Es curioso cómo funcionan las cosas. Es curioso como de un año al siguiente puede cambiarlo todo. Hace un año pensaba en algo que nunca iba a suceder y ahora estoy aqui. Y entonces me doy cuenta de la suerte que tengo. De la suerte que tengo por tenerlas a ellas. Por tenerte a ti. Porque hace un año daba un riñón por algo así.
Una tarta, un viaje, un abrazo, un momento, un te quiero un te cansarás y una certeza de algo que jamás pasará.
Toda la felicidad posible vivida en unos pocos minutos. ¿Sabes ese momento en el que te das cuenta que podrías congelar el tiempo si quisieras porque ya nada importaría? Ese ha sido hoy mi momento. Y puede que últimamente no lo haya estado pasando bien y que haya pasado por momentos difíciles y se que siempre estarán ellas, pero ahora se que también estarás tú. Fuiste eres y serás la suerte de mi vida. Eres el logró más grande que he llegado a conseguir nunca. Mi vida tiene sentido ahora que te tengo como mi amigo, ahora que se que puedo confiar en ti más que nunca. Una despedida ficticia que ha servido para darme cuenta de que te importo. De que me quieres. De que formo parte de una pequeña parte de tu vida. De que no sabrías que hacer sin nosotras. De que me echarías de menos. Espero que nunca llegue ese momento porque no se si podría superar perder una mitad de mi. Te quiero más que nada y ojalá pudiera decírtelo y ojalá pudieras recordarlo para siempre. Podré volver a enamorarme, de eso estoy segura. Pero nunca habrá nada como el primero. Y nunca, nunca me cansaré de ti.
Te quiero mucho y quiero que sepas que año tras año ahí seguiré, felicitandote cada febrero y estando a tu lado. Para siempre.
O
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