♤Mal necesario♤

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Seungmin se sentía realmente triste por lo que estaba pasando pero tenía que levantarse y arreglar todos los problemas que tenía. Mientras él estaba sufriendo por algo que no tenía solución, en algún lugar de Seúl estaba la persona que le había quitado la vida a DoHyun, tomándose un café, tranquilo como si nada.

No estaba seguro pero solo pensaba en una persona con las suficientes ganas de hacerle daño. Pensar en la llamada que le había hecho para amenazarlo unos días antes hizo que el pelinegro se levantara de la cama y se arreglara para salir. Sacó su arma favorita de una de las gavetas de seguridad que tenía y la colocó en su espalda como era su costumbre.

¡Quedarse en casa no resolvería nada! Lo que le dolía en esa habitación podía dolerle en cualquier parte, no era necesario que se quedara allí sin hacer nada cuando había montones de pendientes que atender.

Al abrir la puerta se encontró con Jun parado en el medio de la sala, con su mirada llena del mismo sentimiento de venganza que el otro tenía. Tal vez las personas no podían entenderlo pero ellos eran una familia. Cada hombre que trabajaba para Seungmin significaba alguien importante para él. Puede que no tuviera sentimientos para los que estaban fuera de su organización pero los que formaban parte de ella, si los tenía.

Jun al ver a su jefe hizo una reverencia para mostrar respeto por la muerte de DoHyun. Todos allí sabían que ese hombre era algo más que la mano derecha de Seungmin y que seguramente el pelinegro debía estar pasandola mal en ese momento.

- Lo siento mucho jefe - volviendo a su postura - Solo quiero decirle que me esforzare por encontrar a quien lo hizo y por cuidarlo a usted y a su familia tanto como él lo hacía.
No pretendo ocupar su lugar pero todos aquí estamos dispuesto a lo que sea por usted, su hermana y su sobrino - Seungmin hizo un gesto de aprobación.

- Entonces vamos a trabajar Jun, necesito hacerle una visita a alguien que puede ser responsable de esto - colocándose su lujosa chaqueta de cuero negro mientras el otro lo seguía.

- ¿Quiere que vayan más hombres con nosotros? - esperando la orden.

- Que vengan al menos diez hombres, esta visita a casa de los Bang será algo que ese viejo no olvidará nunca - haciendo una seña con su mano que hizo que los hombres en su camino los siguieran.

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Felix y HyunWoo habían preparado algo que se veía realmente delicioso para los que aún dormían. Se habían divertido tanto que el pequeño Woo tenía azúcar blanca incluso en su pelo, lo que tenía al rubio riendo divertido.
Sus risas podían escucharse hasta el segundo piso de la casa, lo que hizo que poco a poco los demás fueran despertando y bajando a ver qué era lo que causaba tanta felicidad en el par.

Changbin fue el primero en bajar y sorprenderse con lo bien que estaba arreglado todo. Habían preparado la mesa como si fueran a recibir visita de la realeza o de algún político importante.

- ¿Celebramos algo? - tomando de la cintura a su novio, llenándolo de besos por todas las partes que podía besar frente a HyunWoo que los miraba con las comisuras de sus labios levantadas.

- ¡Buenos días mi amor! Tu sobrino decidió que era buena idea hacerles algo de desayunar a todos lo que dormían - rodando sus ojos, lo que hizo que el pelinegro soltase una escandalosa carcajada.

- ¿Estás celoso verdad? - llegando hasta Woo para sacudir su pelo.
- Deberías darte un baño enano, estás lleno de azúcar y harina por todas partes.

- ¡Me bañaré más tarde! - bajando a toda prisa del pequeño banco en el que se había subido para ayudar a Lix.

Los ojos de HyunWoo se abrieron de felicidad al ver bajar a su papá con su mano entrelazada a la de Minho.
- ¡Les hice el desayuno! ¡Les hice el desayuno! - escuchando a Felix carraspear un poco, corrigiendo lo que había dicho.
- El tío Lix me ayudó - mirando de reojo al rubio a su lado.

Pequeño Mago《MINSUNG / CHANGLIX》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora