BAJO PRESIÓN [CHESTAPPEN]

Capítulo VI. Interés No Deseado

La siguiente carrera estaba llena de tensión desde el inicio. En el paddock, el ambiente se sentía pesado, y no solo por la presión competitiva; había una corriente subterránea que envolvía a Max, Checo y los demás pilotos. La mirada de Lando hacia Checo tenía un matiz oscuro y desafiante, como si estuviera decidido a marcar un límite. Por otro lado, Charles no se molestaba en disimular su creciente interés por Checo. Sonrisas cómplices, cumplidos discretos y miradas prolongadas dejaban claro que quería acercarse aún más.

Al principio, Checo intentaba manejar la situación con profesionalismo, manteniéndose en el papel de piloto enfocado en la carrera. Sin embargo, los avances de Charles y la actitud amenazante de Lando empezaban a desgastarlo. Max, por su parte, observaba todo con recelo, incapaz de ocultar sus celos, especialmente cuando veía a Charles buscar cualquier excusa para acercarse a Checo.

Durante las primeras vueltas de la carrera, Checo se enfocaba en mantener su posición. Pero de pronto, en una de las curvas más cerradas, sintió el impacto del auto de Lando, que lo había alcanzado de manera deliberada. Checo tuvo que maniobrar con rapidez para evitar perder el control, mientras escuchaba el pit lane lleno de advertencias y gritos para que ambos pilotos se mantuvieran en línea.

Max, al enterarse de lo que había hecho Lando, apretó el volante, su mandíbula tensa mientras intentaba concentrarse. Pero los celos y el enojo hacia Lando no desaparecían.

Más tarde, en los pits...

Cuando la carrera terminó, y ambos autos llegaron al garaje, Max se dirigió de inmediato hacia Lando. Con la adrenalina aún corriendo por sus venas, lo miró con furia en los ojos.

—¿Qué demonios estabas pensando allá afuera? —espetó Max, apenas controlando la rabia que amenazaba con estallar.

Lando se encogió de hombros, con una sonrisa desafiante.

—Relájate, Max. Solo fue un toque. Nada grave, ¿verdad? —respondió, sin mostrar un ápice de arrepentimiento.

—¿Nada grave? —Max avanzó un paso hacia él, sin apartar la mirada—. Sabes perfectamente lo que hiciste. Ese "toque" casi lo saca de la carrera.

Lando se cruzó de brazos, devolviéndole la mirada sin retroceder.

—¿Y qué? ¿Desde cuándo te importa tanto? ¿O es que ahora tienes algo que proteger? —su tono era mordaz, como si quisiera provocarlo aún más.

Checo, que había llegado en ese momento, se quedó observando la escena con inquietud, notando cómo Max parecía estar a punto de perder el control. Intentó intervenir, pero Charles se le acercó, colocando una mano en su hombro.

—Deja que lo resuelvan, Checo. Max sabe lo que hace —le dijo Charles con una sonrisa, como si el enfrentamiento entre ambos alfas no le molestara en lo más mínimo.

Checo asintió, aunque su preocupación no disminuía. Sin embargo, se quedó cerca de Charles, quien aprovechó la oportunidad para conversar con él de manera más personal, lanzando comentarios que parecían tener una intención más allá de la amistad.

—He notado que últimamente te ves diferente, Checo —dijo Charles, sus ojos brillando con una intensidad que a Checo le resultó intrigante—. Creo que deberíamos... pasar más tiempo juntos. Quizá, fuera de la pista.

Checo se sonrojó, confundido por el interés de Charles. Pero antes de que pudiera responder, escuchó la voz de Max alzándose detrás de ellos.

—Charles, ¿podrías dejarnos un momento? —dijo Max, lanzándole una mirada que dejaba claro que su paciencia estaba al límite.

Charles alzó las manos en señal de paz, pero no sin antes sonreír de manera traviesa hacia Checo.

—Claro, claro. Nos vemos luego, Checo —dijo, despidiéndose con un guiño antes de alejarse.