Pequeño Mago《MINSUNG / CHANGLIX》

~Algo de viento~

JiWon había terminado lo que tenía que hacer en la oficina del detective Hwang, por lo que ambos iban de salida cuando Seungmin decidió no acompañarla.
- DoHyun, llévala a casa a salvo. Yo necesito arreglar algunas cosas del caso de Felix con Hyunjin -- estaba mintiendo sobre eso.
- Cuando la dejes, regresa por mi -- cerró la puerta del auto, dándose la vuelta para entrar de nuevo a la comisaría, encontrándose con Hyunjin qué iba de salida.

- ¿No te ibas? -- mientras caminaba a toda prisa.

- Necesito hablar contigo, es importante -- se veía preocupado lo que hizo que el otro se detuviera para escucharlo.

- Vamos a otro lado, no es bueno hablar aquí -- Seungmin asintió, siguiendo al detective.

Caminaron hasta la estación de trenes que estaba cerca de la comisaría. Seungmin miraba a todas partes intentando analizar el lugar para asegurarse de estar a salvo.
- No es el mejor lugar para que hablemos. ¿Podemos ir a otra parte?

- Sino hicieras lo que haces, podrías caminar tranquilo en cualquier lugar.

- No tientes mi paciencia ni tu suerte detective, no estoy de humor para esos comentarios -- se veía incómodo, molesto, preocupado.

- Ven, vamos por mi auto y vayamos donde quieras -- caminando de vuelta a la estación de policías.

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JiWon sabía que no conseguiría nada preguntándole a DoHyun pero aún así quería intentarlo. En el camino de regreso a casa miró al retrovisor para encontrarse con la mirada de DoHyun que parecía ignorarla.
- ¿Qué le pasa a mi hermano? Estoy segura que debes saber.

- No lo sé. No se todo lo que hace -- como ella lo había pensado, ese hombre no le diría nada de lo que pasaba.

No solo era su mano derecha, también era su pareja o algo así, ella aún no lograba desifrar el tipo de relación que tenían.
- Mi hermano está en peligro, ¿verdad?

- Acaso, ¿no es eso algo normal? -- evadiendo nuevamente dar una respuesta.

- Estoy preocupada. Si algo le pasara yo...
-- de pronto sintió escalofríos. Pensar en una vida sin su hermano era lo más doloroso que había pensado en su vida. Seungmin era lo único que le quedaba de su madre. Vivir sin ese hombre fastidioso a su lado sería insoportable para ella.

- Nada va a pasarle mientras yo viva. Le prometo protegerlo siempre, así que no piense tanto y quédese tranquila. No tengo intentenciones de morirme todavía -- dándole una sonrisa a través del espejo retrovisor.

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Iban en el auto y Seungmin no dejaba de ver la hora en su celular. Estaba nervioso, Hyunjin podía notarlo.
- ¿Qué te tiene así?

- Ninguno de los dos está listo para eso. Van a derrumbarse y HyunWoo estará en el medio -- mirando por la ventana del auto.

- Son adultos, ¿por qué no podrían entender que no es culpa de ellos nada de lo que pasó? -- deteniéndose en un semáforo en rojo.

- Si fueras ellos, ¿tú lo entenderías? -- dejando de ver afuera para mirar fijamente a Hyunjin.

Hizo un poco de silencio y luego siguió hablando como si nada -- No lo sé. La verdad es que no tengo idea como reaccionaría. ¿Cómo pudo engañar a su familia así?

- Era un hijo de puta. Es la única respuesta que tengo y que bueno que esta muerto porque sino yo mismo lo mataría -- su enojo era tanto que sin darse cuenta tenía los puños apretados sobre sus piernas.