Un Dulce Amor de Familia Pasajera (SeverusxGiyuu)

Capítulo 13: Conflicto y Decisión

Mientras los pilares se acomodaban en la sala, un sonido de conflicto resonó desde una habitación cercana, donde se encontraba el flu. Giyuu sintió la presencia de tres alfas dominantes y, reconociendo uno de los olores como el de su pareja, se dirigió hacia la habitación con los pilares siguiéndolo de cerca. Prefirió mantenerse a una distancia prudente, observando lo que ocurría.

Al llegar, escucharon una discusión acalorada entre Severus y dos de sus amigos de sangre pura con ideologías puristas, Lucius Malfoy y Beatriz Black de soltera Rosell. Ambos intentaban persuadir a Severus de abandonar al omega al que se había enlazado y al cachorro que había adoptado, sugiriendo que debía casarse con alguien de su misma posición económica para evitar que la sangre de Severus se disolviera más con la muggle.

Lucius Malfoy: (enojado) ¡No puedo creer que te hayas enlazado con un muggle, Severus! ¿Qué has hecho con tu linaje?

Severus: (firme) He hecho lo que considero correcto para mí y mi familia. Giyuu y Harry son mi familia ahora.

Beatriz Black: (despectiva) Un muggle y un niño que ni siquiera es de tu sangre. Estás traicionando nuestras tradiciones, Severus.

Severus: (con calma) Las tradiciones no son lo más importante. Lo que importa es el amor y la protección que puedo ofrecerles.

Lucius Malfoy: (alza la voz) ¡Eres un alfa dominante, Severus! Tienes responsabilidades y deberes. Enlazarte con un muggle es una afrenta a todo lo que representamos.

Severus: (mirando a los ojos de Lucius) Mis deberes y responsabilidades son proteger y amar a mi familia. No tengo nada más que decir al respecto.

Beatriz Black: (frustrada) No entiendes lo que estás haciendo. ¿Qué dirán los demás? ¿Qué pasará con tu linaje?

Severus: (resoluto) El linaje no significa nada si no hay amor y respeto. Giyuu es mi destinado, y Harry es mi hijo. Esa es mi prioridad.

Lucius Malfoy: (apretando los puños) ¡Tu era linaje es puro por generaciones! No puedes simplemente mezclarlo así.

Severus: (firme) La pureza de la sangre no importa. Lo que importa es la pureza del corazón y la intención. Giyuu y Harry merecen todo mi amor y protección.

Beatriz Black: (con sarcasmo) ¿Y qué hay de los futuros cachorros? ¿Serán mitad muggles también?

Severus: (mirando con amor hacia donde se encontraba Giyuu) Serán nuestros hijos, y los amaremos incondicionalmente. No importa su origen.

Lucius Malfoy: (desconcertado) Esto no puede ser... ¿Realmente estás dispuesto a ir tan lejos por un muggle?

Severus: (firme) Sí, lo estoy. Giyuu y Harry son mi familia y haré lo que sea necesario para protegerlos.

Beatriz Black: (dudando) Quizás hemos sido demasiado estrictos. Pero esto es... complicado.

Lucius Malfoy: (recalcitrante) No daré mi brazo a torcer, Severus. Estás cometiendo un grave error.

Severus: (con calma) Entiendo sus preocupaciones, pero les pido que respeten nuestra decisión. No hay nada más que discutir.

Beatriz Black: (con un tono más conciliador) Muy bien. Aceptaremos a Giyuu en nuestro círculo, pero con una condición: sus hijos deben ser mágicos. Si nace un squib, deberá ser abandonado a su suerte.

Severus: (enfurecido) ¡Eso es inaceptable! No abandonaré a ningún miembro de mi familia, sin importar sus capacidades mágicas. Todos mis hijos serán amados y protegidos.

Lucius Malfoy: (resignado) Muy bien, Severus. Si esto es lo que has decidido, entonces lo aceptaremos. Pero no esperes que sea fácil.

Beatriz Black: (suspirando) Solo espero que sepan lo que están haciendo.

Severus: (con determinación) Lo sabemos. Gracias por entender.

Lucius y Beatriz, aún algo reticentes y sin dar su brazo a torcer completamente, finalmente aceptaron la situación y se retiraron. Giyuu, viendo que la situación se había resuelto, suspiró de alivio, sintiendo el apoyo y el amor de su alfa. Los pilares, que habían presenciado todo, se sintieron más tranquilos al ver que Severus defendía con tanto ímpetu a su familia.