~Los problemas comienzan~

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Holi, este capitulo no sera narrado ni por Checo ni por Max, sera narrado por
su servidora, osea yo,
bueno sin nada mas que decir comenzamos

🐱

Había pasado una semana desde que Checo estuvo con Max, ambos tenían bastante trabajo, hubo fiesta de celebración por la victoria de Max el primer finde de sus semanas libres pero Checo decidió no ir, tenía que esforzarse con el equipo y últimamente se sentía cansado, con ascos y muy poco apetito, por otro lado no quería dejar solito a Charles ya que por estar embarazado no iría a la fiesta, así que decidió pasar la noche con él haciéndoles compañía.
Llegó a su casa, ordenaron comida mientras ponían una película y a la vez conversaban.

—¿Y ya sabes que va a ser?— pregunto Checo refiriéndose al género del bebé
—Me creerías si te digo que no se, cada que vamos a hacerme el ultrasonido se tapa y no se deja ver—
—Debe ser muy lindo verlo y sentir como va creciendo—
—Pues lindo si es, pero a la vez es una tortura, este bebé parece que sera futbolista por que patea con unas ganas tremendas—
Ambos rieron y siguieron conversando la comida llegó y Checo fue quien la recibió, al destapar la comida salió el olor, era sushi uno de los platos favoritos del mexicano pero por alguna extraña razón el olor le provocó asco.

—Te sientes bien— pregunto Charles
—Si,si todo bien es sólo que esta semana me he sentido cansado nada más, no es grave—

Checo fué al baño y se hecho agua en la cara hasta que poco a poco el asco se fue llendo, regreso nuevamente con Charles quien ya no estaba sólo, Franco, George y Yuki acababan de llegar.

—Franco, George, Yuki, que hacen aquí, no irán a la fiesta—
—Se supone que si, pero supe por Max que no irías, el me dijo que estabas con Charles así que vine para aca— respondió el argentino
—Yo solo vine porque no tenía nada que hacer, no tenía ganas de ir a la fiesta y le dije a Charles que si podía venir, me dijo que estabas tu y bueno aquí estoy— contestó el pequeño japonés
—Bueno pues yo estoy aquí porque, pues, no tenía muchas ganas de ir a la fiesta tampoco, aparte Max me dijo que lo siguiera y que cuidará al niño—
—Y el niño es?.....— preguntó Charles
—Yo, te das cuenta Checo lo que ese pelotudo le pidió a George, cómo si yo fuese un niño pequeño que no puede cuidarse sólo— respondió el argentino haciendo un leve puchero

Checo sonrió ante las palabras de Franco y George, los cinco se sentaron a comer pero por mas que Checo quería probar la comida el apetito no le llegaba y sólo asco era lo que tenía.

—Checo, ¿Estas bien?— preguntó Franco en cuanto vió que su “papá adoptivo” no tocaba la comida y sólo la veía.
—En el refri tengo helado, ¿Que te parece si te lo comes?— Charles iba a levantarse para ir por el helado pero Franco se lo impidió.
—No te preocupes yo voy por el sólo dime dónde está la cocina—
—Checo de verdad estás bien—
—Si tranquilos todo bien—

~•~•~•~•~

En algún punto de Brasil se encontraba Max, Lando, Alex, Pierre, Esteban, Daniel y Carlos.
Todo eran risas y diversión, la música sonaba alto y el alcohol en sus cuerpos comenzaba a causar efecto.
Max, Lando y Daniel comenzaron a “bailar” aunque mas que bailar parecía que los estaban electrocutando.
Los minutos pasaron, las risas, las pláticas todo iba bien hasta que de pronto un grupo de chicas se acercó a estos tres con intenciones de tener mas que una charla, una de las chicas se acercó a Lando y comenzó a tocarlo del hombro con clara intención de besarlo pero fue apartada bruscamente por Oscar quién jalo a Lando llevandoselo del lugar.

—¡Óscar déjame!— forcejeaba Lando tratando de soltarse del agarre de Óscar
—No Lando, no te voy a soltar, estás ebrio y esa chica, porque no entiendes Lando—
—El único que no entiende aquí eres, TÚ— grito Lando por fin soltándose de su agarré —todo esté tiempo he tratado de gustarte y que has hecho, nada, siempre sales con chicas he incluso comenzaron a rumorar que tenías novia, sólo déjame en paz—
—Y tú, que piensas que siento yo cuando te veo con otros hombres—
—No soy una puta Óscar—
—No estoy diciendo que lo seas— el rubio soltó un suspiro pesado llevando sus manos a su cabello —me gustas Lando, de verdad me gustas, por favor vayamos a casa si—
Óscar tomó la mano de Lando, ambos se subieron al auto con destino a su casa, sin duda alguna tenían muchas cosas de que hablar.

Amor A La Mexicana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora