DIECISÉIS

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Una aplauso para esta pareja que está enamoradaaaaa. Chicos, séptimo día actualizando seguido, dejen sus estrellitas ToT

Para Platón, el amor era un deseo ardiente que aspiración al bien, a esa perfección casi inalcanzable de las cosas

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Para Platón, el amor era un deseo ardiente que aspiración al bien, a esa perfección casi inalcanzable de las cosas. Él veía el amor como una mezcla pura de belleza, verdad y bondad, una fuerza que movía hacia lo más alto, a lo sublime. Era un amor que buscaba más allá de lo superficial, que quería fusionarse con algo eterno, algo esencial.

Para mí, el amor era Kim Taehyung. Él era todo aquello que Platón habría intentado describir y aún más, porque para mí, él era tan tangible como misterioso. Sus ojos dorados, profundos y casi hipnóticos, reflejaban la eternidad y el misterio de la noche. Cuando me miraba, sentía que sus ojos intentaban descubrir secretos que yo mismo no conocía, como si su sola presencia pudiera percibir partes de mí que estaban ocultas incluso de mi propia vista.

Sentía su piel, fría como el mármol, un recordatorio constante de que no era humano. Y, sin embargo, en su gelidez, mi corazón encontraba una calidez inexplicable. Él era lo que me hacía recordar que la vida y la muerte, lo mortal y lo inmortal, podían unirse de maneras que desafían toda lógica. Su presencia gélida envolvía cada latido mío, cada respiro, cada pensamiento, y lograba algo que jamás imaginé: que el fuego en mi interior se avivara, como si él, un ser nocturno, fuera la chispa que me mantenía vivo.

Taehyung era un enigma viviente, y sus palabras estaban llenas de sabiduría, de preguntas que no siempre tenían respuestas simples. Cuando hablaba, cada frase suya parecía contener un secreto oculto, algo que me invitaba a cuestionar mi propio mundo, mi propia humanidad. Podía decir cosas tan profundas que, aunque en un inicio no comprendiera del todo, resonaban en mí y me dejaban noches en vela, reflexionando, intentando entender no solo su perspectiva, sino la vida misma.

Taehyung no era solo una mezcla de belleza, verdad y un bien que yo comprendía; era una fuerza que me atraía hacia la oscuridad, hacia lo desconocido, y al mismo tiempo, era el faro que iluminaba mis sombras. Él no era la perfección, pero tampoco era una simple aspiración. Era algo mucho más complicado, un laberinto de emociones y misterios, alguien que parecía tener todas las respuestas y, al mismo tiempo, todas las preguntas que yo nunca había sabido que tenía.

Quizás Platón nunca hubiera imaginado un amor como el mío por Taehyung.

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La lluvia nos había empapado completamente. El agua se deslizaba por nuestras prendas mientras los truenos retumbaban en la distancia. Taehyung, siempre tan sereno a pesar del aguacero, parecía ajeno al frío, mientras yo, tiritando, trataba de cubrirme con las manos. Mi cuerpo no podía evitar responder naturalmente a la temperatura, y él lo notó inmediatamente.

—Ven aquí —dijo en voz baja, agachándose frente a mí para darme su espalda. No lo dudé ni un segundo y me subí con rapidez, aferrándome a sus hombros con firmeza.

Escarlata | KTH + JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora