Capítulo 9: El Despertar de la Bestia.

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"A veces, el deseo no es solo una pasión. Es una condena."

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Taehyung se despertó en medio de la noche, el sudor cubriendo su piel, el aire frío calando en sus huesos. El recuerdo de lo sucedido antes, de la mirada de Nox, del toque de sus manos, le quemaba la piel. La pesadilla de estar atrapado en la telaraña de la obsesión lo había perseguido incluso en sueños. Pero no era solo una pesadilla. Era su realidad, una realidad que no sabía si quería rechazar o aceptar completamente.

La oscuridad de su habitación parecía abrazarlo, como si las sombras de la noche quisieran consumirlo. No sabía cuánto tiempo había pasado desde su último encuentro con Nox, pero su cuerpo aún respondía a cada recuerdo, a cada palabra, a cada caricia que había recibido de él. Ya no podía vivir sin esa sensación de estar bajo su control, sin esa necesidad de sentirlo cerca, aunque todo en él le gritara que debía huir, que debía salir de ese infierno que había sido diseñado para él.

Pero ¿cómo se huye de algo que ya forma parte de ti?

Los ojos de Taehyung estaban llenos de confusión, de un vacío que no sabía cómo llenar. Se levantó de la cama y caminó hasta el espejo del baño, observando su reflejo. No había nada especial en él, nada que lo hiciera diferente de las demás personas. Sin embargo, desde que había conocido a Nox, algo dentro de él había cambiado. Su rostro, antes lleno de vida, ahora parecía más apagado, como si la luz se hubiera desvanecido de sus ojos. Sus labios, que antes solían sonreír sin esfuerzo, ahora solo se movían con desconfianza, como si temieran que un simple gesto pudiera atraer a la oscuridad que lo rodeaba.

El sonido de su teléfono vibrando en la mesa lo sacó de sus pensamientos. Sabía quién era antes de mirarlo. No tenía que mirar el nombre para saber que era Nox. Las palabras de aquel hombre se habían clavado en su mente, y ahora, como un eco, resonaban en su cabeza sin descanso.

"Te estoy esperando."

Taehyung se sintió como un marioneta atrapada en sus propios hilos. ¿Por qué lo hacía? ¿Por qué seguía cediendo a la llamada de la oscuridad? Sabía que Nox no era solo un asesino. No era solo un hombre peligroso y calculador. Nox era una fuerza, un demonio disfrazado de hombre, que lo arrastraba cada vez más cerca de su abismo personal. Y a pesar de todo, Taehyung sentía que no podía dejarlo.

Se vistió rápidamente, casi sin pensar, como si su cuerpo ya supiera lo que tenía que hacer. Su mente estaba en conflicto, pero algo dentro de él lo empujaba a seguir, a encontrarse con él una vez más. Porque si algo había aprendido en los últimos días, es que no importaba cuánto tratara de huir, Nox siempre lo alcanzaba.

El parque estaba desierto cuando llegó. Las luces de la calle titilaban, parpadeando como si estuvieran a punto de apagarse. El aire estaba pesado, denso, como si algo estuviera a punto de estallar en cualquier momento. Las sombras parecían más profundas aquí, y Taehyung podía sentir el silencio oprimiéndolo. No había ni un alma a la vista, solo él y la amenaza inminente de lo que estaba por venir.

Nox apareció de las sombras, como siempre, como si hubiera estado esperándolo todo el tiempo. Su presencia era inconfundible, tan oscura como el mismo entorno, pero tan hipnótica que Taehyung no podía apartar los ojos de él. Nox sonrió, una sonrisa tan fría que hizo que Taehyung se estremeciera.

-¿Por qué sigues viniendo? -preguntó Nox, su voz suave, pero cargada de una amenaza palpable.

Taehyung intentó hablar, pero sus palabras se quedaron atrapadas en su garganta. No podía decir lo que realmente pensaba. No podía admitir que lo deseaba, que no podía dejar de pensar en él, que el dolor que le causaba era la única sensación que lo mantenía vivo.

-Porque... -susurró, finalmente, la respuesta escapando de sus labios como una confesión involuntaria-. Porque no sé cómo dejar de desearte.

Nox lo observó en silencio por un momento, evaluando cada palabra, cada gesto. Luego, dio un paso hacia él, lo suficientemente cerca para que Taehyung pudiera sentir el calor de su cuerpo, lo suficientemente cerca para que su respiración acelerada se sintiera como una presión en su pecho.

-No sabes lo que acabas de decir -respondió Nox con una sonrisa aún más peligrosa. Su mano tocó suavemente el rostro de Taehyung, como si estuviera acariciando un objeto frágil, algo que podría romperse en cualquier momento. Pero Taehyung no se apartó. No quería apartarse.

-Lo sé -dijo Taehyung, su voz rota por el deseo y el miedo. Sabía que no podía regresar a la vida que tenía antes, sabía que había perdido esa parte de sí mismo, pero no le importaba. Ya no.

Nox lo observó por un largo momento, su mirada llena de algo indescriptible. No era simplemente posesión. Era una comprensión más profunda, una certeza de que había marcado a Taehyung, que lo había moldeado a su manera, y que ahora, todo lo que era, le pertenecía.

-Esta noche, te llevaré más allá -susurró Nox, antes de acercarse más a su oído, dejando que sus labios rozaran suavemente su piel-. Más allá de lo que imaginas.

La sensación de sus palabras hizo que el corazón de Taehyung se acelerara, pero no hubo miedo. Solo había un hambre insaciable, un deseo que ya no podía controlar.

Y cuando Nox lo besó, la oscuridad finalmente se tragó todo lo que quedaba de él.

A love out of the ordinary   [Kookv--Kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora