Capítulo XIX. Oficial

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La tensión había sido palpable todo el día, desde las reuniones en el paddock hasta las conversaciones durante los entrenamientos. Pero ahora, con la calma de la noche rodeándolos, Max y Checo finalmente se encontraban a solas, fuera del ojo público. No había más excusas ni barreras que los separaran.

Estaban en la terraza de un hotel, alejado del bullicio de las celebraciones. A lo lejos, se escuchaban las risas de algunos de los miembros del equipo que aún se encontraban en la fiesta, pero Checo y Max solo tenían ojos el uno para el otro. La presión que sentían por ser compañeros de equipo se desvanecía, y una nueva tensión, más personal y profunda, llenaba el espacio entre ellos.

—Checo, ¿te has dado cuenta de lo lejos que hemos llegado? —dijo Max, su tono suave pero lleno de emoción, mientras tomaba la mano de Checo, jugando con sus dedos con una delicadeza que rara vez mostraba.

Checo, sintiendo la sinceridad de sus palabras, asintió, pero no sabía si estaba listo para abrir su corazón de nuevo. La conexión entre ellos había crecido más allá de las victorias y los podios, pero aún había mucho que no se habían dicho.

—Sí, lo sé —respondió Checo, su mirada fija en los ojos de Max—. Pero también sé que esto no es solo por las carreras, ni por el equipo. Esto... esto es algo más.

Max dio un paso más cerca, la cercanía entre ambos palpable. Los demás pilotos estaban lejos, disfrutando de su noche, pero algo dentro de él lo empujó a ser completamente honesto con Checo. Sabía que su corazón ya le pertenecía, pero necesitaba decirlo en voz alta, necesitaba saber si Checo sentía lo mismo.

—Checo... —dijo Max, deteniéndose un momento antes de hablar, sus ojos buscando los de Checo con una intensidad que solo él podía mostrar—. No quiero que esto solo sea sobre el equipo o las carreras. Quiero que seas mi pareja, más allá de todo. No solo en la pista, sino en la vida, también. Quiero que estemos juntos, en todo.

La petición de Max flotó en el aire como una declaración de intenciones, cargada de un amor que había crecido en silencio, a lo largo de la temporada, sin que nadie lo viera venir. Checo se quedó sin palabras por un momento, procesando la profundidad de lo que Max acababa de decir. Sus corazones latían al mismo ritmo, como si el destino los hubiera unido de una forma que ninguno de los dos podría haber anticipado.

Antes de que pudiera responder, Yuki Tsunoda, que había estado observando discretamente desde la distancia, se acercó a ellos con una sonrisa traviesa.

—¿Puedo ser el primero en felicitarlos? —bromeó, sabiendo que su comentario rompía la tensión que se había formado.

Max y Checo intercambiaron una mirada, y aunque no había necesidad de palabras, ambos se sintieron aliviados. Sabían que los otros pilotos de la parrilla los observaban, y la perspectiva de su relación finalmente empezaba a ser algo real, algo que no se podía ocultar más.

Pierre Gasly, quien había estado hablando con Charles Leclerc y Carlos Sainz cerca del bar, se acercó también, con una sonrisa burlona en su rostro.

—¿Es oficial, entonces? —preguntó Pierre con tono juguetón, pero la sinceridad en su mirada dejaba claro que estaba feliz por ellos. Charles y Carlos asintieron, alzando las copas de vino en señal de apoyo.

—Lo hemos sabido durante toda la temporada —dijo Carlos, levantando su copa—. Solo faltaba que ustedes lo admitieran.

Max sonrió, aliviado, mientras Checo asentía con la cabeza, tocando la mano de Max con cariño. Ahora que lo decían en voz alta, algo en su interior parecía encajar. Ya no importaban las apuestas, ni la rivalidad que existía entre algunos de los otros pilotos. Lo único que importaba era el futuro que estaban dispuestos a construir juntos.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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