Capítulo 12: El Umbral de la Sombra.

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"Por que sabes que me encanta cuando me rompes."

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El aire seguía denso, cargado de una electricidad que no cedía ni siquiera tras el abrazo ardiente de aquel beso. Taehyung se sentía suspendido en un espacio que no pertenecía a este mundo. Todo, absolutamente todo a su alrededor, había desaparecido. La habitación, la ciudad, las voces, los ruidos... nada importaba ya. Solo Nox. Solo el peso de su cuerpo, de su presencia. Solo la presión de su toque que parecía marcarlo, darle forma, fundirse con él

El silencio que siguió fue casi tan ensordecedor como el caos anterior. Ninguno de los dos se movió, ninguno de los dos pronunció palabra. Nox lo mantenía contra la pared, sus cuerpos aún tan cerca que Taehyung podía sentir el latido de su corazón como un eco resonando dentro de él. No podía alejarse. No quería. Un miedo desconocido se apoderaba de su ser, pero no era suficiente para hacerle desear escapar. Algo más, algo profundo y oscuro, lo mantenía ahí. Aferrado. Necesitado. Vulnerable

-¿Lo sientes? -La voz de Nox cortó el silencio, grave, casi un susurro en su oído-. El control... te está ahogando, Taehyung. Pero te gusta. Te excita

Las palabras, cargadas de una verdad que Taehyung no se atrevía a reconocer, lo atravesaron como una cuchilla. No era solo el cuerpo lo que respondía a Nox, era algo mucho más profundo, mucho más peligroso. Era su alma, su voluntad, todo lo que había sido antes de encontrarse con él. Nox había abierto una puerta dentro de él, una puerta que no podía cerrar

Taehyung cerró los ojos por un instante, tratando de encontrar alguna claridad, alguna razón para volver atrás. Pero al abrirlos nuevamente, Nox seguía ahí, imparable, una sombra constante que lo envolvía y lo devoraba poco a poco

-No te equivoques, no hay salvación aquí. No quiero que me salves -La frialdad en la voz de Nox era como un látigo, cortante, tajante. Su mirada se mantuvo fija en la de Taehyung, como si buscara ver a través de él, penetrar cada rincón de su ser

Un escalofrío recorrió la columna de Taehyung, pero no se apartó. No podía. Algo en él lo mantenía anclado a ese lugar, a esa mirada que lo desnudaba, que lo entendía de una forma que ni él mismo se atrevía a comprender

-Lo que más temes... es perderte -dijo Nox, su voz suave pero llena de amenaza-. Y eso es lo que te haré. Te perderé, y lo harás porque lo deseas más que nada

Taehyung sintió un nudo en el estómago. ¿Cómo podía desear algo tan destructivo? ¿Cómo podía ser tan débil? El deseo, el miedo, y la fascinación se entrelazaban en su mente, creando un torbellino del que no podía escapar

Nox sonrió, como si hubiera leído sus pensamientos, como si supiera que ya no había vuelta atrás. Sin decir palabra, lo atrajo hacia él nuevamente. Esta vez, el beso fue más lento, más calculado. Cada movimiento de Nox parecía tener el poder de desarmarlo, de quebrarlo, y Taehyung se dejaba llevar sin oponer resistencia

La lucha interna que había sentido antes desapareció por completo. La voluntad que intentaba aferrarse a la realidad se desvaneció bajo el peso de esa necesidad que ahora lo gobernaba por completo. Ya no era un espectador. Ya no era un ser separado de este juego oscuro. Era parte de él. Y lo deseaba con cada fibra de su ser

-No hay vuelta atrás, Taehyung -La promesa de Nox resonó en sus oídos, tan clara y definitiva como el sonido de una campana en la quietud de la noche

Taehyung no sabía si debía sentirse liberado o atrapado, pero la confusión se desvaneció en cuanto Nox lo alejó de la pared, sin soltarlo, sin permitirle siquiera pensar. Cada contacto, cada roce de su piel contra la de Nox, era una condena y una redención al mismo tiempo. El control, esa ilusión que había querido mantener, se deshizo como papel mojado en sus manos

Y mientras Nox lo conducía de nuevo hacia la oscuridad de su propio deseo, Taehyung comprendió que ya no importaba luchar. La sombra ya lo había tomado. Y se entregaba a ella, completamente, sin reservas, sin miedo

La habitación giraba a su alrededor, pero todo lo que podía ver era a Nox. Todo lo que podía oír era su respiración, su voz, el sonido de sus labios, de su cuerpo que se apoderaba del suyo. Y en medio de todo eso, una sola verdad se instaló en su mente.

Ya no había vuelta atrás.

A love out of the ordinary   [Kookv--Kooktae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora