(-) Vemos las cosas, no como son, sino como somos nosotros (Kant)
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Hay secretos que es mejor mantener ocultos y otros que es mejor olvidar. Pero para Matteo y Ruelle, ya es demasiado tarde. Ahora, su única esperanza de sobrevivir radica en confia...
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No hay nada peor que ser castigada a días de tu cumpleaños.
Quite mi vestido para dejar que nuestro sastre vuelva a acomodar esas manchas de sangre que ha dejado Skender en el.
Sentada frente a mi tocador de madera oscura, con su espejo en forma de mariposa del mismo color, que me deja ver mi reflejo, retocó mi peinado.
Mamá me ha pedido que use un maquillaje sencillo pero hermoso, pues hoy papá ha cerrado un trato muy jugoso y ella desea que nos veamos realmente presentables.
Suspiró.
Paso la brocha por mi rostro, esparciendo la base por cada centímetro de el, ya me he duchado otra vez. Al terminar de colocarme ese maquillaje "sencillo" me levante aún con la bata cubriendo mi cuerpo y salí de la habitación, encontrándome con Skender totalmente apenado lo que me hizo reír.
—Oh, mamá también te ha reprendido por ensuciar su linda alfombra nueva, he —me cruce de brazos ganándome una mirada de pocos amigos por su parte
—Todo por tu culpa, ahora deberé ir con el sastre para que me haga otro traje —ambos caminamos para llegar a la sala donde el sastre aún está dándole más detalle a nuestros conjuntos —. Y como dice mamá, más tiempo desperdiciado —vuelca los ojos
—Fue tu culpa
—Agh —se queja al dejarme pasar primero —siempre lo mismo, culpando a otros —
Se que está molesto porque yo siempre salgo limpia de cualquier cosa, a pesar de que yo lo haya iniciado y más cuando él está involucrado y mis padres se ponen de mi parte.
—Vamos hermano, tuviste la culpa, tú te burlaste de mi vestido diciendo que parecía Fiona en tiempos de hambruna
Una para nada sutil carcajada nos hace voltear a ambos, en la esquina del sofá familiar de cuero negro y botones dorados como diseño del mismo, con un cómic está Ryuu, Skender y yo nos damos una mirada de desaprobación y negamos.
—¿De nuevo pelean? —ríe cambiándole la hoja a su aburrido comic de Mai Chan —
—No es de tu incumbencia enano —reclama Skender al recorrer la sala solo para llegar a su lado y tumbarse —
—Sus peleas terminan con mamá quejándose por toda la casa y regañándome por no ser mayor —habla en tono serio —. Así que si, si es de mi incumbencia —nos ve como si aquello le diera la razón de su intromisión
—Me gustaría que un día no tuvieras la razón —me quejo al sentarme en medio de ambos
—No hagan idioteces y no tendré nada para decir —encoge sus hombros
—Listillo —felicita Skender de forma divertida
—Lo soy, siempre he dicho que yo soy el más inteligente de esta familia, me impresiona que haya nacido al último
