Jaehyun
La noche es fría cuando finalmente salimos del edificio de mi padre. Nos despedimos de Evelin y los niños, que se quedan en la calidez de su hogar, mientras mi padre me lleva de vuelta a mi departamento. Es un viaje en auto incómodo, apenas hablamos, con solo un par de frases sueltas sobre el tráfico o el clima que terminan en monosílabos.
Cuando llegamos, mi padre se estaciona frente a mi edificio y apaga el motor, como si tuviera la intención de acompañarme hasta la puerta. Apenas puedo reprimir un suspiro cuando él se baja del auto y camina a mi lado en silencio hacia la entrada del edificio.
Al llegar, observa los escalones que llevan al tercer piso. - Podrías mudarte a un edificio que tenga elevador. - comenta mientras subimos a la par.
Lo miro, sin mucho interés, y le contesto con voz plana. - ¿Para qué? Así me ahorro el gimnasio. Subir escaleras es mi ejercicio del día. No era necesario que me acompañaras hasta la puerta, papá.
Él no responde al principio, simplemente asiente y se queda en silencio, mirando alrededor como si buscara algo en la oscuridad. Finalmente, habla. - Lamento que últimamente no pasemos mucho tiempo los dos solos. Era divertido cuando íbamos juntos a escuchar música en vivo.
Contengo una risa seca y levanto las cejas, incrédulo. - Solo fuimos dos veces. - le respondo, sin suavizar la verdad.
Él parece sorprendido, como si hubiera olvidado esos momentos o los hubiera multiplicado en su mente. Me observa, confundido, mientras procesa mi respuesta. - ¿No fueron más? - pregunta, como si realmente intentara recordar.
Niego con la cabeza, sin ocultar mi frialdad. Siento cómo la incomodidad se apodera de él, y baja la mirada, notoriamente inquieto, como si tuviera algo importante que decir, algo que lleva ensayando desde hace tiempo. Esa incomodidad se hace cada vez más evidente hasta que, finalmente, rompe el silencio.
- Hay algo de lo que quería hablar contigo. - toma aire antes de continuar, y veo cómo se esfuerza en encontrar las palabras adecuadas. - Con Evelin... nos casaremos en la primavera. Y quería pedirte que seas mi padrino. Significaría mucho para nosotros.
Ahí está. Respiro hondo, intentando asimilar la noticia. Claro, era eso. Después de todo, las grandes noticias en su vida últimamente siempre parecen girar en torno a Evelin y los niños. Mis pensamientos se arremolinan, y no puedo evitar sentirme un extraño en medio de esta "gran noticia". Finalmente, respondo en un tono seco y carente de emoción.
- Felicidades, supongo. - digo, sin ocultar mi indiferencia. - Intentaré ir... si es que no tengo planeado algún viaje a Boston.
Lo veo fruncir el ceño, claramente irritado, y se cruza de brazos, mirándome con una expresión de frustración apenas contenida. - Podrías alegrarte un poco, Jae. Estamos hablando de la madre de tus hermanos.
Mi paciencia se acaba en ese momento, y frunzo el ceño, dejando salir lo que he estado callando. - Medios hermanos. ¿Y cuándo tú te has alegrado por algo mío? ¿O siquiera has estado en alguno de mis recitales?
Su mirada se vuelve dura, como si mis palabras hubieran dado en un punto sensible. Suelta un resoplido y me mira con ese aire autoritario, ese que siempre usa cuando quiere convencerme de que él sabe mejor que yo.
- ¿De verdad crees que no te hemos apoyado lo suficiente? - dice, remarcando el "hemos" como si la falta de interés fuera compartida. - Si fuera por mí, ni siquiera estarías estudiando música. Es desaprovechar el tiempo. Ya perdiste un año cuando rendiste mal el ingreso la primera vez. Deberías haberlo visto como una señal de que puede que tu camino no sea por ahí.
Mis manos se cierran en puños, y trato de calmarme antes de responder, aunque la ironía en mi voz es inevitable. - No hables en plural, papá. Sabes bien que es mamá quien paga por todo. Aunque solo lo hace por su complejo de culpa. No necesito tus intentos de apoyo... ni los de ella.
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Melodía de Acero
RomanceEn el vibrante telón de fondo de Nueva York, la vida de Cloud, un joven soldado de 35 años recién llegado de Irak, se entrelaza con la de Jaehyun, un talentoso chelista coreano que estudia en Juilliard. Mientras Cloud lucha por adaptarse a la vida c...