Entre rápidamente a mi casa y mire a mi papa que me miraba preocupado.
- ¿Que pasa Reed? - Me preguntó siguiéndome.
- Me han llamado de la hípica donde tienen a la supuesta Loba, de que la han robado. Y me están culpando a mi. - Dije con una leve lagrima entre mi ojo.
- No te pueden culpar por que si. - Dijo con una ceja hacia arriba con cara de confundido.
- Vamos a tener que ir. - Dije preocupada y un poco asustada de lo que podía pasar.
- Esta bien. - Me respondió agarrando unas llaves que estaban en la mesa y camino rápidamente hacia la puerta.
----
- Reed - Me grito Murray desde lejos. - Ven acá.
- ¿Que caballo es?
- Es una yegua negra con una mancha en su frente y 3 calcetines. - Dijo algo preocupado, pero no se le notaba demasiado.
- Pero ella que tiene que ver. - Dijo mi padre confundido mirándole fijamente.
- Los dueños de esta yegua piensan que fue ella. - Dijo mirando hacia atrás, era la misma niña con su madre.
- Si, a ella la vi con MI yegua. - Dijo la niña con cierto enojo.
- ¡Pero yo no he robado a ninguna yegua! - Dije diciéndolo muy fuerte, casi gritando. Luego me controle.
- Si no aparece esa yegua, denunciaremos tu hacienda. - Respondió la madre defendiendo a su hija.
- Nosotros no tenemos nada que ver. - Dijo mi padre defendiendose.
- Vamos a tu hacienda. - Dijo Murray.
- Vamos. - Respondí firme, luego mire a mi padre que no tenia ningún problema en ir.
---
Mire a la hacienda, ya íbamos llegando, cuando algo se nos atravesó en el camino.
- Ella es. - Dijo la niña señalando aquella yegua. - Ella es mi yegua.
Mire a la niña, estaba sorprendida, no sabia que estaba pasando.
- Ustedes la robaron. - Dijo con tono enojado la mama.
- No... Ella vino sola. - Dijo un trabajador defendiéndonos. - Además, cuando vino estaba toda lastimada.
- Emm.. - Dijo pensando la mama. - Nosotros la cuidamos muy bien.
- Estas mintiendo. - Dije con una pequeña sonrisa.
- Mira... Les damos la yegua si no dicen nada. - Dijo preocupada la mama, seguramente no quería arruinar su reputación o algo así.
- Esta bien. - Mi padre respondió, la cual me puse feliz.
La madre nos miro y luego camino hacia un carro y rápidamente se retiró dejando la yegua a un lado de nosotros.
Mire a mi padre y le abrace mirando a Loba.
- Ya te tengo en mis manos. - La abrace y sonreí.
- Llévala al establo.
- Si. - Camine al lado de Loba. Cuando vi salir a mi mama.
- Madre? - La mire caminando hacia mi.
- ¿Es loba? - Dijo sonriente.
- Si. - Dije feliz y la deje en el establo.
- Ven, ya es hora de la cena.

ESTÁS LEYENDO
Pedí un caballo, me dieron a mi mejor amigo.
Teen FictionReed, una adolescente de 15 años, siempre a esperado un caballo de cumpleaños. Al tenerlo, ella lo entrena para ser un buen caballo para poder participar en competencias y ser una jinete experta. Pero hay muchas cosas que se lo impiden.