"Lo que comenzó como un juego peligroso, pronto se convirtió en una obsesión que arrastró todo a su paso, sin posibilidad de escape."
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Las horas parecían arrastrarse mientras Taehyung intentaba concentrarse en lo que tenía delante. Estaba en su departamento, pero su mente seguía atrapada en aquel encuentro. El parque, la presencia de Nox, esa sensación que había dejado en él, lo dominaban. No podía escapar de ello, como si la sombra del asesino se hubiera quedado atrapada en sus pensamientos, revoloteando a su alrededor, acechando cada rincón de su mente.
Se levantó del sofá y caminó hasta la ventana, mirando la ciudad que brillaba en la distancia. Seúl, siempre llena de vida, de gente, de ruido. Pero en su interior, todo estaba en silencio. Había algo dentro de él que lo atormentaba, algo que le decía que debía encontrar respuestas, que debía enfrentarse a algo mucho más grande de lo que podía comprender. ¿Por qué él? ¿Por qué esa fascinación por Nox? No podía dejar de preguntarse. Pero lo cierto era que no quería dejar de pensar en él.
La sensación de ser observado nunca desapareció. Esa noche, al igual que la anterior, las luces de la ciudad parecían más apagadas, el aire más denso. La soledad lo envolvía, pero no estaba solo. Estaba consciente de que en algún lugar, en alguna parte de la ciudad, Nox lo estaba observando, esperando. Sabía que tarde o temprano, esa oscuridad lo encontraría nuevamente.
Al día siguiente, Taehyung fue al trabajo, pero su mente seguía absorta en lo sucedido. Había algo en sus ojos, algo en la manera en que Nox lo había mirado, que no lo dejaba en paz. Ese desafío implícito en cada palabra, en cada movimiento, lo había dejado marcado. No era solo el hecho de haber estado frente a él, sino la conexión que había sentido, aunque temía admitirlo. Había una fascinación peligrosa, un magnetismo que lo atraía, pero también lo repugnaba.
Durante la tarde, mientras caminaba hacia su oficina, su teléfono vibró. Un mensaje. Al verlo, el corazón de Taehyung se detuvo un momento. Era de un número desconocido.
"Nos vemos esta noche."
No necesitaba pensar mucho para saber quién lo enviaba. La simple certeza de que Nox había regresado a su vida le hizo un nudo en el estómago. Pero al mismo tiempo, algo en su interior le decía que debía ir. Era como si un poder invisible lo empujara hacia ese destino, hacia algo que no podía evitar.
Esa noche, se preparó como si fuera un ritual. Su mente luchaba por procesar la situación, pero el cuerpo actuaba por su cuenta, vistiéndose con rapidez, como si todo ya estuviera decidido. Cuando salió al exterior, la ciudad parecía la misma de siempre, pero ahora la sentía más ajena, más distante. Caminó por las calles vacías, el sonido de sus pasos resonando en la quietud de la noche. Cada paso lo acercaba más a lo inevitable, al encuentro que sabía que cambiaría todo.
Al llegar al parque, el aire estaba frío, pero la atmósfera parecía más cargada que nunca. No era la misma sensación que había tenido la vez anterior, cuando la curiosidad lo había llevado allí. Ahora, había algo más profundo, más oscuro, como si el destino lo estuviera esperando.
De repente, escuchó el silbido. Bajo al principio, luego más claro, resonando en la oscuridad. El corazón de Taehyung se aceleró. Sabía lo que eso significaba. No era una casualidad, no era un error. Nox lo había encontrado de nuevo.
-Pensé que no vendrías -dijo una voz, suave pero llena de una autoridad inquietante.
Taehyung giró lentamente, y ahí estaba él, emergiendo de la oscuridad como una figura fantasmagórica. Sus ojos brillaban con una intensidad que atravesaba las sombras, y el simple hecho de estar frente a él provocaba una mezcla de terror y deseo que era difícil de ignorar.
-No puedo dejar de pensar en ti -confesó Taehyung, sin siquiera intentar ocultar lo que sentía. Las palabras salieron sin control, como si la verdad ya no pudiera ser callada.
Nox sonrió, pero no era una sonrisa amable. Era fría, cruel, como si disfrutara de la vulnerabilidad de Taehyung.
-Eso es lo que me atrae de ti -respondió con voz grave-. No eres como los demás. Tienes algo que me incita, que me desafía a seguirte, a no dejarte ir.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda. No podía negar que la tensión entre ellos era palpable. Cada palabra, cada mirada, era una invitación a adentrarse más en ese abismo oscuro del que sabía que no podría salir indemne. Pero no podía dar marcha atrás. Algo en su interior lo había marcado, y esa marca lo estaba empujando a más.
Nox dio un paso hacia él, y Taehyung se quedó inmóvil, incapaz de apartar la mirada. Su cuerpo reaccionaba sin pensarlo, y en su pecho, el deseo y el miedo se entrelazaban, creando una corriente de sensaciones que lo dejaba sin aliento.
-¿Sabes lo que haces, verdad? -dijo Nox, su tono suave pero peligroso, como un susurro al oído-. Estás jugando con fuego. Y en este juego, no hay reglas.
Taehyung tragó saliva, su respiración acelerada, pero su cuerpo no se apartó. En su lugar, avanzó un paso hacia Nox, como si también quisiera ser arrastrado por esa oscuridad.
-No tengo miedo -respondió, aunque sabía que las palabras eran una mentira. Pero en ese momento, no le importaba.
Nox no dijo nada más. Sólo se acercó lo suficiente como para rozar su rostro con la punta de los dedos, y Taehyung sintió una corriente eléctrica recorrer su piel, dejándolo paralizado. Era una sensación peligrosa, intoxicante, y en ese momento, supo que había caído en su trampa.
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A love out of the ordinary [Kookv--Kooktae]
FanfictionUn amor fuera de lo ordinario, un amor enfermo, un amor hermoso, un amor horrible, un amor soñado, entre tantos amores, el nuestro es el más loco y el más hermoso, diferente y maravilloso.