𝄞⨾𓍢ִ໋. 𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 10.𓍢ִ໋𝄞⨾

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ℜ𝔲𝔢𝔩𝔩𝔢

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Desesperación.

No hay otra palabra que describa mi situación, trato de relajarme y pensar en que Matteo ha mentido, que no es verdad que será mi profesor de música.

No puede, mi padre me ha prohibido verle, hablarle y siquiera pensarlo. Además, el instituto Audrey es independiente del círculo, si, aquí estudiamos los pertenecientes a él, pero solo es por las enormes donaciones que hace nuestro líder y quien les ha prometido la vida eterna a los directivos.

Idiotas, ¿con qué derecho se atreven a siquiera desear ser como nosotros?

Son solo unos aprovechados y ambiciosos. Se perfectamente que anhelan este poder para derramar caos y subirse el ego.

Agito la cabeza y me concentro en la pizarra frente a mí, donde el profesor delinea los principales conflictos geopolíticos de la Guerra Fría. El mapa conceptual, lleno de flechas y conexiones, muestra la compleja red de alianzas y tensiones que transformaron el mundo...

Aún no comprendo por qué papá decidió que esta sería una excelente carrera. En lo familiar podría entenderlo: extender nuestras conexiones a otros países, brindar nuestros 'servicios', fortalecer el imperio que con tanto esmero ha construido. Pero en lo personal... mis dedos se contraen involuntariamente, añorando las cuerdas de mi violín.

La música... ese era mi verdadero destino. Puedo sentir el peso fantasmal del arco en mi mano, recordando cómo las melodías fluían a través de mí como sangre por las venas. Mi violín, abandonado en casa, es un recordatorio constante de los sueños que papá decidió enterrar bajo el peso de las 'responsabilidades familiares'.

El salón de clases es una tortura particular. Treinta y dos corazones latiendo a destiempo, cada uno contando su propia historia de vida. El aroma metálico de la sangre atraviesa el aire como una sinfonía cruel - dulce, tentadora, insoportable. A mi derecha, una chica juega nerviosamente con su cabello, su pulso acelerado es como un tambor en mis oídos. Delante, un chico mueve su pierna ansiosamente, la sangre corriendo por sus venas como un río salvaje.

El calor que emana de sus cuerpos me envuelve como una manta sofocante. La sed araña mi garganta, un monstruo familiar que amenaza con despertar. Cierro los ojos un momento, intentando ignorar cómo la arteria carótida de mi compañera de al lado pulsa tentadoramente bajo su piel delicada.

Y aquí estoy, fingiendo prestar atención a teorías geopolíticas cuando lo único que resuena en mi mente es el recuerdo de las partituras de Paganini y el constante recordatorio de que estoy rodeada de frágiles bolsas de sangre caminantes que no sospechan que tienen a un depredador entre ellos.

Estúpidos, como los envidio.

—Chicos no olviden su tarea, nos vemos en la próxima clase —finaliza el profesor en cuanto la campana dando la indicación de nuestra siguiente clase retumbó en mis tímpanos, como si de una explosión que destruyó al mundo, se tratara

Notas Oscuras + 21 <SAGA ODSYC #4>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora