Si, otra vez yo. ¿Qué sorpresa no? Hoy es domingo. Como te dije el otro dia... bueno, ya sabes lo que pasan los domingos. Los domingos son los días de ir a misa. Se que no coincidimos muy a menudo pero cuando lo hacemos.... Te voy a ser sincera, no soy creyente, no voy a misa porque me sienta mejor o para acompañar a Marta. Efectivamente, voy a misa por ti, por verte un rato, por charlar un rato al finalizar. Se que sueles venir acompañado, pero los dias que no lo haces... esos dias en los que nos quedamos casi una hora hablando... esos dias son de lo mejor. Sabes que normalmente odio los fines de semana. Son esos dos dias que me mantienen apartada de ti, pero hay domingos como el pasado.... que bueno, ya sabes lo que pasó, para que te lo voy a repetir. Pero hoy es domingo. Hoy no hay misa. Hoy no hay charla. Hoy no hay nada. Se que solo han pasado dos dias desde que te vi pero no te haces una idea de lo mucho que te echo de menos.
Hoy hemos ido a Ávila. Por culpa de la clase del viernes he estado todo el camino pensando en ti. En las cosas que decias en clase. En esa señal. Esa señal en la que me miraste y me dijiste algo que solo nosotros entendiamos. Algo que tu y yo teniamos en comun. Solo tu y yo sabiamos de lo que hablabas. Y la he estado viendo todo el santo camino. Señal por aquí, señal por alla... Solo podia pensar en ti y en tu forma de explicarla y en tu forma de mirarme. Que largo se me está haciendo este fin de semana. Menos mal que ya llega el lunes. Y con el lunes llegan las miradas, las sonrisas, las palabras....Con el lunes llegas tú.