"La caída no es dolorosa cuando te entregas por completo."×××××××××× ☆ ××××××××××
La luz de la luna iluminaba tenuemente el camino por el que Taehyung y Nox caminaban, juntos, pero a la vez distantes, como si el espacio entre ellos estuviera lleno de un abismo que ninguno de los dos se atrevía a cruzar. A pesar de la cercanía física, algo invisible separaba a los dos, como si Taehyung aún estuviera tratando de retener algo de sí mismo, algo que Nox ya había comenzado a consumir sin piedad.
El parque, ahora tan callado, parecía estar observándolos, una especie de testigo mudo de lo que estaba ocurriendo. Taehyung no podía evitar sentirse extraño, como si todo estuviera en una línea borrosa entre lo que debería ser y lo que realmente era. En su interior, los pensamientos se atropellaban unos a otros, pero todo lo que podía sentir era una inquietud creciente, como si hubiera dado un paso hacia algo del que ya no podía retroceder.
Nox, por su parte, caminaba con la seguridad de siempre, como si este fuera su territorio, como si el mundo entero fuera suyo para tomarlo a voluntad. Sus pasos eran firmes, imponentes, y Taehyung, sin quererlo, se vio arrastrado por la calma de su presencia, por la seguridad que emanaba de él.
-¿A dónde vamos? -preguntó Taehyung finalmente, su voz rota por la tensión que sentía. No quería que la noche se alargara, no quería que el tiempo continuara estirándose más allá de lo que podía soportar. Pero, al mismo tiempo, algo dentro de él deseaba más, quería estar cerca de Nox, tan cerca que no pudiera pensar en nada más.
Nox no respondió de inmediato. En lugar de eso, se detuvo y giró hacia él, su mirada fija en Taehyung con una intensidad tan penetrante que hizo que el aire entre ellos se volviera aún más denso.
-Vamos a un lugar donde solo tú y yo existimos, Taehyung. Donde no hay reglas, ni restricciones. Solo nosotros.
El tono de Nox era casi una invitación, pero también una advertencia. Era un lugar donde Taehyung sabía que perdería más que su libertad. Sabía que perdería lo último que quedaba de su alma, pero no podía dejar de quererlo, no podía dejar de seguir a esa sombra que lo atraía con una fuerza que no entendía.
Nox avanzó hacia él, tomando su mano con firmeza, sin dejar espacio para la duda. Taehyung no dijo nada, simplemente lo siguió, como una marioneta atada a los hilos invisibles de Nox. Cada paso que daban juntos los acercaba más a ese lugar oscuro, ese vacío donde no había regreso.
Al llegar a un edificio abandonado, Nox detuvo sus pasos y empujó la puerta con un movimiento brusco. El sonido de la puerta crujiendo en la oscuridad llenó el espacio, resonando en los oídos de Taehyung como una condena. La entrada al lugar estaba oculta en las sombras, pero algo en su interior lo hacía sentir que, de alguna manera, ya había estado allí antes. O tal vez su mente solo le jugaba una mala pasada.
El lugar estaba desordenado, sucio, como si nadie hubiera puesto un pie allí en años. Pero para Nox, era el santuario perfecto, el escenario donde podía tener todo bajo control, donde podía hacer que Taehyung se rindiera completamente. Y Taehyung sabía, en algún rincón de su mente, que eso era exactamente lo que quería. Ser controlado. Ser dominado.
Nox lo empujó suavemente hacia el centro de la habitación, su toque cargado de una intensidad tan palpable que Taehyung casi sintió que no podía respirar. Cada movimiento de Nox, cada palabra, cada gesto, lo hacía perder más de sí mismo, como si fuera una tormenta arrasando con todo lo que quedaba de él.
-Este es el lugar donde todo se deshace, Taehyung -susurró Nox, su voz llena de un deseo tan oscuro que Taehyung casi no podía soportarlo. El asesino se acercó, tocando su rostro con suavidad, pero con la promesa de algo mucho más fuerte que esa suavidad-. Y tú te vas a perder en él. No hay vuelta atrás, ¿me entiendes?
Taehyung sintió el golpe de sus palabras como un mazazo en el pecho. Algo dentro de él se quebró, pero no lo suficiente como para detenerse. No podía, ni siquiera quería. Porque sabía, en el fondo, que este era el único camino hacia el alivio, hacia la calma, hacia lo que realmente deseaba: la posesión total de Nox.
-Sí -susurró, apenas audible, como si temiera que el solo hecho de pronunciar la palabra lo condenara. Pero, en realidad, era lo que más deseaba. Ser dominado, perderse en ese abismo de oscuridad que Nox le ofrecía.
Y Nox lo sabía. Lo sabía todo. Taehyung no tenía que decir nada más. La mirada que se cruzó entre ellos fue suficiente. El silencio que siguió fue pesado, cargado de promesas peligrosas. La habitación a su alrededor parecía desvanecerse, como si solo existieran ellos dos, encerrados en esa burbuja de deseo, de control y de desesperación.
-Te voy a romper, Taehyung -dijo Nox, su voz tan baja que apenas se escuchó, pero lo suficiente como para hacer que cada fibra del cuerpo de Taehyung se tensara.
Nox avanzó hacia él, y Taehyung no dio ni un paso atrás. En sus ojos brillaba algo peligroso, algo que ya no quería esconder. Estaba listo. Estaba listo para perderse en él, para ser todo lo que Nox quería, para ser suya.
Y cuando Nox lo besó, Taehyung sintió cómo la última parte de sí mismo se desvanecía, disuelta en la oscuridad de ese beso. Ya no quedaba nada. Ya no había forma de volver atrás.
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A love out of the ordinary [Kookv--Kooktae]
FanfictionUn amor fuera de lo ordinario, un amor enfermo, un amor hermoso, un amor horrible, un amor soñado, entre tantos amores, el nuestro es el más loco y el más hermoso, diferente y maravilloso.