Izumi Midoriya, una chica que nunca había enfrentado una caída tan grande como la que experimentó semanas atrás, afortunadamente tuvo ayuda en sus amigos y familia; ese crecimiento fue suficiente para salir del abismo. Aún no se encontraba totalmente bien, pero entendió lo más importante: quedarse en ese estado no va a ayudar a nadie.
Es correcto preguntarnos: ¿Qué hay de su mellizo más pequeño? Aquel cuya vida fue una caída constante durante toda su vida. Ese chico que intentaba por todos los medios hacer sus sueños realidad.
Izuku Midoriya sabía que sus ideales heroicos se podrían mantener con la suficiente fuerza de voluntad, pero nadie le dijo que eso podía ser corrompido sin que él se diera cuenta.
Unas semanas antes del enfrentamiento de Izumi, Tsuyu y Katsuki contra Overhaul y Kuin.
Nuestro peliverde se hallaba en el suelo, luego de ser golpeado con fuerza en la mejilla por el bastón de combate de Kurogiri. Si la niebla morada pudiera expresar emociones, estaría sorprendido de la gran capacidad de Izuku por mejorar y aprender; se adaptaba rápido a las lecciones e incluso entrenaba un poco más de lo que él le indicaba.
Él quería ese don y haría todo lo posible para conseguirlo.
—¡D-Deme un segundo!
El pecoso luchaba con todas sus fuerzas para hacer que el oxígeno pudiera entrar a sus pulmones; se sostenía la mejilla recién golpeada y su costado. Kurogiri asintió ante lo dicho y volvió a una pose neutral, tomando su báculo con su mano derecha, mirando a su alumno retorcerse.
La intensidad en sus entrenamientos había crecido, pero eso fue por petición de Izuku, por lo que no se sentía mal de llevarlo a ese límite, aunque la verdad es que no podía sentir nada en absoluto.
—Sus mejoras han sido significativas, joven Midoriya, veo que ha dominado el estilo de combate con un Bo; aprende rápido, incluso ha mejorado sus marcas en las pesas.
—G-Gracias —sonrió levantándose con cuidado del suelo—. Es obvio que mejoraría, señor Kurogiri; pasar de no hacer nada a moverme me dará bastante avance —se rascó la nuca—. ¿Tomura entrenará con nosotros? Es que ya van varios días y...
—No —dijo sin más—. A Shigaraki Tomura no le gusta entrenar; le gusta irse más por el uso de su don. Como entenderá, Decay es un don destructivo con solo un toque, por lo que no tiene esa necesidad.
—Comprendo... a-aunque creo que debería hacerlo, eso mejoraría su desempeño, ¿No lo cree? Puede que nos encontremos en una situación donde su don no pueda servir —sus ojos brillaron de emoción al imaginar el análisis del don que haría de Tomura para convencerlo de entrenar.
—Créame, joven Midoriya, él es una caja de sorpresas, puedo apostar a que podría vencerlo en su estado actual sin necesidad de usar su don. Además, el maestro le dará un don que se complementará con el de Shigaraki Tomura.
—Oh, cierto, había olvidado eso. ¿Sabe cuántos dones tiene el maestro? —la falta de respuesta de Kurogiri podría significar varias cosas, por ejemplo, no saber cuántos eran, no querer decirlo o solo lo ignoraba.
—¿Se siente bien?
—Oh, sobre eso... es que estoy pensando en mi hermana y mi madre, no puedo evitar hacerlo —Izuku suspiró sobándose el brazo con inseguridad—. Quisiera saber cómo están, verlas por un momento, ¡Claro! ¡Señor Kurogiri, usted podría ayudarme a ver al menos a Izumi!
—¿Sigue con lo mismo? —la mirada tranquila de la niebla morada provocó que se estremeciera, como si estuviera a punto de regañarlo—. Me gustan las apuestas, ¿Le gustaría hacer una?
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Sin opción (Reedición)
Fanfiction¿Vale la pena defender esta sociedad? En el pasado sin dudas te hubiera respondido que sí, pero ahora no lo sé. Esa misma sociedad que buscaba defender me dio la espalda, me dijeron que no podía ser un héroe, me comparaban miles de veces con ella...