Quédate con ella

Epílogo

Marcos González se disculpó con Grecia, le aseguró que su comida era exquisita y que, de querer ayudarla por ser pareja de Victoria, lo hubiese hecho de otra forma. Explicó que la contrató por sus excepcionales talentos culinarios, porque representaban un beneficio para él. Grecia continuó trabajando para él un par de años.

Marieta perpetuó su comportamiento de viuda alegre, siempre vivió bajo sus reglas y pudo librarse de sus hijos.

Javier cumplió sus promesas a Victoria, hizo mucho dinero con sus clientes y nunca decepcionó a ninguno. Fue abogado de Grecia hasta el día de su muerte y la salvó de todos los enemigos que aparecieron en el camino. 

Andrés volvió a cocinar dos semanas después de su herida de bala, la estancia de Grecia en París y la negativa de sus compañeros, ante la petición de cubrir sus turnos, aceleraron su reincorporación al trabajo. Se mantuvo soltero hasta que la hija de Marcos González terminó con su novio.

Ilan y Verónica continuaron casados por muchos años más. Ilan recuperó su confianza. Verónica logró tener muchas exposiciones y su vida familiar nunca se vio afectada. Lobo hizo muchos viajes en helicóptero por las maravillas naturales del mundo, dedicó un año a eso y luego Rafael lo recibió en París, vivió en su casa mientras estudiaba cocina. Franco disfrutó ser hijo único en esa época.

Rafael le pidió matrimonio a Elena. Ella nunca volvió a tener la mirada de decepción que tenía el día que lo conoció a él. Él nunca volvió a sentir deseos de estar con alguien más. Se mudaron a París. Elena fue la directora de la sucursal parisina de la agencia de diseño de Lourdes.

Lourdes empezó a llevarse mejor con su familia. Se disculpó con Ilan por haber minado su confianza. Su madre se dio la oportunidad de volver a conocerla y en el proceso Grecia conquistó su paladar y luego su corazón.

Grecia siempre recordó a Victoria, pero amó a Lourdes con todo su ser y se lo demostró cada día. Oyó a Bon Jovi en todas las situaciones imaginables, sin límites. No tuvo otro enemigo del nivel de Martín. Ella y Lourdes tuvieron dos hijos, la mayor fue bautizada como Victoria Giacomelli y amaba dormir bajo el árbol amarillo.