Jaehyun
Los últimos acordes de la clase resuenan en la sala de ensayo, y el profesor Anders da un asentimiento leve, satisfecho, antes de decir que hemos terminado por hoy. Todos los demás empiezan a guardar sus instrumentos, y yo no pierdo tiempo en colocar mi chelo en su estuche y colgarlo en mi espalda. Estoy listo para salir cuando, al mirar a la puerta, veo que Noah y Claire me esperan afuera, intercambiando una breve mirada conmigo. Justo entonces, el profesor Anders llama mi nombre.
- Jaehyun, ¿podrías quedarte un momento?
Me detengo, tragando con una mezcla de sorpresa y anticipación. Noah y Claire me miran con curiosidad, pero no tardan en despedirse con una última mirada antes de salir del salón y cerrar la puerta tras de sí. Ahora estoy solo en la sala con el profesor Anders, y noto cómo él se apoya en el escritorio, cruzando los brazos, con ese aire de calma autoritaria que siempre transmite. No tengo idea de qué espera decirme, pero me coloco recto, atento.
- Has estado mejorando mucho, Jaehyun. - dice finalmente, en ese tono pausado y seguro que me hace sentir bajo una lupa.
- Gracias, señor Anders. - respondo, manteniéndome firme, controlado. - He estado practicando mucho.
- Eso es evidente. - continúa él, evaluándome de arriba abajo. - Tienes las cualidades de un buen chelista: eres disciplinado, dedicado y enfocado. Además, tienes buen porte y postura.
Sus palabras me llenan de un orgullo discreto, aunque no dejo que se note en mi expresión. Es mi momento de reafirmar lo que siento y lo que busco, así que, con un tono que espero que suene tan seguro como quiero, le digo:
- Quiero ser el mejor, señor.
El profesor me observa en silencio, como evaluándome más allá de lo que las palabras pueden expresar. Siento su mirada inquisitiva, y aunque me mantengo firme, hay una parte de mí que empieza a sentir los nervios en la boca del estómago. Finalmente, rompe el silencio con una pregunta inesperada.
- ¿Te has presentado a la audición para la orquesta navideña? Todos en la clase han audicionado.
No puedo evitar sentir una punzada de frustración en el pecho. Me aclaro la garganta antes de responder:
- Tuve un inconveniente y no pude presentar la audición.
El profesor asiente, y, para mi sorpresa, parece estar complacido. Es extraño, pero antes de que pueda preguntar, él continúa:
- Pues mejor para mí, porque eso significa que estás libre.
Su comentario me toma por sorpresa, y lo miro con una leve duda.
- ¿Libre para qué, señor?
Una ligera sonrisa asoma en el rostro de Anders, y su tono se vuelve un poco más relajado, como si estuviéramos hablando de algo importante, pero en un ámbito casi confidencial.
- Voy a estar dirigiendo la Orquesta del New York City Ballet, que tocará en vivo durante las funciones navideñas de El Cascanueces. Uno de mis chelistas no estará en la ciudad, así que queda una vacante libre. Claro que no serás el chelista solista como aquí, pero creo que podría ser una buena oportunidad para ti.
Las palabras del profesor resuenan en mi mente. El Cascanueces. La orquesta. La oportunidad de tocar bajo la dirección de alguien tan respetado como el profesor Anders, un sueño que no esperaba alcanzar tan pronto. Tengo que calmar mi respiración para que el nerviosismo no me delate. Mi corazón late tan fuerte que temo que pueda escucharse, pero aun así consigo hablar con voz controlada.
- Para mí sería un gran honor, señor.
Anders asiente, sus ojos evaluándome con una especie de aprobación que rara vez he visto en él.
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Melodía de Acero
RomanceEn el vibrante telón de fondo de Nueva York, la vida de Cloud, un joven soldado de 35 años recién llegado de Irak, se entrelaza con la de Jaehyun, un talentoso chelista coreano que estudia en Juilliard. Mientras Cloud lucha por adaptarse a la vida c...