Como habrás notado, últimamente te escribo demasiado, si lo se, no tengo excusa pero.... Joder, te necesito mas que a nada en el mundo. Veo a la gente de mi alrededor a la que todo le sale bien, quizás no todo lo bien que querrían, pero bien al fin y al cabo y... Bueno, luego estoy yo. Aquí sigo, un sábado por la noche sin poder hacer nada mas que echarte de menos. No te haces una idea de cuanto. Ojalá pudiese coger el teléfono y mandarte un whatsapp, ojalá pudiese llamarte y oír tu voz solo porque me apetece, ojalá pudiese estar contigo simplemente disfrutando de tu compañía. Supongo que es pedir demasiado, lo se. Pero... Dios, te necesito tanto ahora mismo... Ojalá llegue ese día en el que pueda estar contigo porque me apetece, ese día en el que si quiero te doy un abrazo, ese día en el que pueda tratarte como un amigo de verdad. Lo se, lo se, soy una quejica, no te lo reprocho. Como dice Marta, tengo muchas mas cosas buenas que malas pero.... Es que entre las malas está esta mierda de distancia, y no, no me refiero a una distancia física sino mental.
Hoy hemos estado hablando de lo jodido que es cuando una persona está constantemente en tus pensamientos. A la mínima que te descuidas ahí esta, rondándote por la cabeza otra vez. Pero no, nunca se va a ir, va a estar ahí rondando durante mucho tiempo. Como un zumbido que llega sin que te des cuenta y al que acabas acostumbrándote pero que cuando deja de sonar.... Oh, ahí si que te das cuenta de que estaba y de lo molesto que era. No se por qué llevo todo el día tan de bajón, al fin y al cabo se supone que nos va bien todo ¿no? Bueno, todo lo bien que se puede ir, claro. Veo tus comentarios en facebook y me pregunto qué estarás haciendo. Daria lo que fuera por estar contigo. Se que te lo he repetido hasta la saciedad pero te necesito tanto.... Al fin y al cabo, juntos somos oxígeno.O2