Capítulo 5: El Juego se Intensifica.

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"Lo que comenzó como un juego peligroso, pronto se convirtió en una obsesión que arrastró todo a su paso, sin posibilidad de escape."

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Taehyung no sabía cuánto tiempo había pasado desde aquella noche en el parque, pero el tiempo parecía no tener importancia cuando se trataba de Nox. El asesino había entrado en su vida de una manera tan profunda, tan intensa, que ya no podía distinguir si su mente le estaba jugando una mala pasada o si realmente todo lo que sucedía era la cruel realidad.

Cada día se sentía más atrapado en su propia obsesión, como si estuviera atrapado en una telaraña que, cuanto más intentaba liberarse, más enredado quedaba. No era solo el miedo lo que lo mantenía en este juego. Había algo mucho más peligroso: el deseo. Un deseo tan fuerte que lo empujaba a seguir a Nox en cada uno de sus pasos, sin importar lo arriesgado que fuera.

El teléfono volvió a vibrar. Esta vez, Taehyung no necesitó mirar la pantalla. Sabía quién era. El nombre de Nox ya estaba marcado en su mente, en su piel, en su alma. Aunque lo odiaba, aunque le aterraba lo que él representaba, no podía ignorarlo.

"Nos vemos esta noche," decía el mensaje.

Taehyung no respondió, no necesitaba hacerlo. Lo había aprendido a lo largo de los últimos días: con Nox, las palabras no importaban. Lo que importaba era estar allí, en el lugar correcto, en el momento exacto. Como si el destino los hubiera entrelazado de una forma que no podían romper.

Esa noche, el aire estaba frío. Taehyung caminaba por las calles vacías, con las manos metidas en los bolsillos de su abrigo, sin poder quitarse de la cabeza lo que Nox le había dicho la última vez: "Te haré mío". La promesa lo perseguía como un eco en la mente, resonando con cada paso que daba.

Al llegar al parque, el ambiente era aún más opresivo de lo que recordaba. La niebla cubría el suelo, y las luces de las farolas parpadeaban débilmente, como si todo estuviera en un estado de espera, listo para estallar. Taehyung se detuvo al entrar, sintiendo una presión en el pecho. Algo en el aire le decía que esa noche sería diferente.

De repente, un silbido rompió el silencio. Era bajo, casi inaudible al principio, pero lo reconoció de inmediato. No necesitaba ver a Nox para saber que estaba cerca. La oscuridad parecía envolver todo a su alrededor, como si el asesino fuera una sombra que se deslizaba con facilidad entre las luces apagadas.

-Pensé que no vendrías -dijo la voz de Nox, esta vez más cerca, más peligrosa.

Taehyung giró, y allí estaba, frente a él, tan imponente como siempre. Nox no lo miraba con desprecio ni con indiferencia; había algo en su mirada, algo salvaje, como si viera en Taehyung algo que los demás no podían ver. Algo que lo deslumbraba, lo atraía, pero también lo amenazaba.

-¿Por qué no podría venir? -respondió Taehyung, aunque sus palabras salieron más temblorosas de lo que esperaba. No podía evitarlo. Nox lo dominaba, y él sabía que si no luchaba, si no controlaba lo que sentía, quedaría completamente atrapado en su mundo oscuro.

Nox avanzó un paso, luego otro, hasta quedar apenas a unos centímetros de Taehyung. La tensión se hacía palpable, casi insoportable. El aire se volvía denso, y Taehyung podía sentir su respiración entrecortada mientras sus ojos seguían los movimientos de Nox, incapaz de apartar la vista de él.

-Porque sabes que te tengo -susurró Nox, su voz llena de una certeza aterradora.

La mano de Nox rozó el rostro de Taehyung, acariciándolo suavemente, casi como si estuviera tocando algo frágil. Pero en la mirada de Nox había una intención que no dejaba lugar a dudas. Era el control, la dominación, esa necesidad de marcar su territorio, de reclamarlo como suyo.

Taehyung no podía resistirse. Había algo en la manera en que Nox lo miraba, algo en su presencia que lo hacía sentir débil, vulnerable, y al mismo tiempo, incapaz de dar un paso atrás. Lo deseaba, sí, pero también temía lo que eso podría significar. ¿Estaba dispuesto a entregarse completamente a esa oscuridad?

-Te quiero aquí -murmuró Nox, acercándose aún más, hasta que sus labios quedaron a unos centímetros de los de Taehyung. La proximidad, el calor de su cuerpo, lo volvían loco. El deseo lo dominaba, y no importaba cuán grande fuera el miedo que sentía. Ya no podía separarse de él.

La respiración de Taehyung se entrecortó, sus manos temblando ligeramente. No podía pensar, no podía procesar lo que estaba sucediendo. Solo sentía. Sentía la necesidad de estar más cerca de Nox, de entregarse a él, aunque eso significara su perdición. El deseo era más fuerte que cualquier otra cosa.

Y Nox lo sabía.

-Eres mío, Taehyung. Y esta noche, lo aprenderás.

El corazón de Taehyung latía con fuerza, retumbando en su pecho. Algo dentro de él, algo oscuro y profundo, lo empujaba a ceder. Y aunque sabía que lo que estaba haciendo era peligroso, que estaba a punto de cruzar una línea de no retorno, no pudo evitarlo. No pudo evitar desearlo.

A love out of the ordinary   [Kookv--Kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora