Odio los sabados. Hoy me he despertado pensando en ti, aunque bueno, desde hace tiempo viene siendo una costumbre. El problema viene cuando me doy cuenta de que es sábado, cuando me doy cuenta de que no puedo verte. Se que suena como si fuese una tonteria pero la verdad, cada dia que paso sin hablar contigo siento que es un dia desaprovechado. Hablar contigo me hace mejor persona, me hace sentir mejor conmigo misma. Es gracioso ¿sabes? Porque hace un tiempo hablar contigo me destrozaba. No porque tu me hicieras daño, era mi cabeza la que automáticamente comenzaba a desvariar y... bueno, ya sabes. Era hablar contigo y volverme a mi casa hecha mierda sabiendo que podia ser la ultima vez que hablase contigo, sabiendo que yo no te importaba, sabiendo que era una alumna más para ti. No soportaba la idea.
Ahora todo ha cambiado. Tampoco es que haya dado un giro de 180 grados, lo se, pero ha cambiado. Ya no me acerco por necesidad, no te hablo porque quiera algo de ti o porque necesite tu ayuda. Ahora.... ahora voy a verte porque quiero, porque me apetece verte y charlar un rato contigo, aunque sean unos minutos ya que sueles tener clase despues. Aunque.... esos dias, joder, esos malditos dias que no tienes prisa... esos dias son lo mejor. Han sido solo tres o cuatro porque siempre vas con prisa pero esos... los he disfrutado mas que nada en el mundo. Cuando nos ponemos a hablar y pasan los segundos, los minutos, las horas... y de repente nos damos cuenta de que ha pasado una hora y seguimos hablando. Dios, me encanta hablar contigo. Siento que cada vez que lo hago aprendo algo nuevo. Tienes mucho que enseñarme. Se que el tema de conversacion suelen ser los coches, las carreras, las motos, etc. Pero... ¡ay! El dia que hablamos de otras cosas, me encanta, simplemente, me encanta. Aunque realmente me encanta hablar contigo de lo que sea. Pero claro, llega el viernes y con él llega el sabado. Ese dia maldito en el que no tienes clase, bueno, maldito para mi, claro. Y no te veo, y no te hablo y te echo de menos. Y solo deseo que llegue el lunes, o bueno, hasta hay dias que el domingo. Esos domingos... Pero bueno, eso es otra historia que ya te contaré, aunque imagino que sabras por donde van los tiros. Bendito sea el dia del señor.