15 HORAS PARA EL FINAL
EZRA
La frialdad y la oscuridad golpean mi interior con una necesidad salvaje, rasguña mis adentros e intenta romper las cadenas que he colocado ahí para mantener a raya a ese ser que llevaría al mundo a un colapso, la cosa dentro de mi repleta de oscuridad, esa personificación del mal que no tiene reparos en destrozar a cuantos se le atraviesen porque su única función es causar dolor.
Esta ahí, rompiendo candado a candado mientras el aliento se me corta.
Un dolor sordo y crudo explota en mi estómago, cerca de mi ombligo obligándome a abrir los ojos, una exhalación brusca sale de mi pecho buscando un respiro.
Gruño ahogando el grito dolorido y lastimero que quiere salir cuando el fuego quema parte de la piel de mi estomago dejándola al rojo vivo.
No tendrá mi dolor.
No importa cuantas veces me introduzca en agua, cuantas veces me robe el aliento, cuantas veces la electricidad en una descarga brutal que ya hubiera matado a un humano, destroce mi cuerpo. No importa lo mucho que lo intente, no va a obtener mi dolor y mucho menos me romperá.
Puedo contra la bestia, aunque arañe con fuerza esta cascara humana que lo detiene enjaulado.
—La preciosa Trea estoy seguro de que apreciara las bonitas marcas que te estoy dejando —Leibda sonríe con todo y dientes mientras ve como sus semidioses aplican todo lo que él solicita.
Gruño en una risa amarga.
—¿Cuál es tu plan, Leibda?, ¿crees que va a correr a tus brazos si yo no estoy?, ¿ese es tu plan? —siento como la voz raspa contra mis cuerdas vocales laceradas por la falta de oxígeno.
Él suelta una risita mientras los semi dioses que nos rodean se mantienen con la mirada en el piso evitando hacer contacto conmigo. No sé que aspecto tengo, solo puedo ver las heridas sangrantes en mis manos, las quemaduras en mi cuerpo, la falta de mi camisa y zapatos y los nada cómodos grilletes que se extienden por mis muñecas haciendo juego con las cadenas sujetas del techo que me mantienen lo bastante suspendido para poder actuar.
Pero claro, no es lo único, porque este sujeto no juega limpio. La verdadera razón tras la falta de mi magia y el poco uso de mis habilidades es que me han obligado a beber un brebaje que esfuma mi magia por unas cuantas horas.
—Soy el bueno, Ez, querido —sonríe acercándose a donde esto con las manos tras su espalda—, cuando tenga que darle la incomoda noticia de tu muerte, bueno, la pobre Chantrea estará destrozada, le daré mi hombro para que seque sus lagrimas y borrare tu recuerdo con cada embestida, la tomare y será delicioso. —se relame los labios y la bestia que esta encarcelada dentro de mí, se azota y rasguña violentamente.
Ni en mil años podrá tocarla. ¿De verdad creé que puede eliminarme así de fácil?
La risa gutural se escapa de mi sistema sin que la pueda controlar, los semi dioses me observan por el rabillo de sus ojos con cierto pánico en su sistema, como si creyeran que he firmado mi sentencia de muerte, pero se equivocan, solo moriré cuando Trea no esté en este mundo, porque se equivoca si cree que la voy a dejar, mi alma esta unida a la de ella y tampoco le voy a causar esa pena de morir primero, claro que no. Voy a cuidar de ella y su alma oscura hasta que la vida decida que ha sido suficiente para ambos.
—Quiero ver que lo intentes, Leibda —es una amenaza directa.
La sensación de la oscuridad se filtra por mis venas sintiéndose explosiva.
![](https://img.wattpad.com/cover/369652571-288-k886326.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Un trato con los ángeles (2da parte) |TERMINADA|
Ficção AdolescenteChantrea ha descubierto un armario lleno de los cuerpos que la representaron en años pasados. El culpable esta frente a ella, con esos ojos dorados, sirviendole todos sus deseos en una bandeja de plata. Solo debe morder la manzana y decidir ser de é...