo impedida por Jungeun al abrazarle y acostándose encima suya. Eran todo risas y besos cuando dos toques sonaron en la puerta. Rápidamente, Jinsol salió de las sábanas y cogió su ropa para irse al baño. Mientras tanto, Jungeun fue tirando los condones a la basura y lo camufló poniendo un papel encima de estos. Abrió la puerta para encontrarse con Hyunjin y Yeji, quienes le abrazaron con cuidado de no hacerle daño.
—¿Cómo has pasado la noche, Jungeun?— preguntó Yeji sentándose en el sofá de al lado de la ventana.— No sabíamos que estábais desayunando, perdón.— riendo entre dientes, su marido se le unió al sofá.
—¿Y Jinsol? ¿Se ha ido?— Hyunjin miró por todas partes, sin rastro de su hija.
—Estaba duchándose ahora, saldrá en unos momentos.— sonriendo y llevando una cucharada de puddin a su boca, vio sorprendida a Jinsol con el cabello húmedo y una toalla en la mano. Estaba toda vestida y masajeaba su cabeza.
—No queda mucho champú, Jungeun.— guiñándole el ojo sin sus padres haberlo notado, comenzó a hacerle la cama a su novia y se tumbó en esta. Abrazándole y acariciando su mano, le besó la mejilla y se sirvió el desayuno que anteriormente no comió.
—No es problema, hija.— dijo Yeji, sirviéndose de un poco de pan ofrecido por la castaña.
—¿Por qué dices eso, mamá?— poniéndose recta y sentándose al lado de su novia, volvió a tomar un poco de leche y cereales.
—Hace unos días le pedimos al doctor Hua que te dejara ir hoy, y por eso estamos aquí.— sonrió Hyunjin dándole una palmada a Jungeun en el hombro.— Además, te tenemos una sorpresa.
Jungeun abrió los ojos con sorpresa y se abanlanzó a ellos para abrazarles, agradeciéndoles haberle cuidado desde que era una niña. Jinsol se les unió al abrazo, habiendo sido jalada por Jungeun. Recibió un gran beso en sus labios carnosos y se sintió como en el cielo.
Seguía abrazada a Jungeun y terminaron juntas el desayuno. Hyunjin bajó para hacer el papeleo y Yeji ayudó a la castañaa empacar sus cosas. A su vez, Jinsol guardaba las suyas en su mochila. El señor Jeong subió de nuevo para llevarse a Jungeun, quien tenía que firmar unos papeles en recepción. Aprovechando esta situación, Yeji sentó a su hija para abrazarle fuertemente, recibiendo el mismo cariño por parte de Jinsol.
—Estoy tan orgullosa de ti, cariño.— acariciando sus mejillas, Jinsol reía por las cosquillas que recibió en estas partes.— Desde luego has conseguido que Jungeun no se rinda. Sin ti, ahora seguiría lamentándose de su accidente.
—Estoy enamorada de ella, es el amor de mi vida... Es lo menos que podría haber hecho por Jungeun.— sonriendo y recibiendo un guiño, se sorprendió cuando su madre cambió su expresión.
—Y también habéis tenido otras cosas que hacer, ¿verdad?— riéndose ligeramente, sacó un plástico de su bolsillo, viendo la rojiza cara de su hija.— Nos hemos dado cuenta, ¿lo sabes, no?
—Pensé que había tirado todos los preservativos.— tapándose la cara, seguía escuchando la escandalosa risa de su madre.— Qué vergüenza...
—Jinsol, no tienes por qué ser así. Las parejas a veces tienen necesidades, como el sexo... Tendríamos que haber hablado sobre las relaciones sexuales antes, pero está bien que las hayas descubierto por tu cuenta. Y más si es con Jungeun.— acariciando su cabeza, le besó la frente.— Me alegro que seas tan responsable, tú y Jungeun... Otras personas ni siquiera usan condones... Tú lo has hecho, y has sabido llevarlo bien.— puso su mano en su espalda dándole ánimos.— ¿Quieres contarme cómo fue?
—Fue... Ni siquiera tengo palabras para describirlo. Fue la experiencia más nueva pero relajante de mi vida. Tener mi primera vez con Jungeun me ha hecho ver que si no es con ella, no es con nadie más. Se avergonzó con facilidad, sin embargo me trató como una reina, mamá. Fui su reina durante toda la noche.— tapándose la sonrisa, Yeji abrió los ojos.
—¿T-Toda la noche?— esta vez su rostro estaba completamente sólido, paralizado.— ¿Por cuántas horas, Jinsol?
—Ayer lo hicimos durante cinco horas, la otra noche fueron siete.
—¡¿La otra noche?!— gritó agitando sus manos en el cielo.
—¡Mamá, no grites!— le cubrió la boca con sus manos.— Se leyó las instrucciones para cómo ponerse el preservativo.— dejando escapar una risita pequeña, su madre seguía mirándole con confianza, agradeciendo que le contara aquello tan privado.
—Jinsol, tanto has crecido... ¿Tu vagina está bien?— preocupándose, fue interrumpida por la pelinegra, quien le pegó en el hombro como forma de protesta.
—¡Por favor mamá, por Dios!
Cuando Hyunjin y Jungeun subieron de nuevo, recogieron a Yeji y Jinsol y bajaron hacia el coche. Las adolescentes se mimaban en la parte trasera del Ssangyong negro. Hyunjin les miraba por el retrovisor, sonriendo a lo grande ya que la situación le recordaba a sus primeros días de pareja con Yeji. Llegaron al restaurante de Jungeun, bajo la sorprendida mirada de la castaña. Fue cogida de la mano por Jinsol y los cuatro entraron. No había luces y notaron que algunas mesas habían sido apartadas.
De repente, los focos se ilumaron casi dejando ciega a Jungeun y aplausos y gritos empezaron a hacerse presentes. Estaban todos sus amigos y familiares allí. Hyunjin y Heejin le recibieron con su nuevo bebé en brazos, al cual abrazó unos segundos. También Haseul y Kahei se acercaron a ella, dándoles una cesta de carne y flores. Y por último, las amigas comunes que tenía con Jinsol se tiraron sobre ella y acabaron todas en el suelo.
En el escenario estaban sus flores favoritas en grande y una pancarta estaba enganchada de un lado a otro. Jinsol subió con Jungeun y se besaron enfrente de todos, siendo aplaudidas y fotografiadas. Jungeun estaba en una gran nube con su novia, a la que no soltaría nunca más.
Juntaron frentes y sus manos vagaban por las caderas de la contraria. Celebraron que Jungeun había salido del hospital, y le ayudaron a preparar decorativos de Navidad que se llevarían luego a casa de los Jeong. Jinsol, una vez todos se fueron y limpiaron la sala, abrazó por detrás a Jungeun, llevándosela por la pista.
Sus padres pusieron una canción romántica en los altavoces, diciendo que les esperarían afuera. Yeji les hizo una foto antes de irse, y Jungeun puso sus brazos alrededor de su moldeada y un poco pequeña cintura. Jinsol se apoyó de su nuca y comenzaron a bailar al compás de la música. Jungeun comenzó a besarle el cuello para subir a sus labios, mordiéndolos suavemente en el acto.
Y no, no quería bajarse de esa nube a la que llamaba amor.
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actualicé omg, no me lo creo. chuuchatumadre
a la verga, quiero ser cantante y no voy a poder cumplir ese sueño.
odio esta vida tan puta que me tocó, mierda de vida hermano.
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i'm gonna marry you | lipsoul
RomanceLas familias Kim y Jeong eran muy unidas, y al ser vecinos, hicieron que las hijas de estos matrimonios fueran amigas. Jungeun y Jinsol eran inseparables, creando un propio amor cuyo origen fue inefable. Sin embargo, Jungeun al cumplir los quince es...